Editorial Alaire

"Nadie vela los muros,
la oscuridad acecha,
con paso quedo avanza a su retiro
mientras las piedras duermen
su larga paz de siglos."

San Millán, Berceo. Creo que es la primera vez que 'veo' a Gonzalo de Berceo, y tú eres el culpable : ); jolines. Uff... más frío que el que puedes tener en la sierra de La Demanda me has hecho sentir. Aplausos, Julián. Muchos.

Blanca

PD

Por cierto, hay una fotografía bellísima, de Carlos Sieiro del Nido, en la que se ve el monasterio de San Millán desde Berceo. El entorno lo es, claro está. Te dejo un enlace:

http://www.panoramio.com/photo/7391493

Delicioso, Julián, este poema en el que con la evocación de Gonzalo de Berceo recreas el ambiente medieval culto de este clérigo secular de San Millán de La Cogolla y Santo Domingo de Silos. Tal vez de una reciente o pasada visita a este enclave de La Rioja nacieron estos afortunados versos que nos recuerdan el ritmo de los alejandrinos de los tetrástrofos monorrimos de las obras de Berceo. Un verdadero placer, por lo bien escrito y recreado el ambiente, por el contenido y su desarrollo, coherente y evitando los anacolutos y, en fin, porque se agradecen temas nuevos desde los que recrearnos y aprender. Enhorabuena.
Salud.

Un precioso poema que es un homenaje y mucho más...
Días en que escribir era otra cosa, tú lo describes de maravilla.
Ese frío que tal vez solo se quedaba en la tensión de unas manos ávidas de luz.

El poema sirve además para recordarnos donde estamos, de donde venimos poéticamente hablando.
Las costumbres cambian, pero no el sentimiento poético, eso es algo que se puede percibir también en tus versos.

Grato leerte Julián.

Un fuerte abrazo.

Luis Oroz.

despacito te vas metiendo en las entrañas
del poema hasta llegar a la estrofa final
sencillamente hermosa y sugerente


Nadie vela los muros,
la oscuridad acecha,
con paso quedo avanza a su retiro
mientras las piedras duermen
su larga paz de siglos.


aplausos para tí

.

Poco a poco, Julián, nos vas metiendo en ambiente hasta llegar a la última estrofa que es un hermoso y estupendo broche final para este poema. Siempre es un lujo leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Blanca Sandino escribió:"Nadie vela los muros,
la oscuridad acecha,
con paso quedo avanza a su retiro
mientras las piedras duermen
su larga paz de siglos."

San Millán, Berceo. Creo que es la primera vez que 'veo' a Gonzalo de Berceo, y tú eres el culpable : ); jolines. Uff... más frío que el que puedes tener en la sierra de La Demanda me has hecho sentir. Aplausos, Julián. Muchos.

Blanca

PD

Por cierto, hay una fotografía bellísima, de Carlos Sieiro del Nido, en la que se ve el monasterio de San Millán desde Berceo. El entorno lo es, claro está. Te dejo un enlace:

http://www.panoramio.com/photo/7391493

Pues me satisface, Blanca, que hayas "visto" a Gonzalo de Berceo por primera vez. Eso fue precisamente lo que quise, quise verlo entre manuscritos en el frío de los muros de San Millán, situarlo en su entorno. ¡Ah! He entrado en el enlace y he visto la foto, y sí, es bellísima.
Gracias por tu valoración, amiga.
Un abrazo.
Julián

Julio González Alonso escribió:Delicioso, Julián, este poema en el que con la evocación de Gonzalo de Berceo recreas el ambiente medieval culto de este clérigo secular de San Millán de La Cogolla y Santo Domingo de Silos. Tal vez de una reciente o pasada visita a este enclave de La Rioja nacieron estos afortunados versos que nos recuerdan el ritmo de los alejandrinos de los tetrástrofos monorrimos de las obras de Berceo. Un verdadero placer, por lo bien escrito y recreado el ambiente, por el contenido y su desarrollo, coherente y evitando los anacolutos y, en fin, porque se agradecen temas nuevos desde los que recrearnos y aprender. Enhorabuena.
Salud.

Gracias, Julio, tengo tus opiniones en alta estima. Es cierto, visité la zona no hace mucho tiempo aunque los versos no nacieron de esa visita sino de la lectura del artículo de Dámaso Alonso "Berceo y los topoi" en el que discutía alguna de las afirmaciones que el filólogo Ernst Robert Curtius había vertido en la revista norteamerica "Comparative literature" a propósito de las afirmaciones del propio Dámaso sobre Berceo en sus "Ensayos sobre poesía española". No fue inmediatamente, sino tiempo después, cuando escribí el poema.
Por lo demás, traté de darle ese ritmo que dices te hace recordar, y me alegro de que lo hayas notado. También busqué, como bien dices, recrear el ambiente del clérigo escribiendo en la penumbra de la noche medieval. Finalmente, decirte que tu generoso análisis me ha encantado.
Recibe un afectuoso abrazo.
Julián

Luis Oroz escribió:Un precioso poema que es un homenaje y mucho más...
Días en que escribir era otra cosa, tú lo describes de maravilla.
Ese frío que tal vez solo se quedaba en la tensión de unas manos ávidas de luz.

El poema sirve además para recordarnos donde estamos, de donde venimos poéticamente hablando.
Las costumbres cambian, pero no el sentimiento poético, eso es algo que se puede percibir también en tus versos.

Grato leerte Julián.

Un fuerte abrazo.

Luis Oroz.

Es cierto, Luis, no hay que olvidar de dónde venimos, poéticamente hablando. Traté de imaginar al monje medieval escribiendo en el frío de su estancia en el monasterio de San Millán de la Cogolla (supongo que era más duro que escribir ante el ordenador).
Gracias por tus palabras, amigo.
Un abrazo.
Julián

Alonso de Molina escribió:despacito te vas metiendo en las entrañas
del poema hasta llegar a la estrofa final
sencillamente hermosa y sugerente


Nadie vela los muros,
la oscuridad acecha,
con paso quedo avanza a su retiro
mientras las piedras duermen
su larga paz de siglos.


aplausos para tí

.

Agradezco tu paso por el poema, Alonso, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Julián

Ana Villalobos Carballo escribió:Poco a poco, Julián, nos vas metiendo en ambiente hasta llegar a la última estrofa que es un hermoso y estupendo broche final para este poema. Siempre es un lujo leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Gracias, Ana, para mí es un lujo teneros por lectores.
Un abrazo.
Julián

Para mí tiene la emoción de un relato muy bien elaborado. Además de las observaciones de los compañeros, las cuales comparto plenamente, he sentido el suspenso (la curiosidad) de conocer el final; y al llegar al último verso, me he quedado unos minutos inmersos en la imagen de esas piedras eternas que parecieran cobrar vida, que parecieran ser las que realmente te han dado la revelación para escribir este poema. Te aplaudo, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Julián, emociona mucho. Los versos finales son increíbles.

Un gusto leerte.

Besos.

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Recuerdo haberlo leido en su momento en el foro de poesia pura y lo leo con la misma satisfaccion. Ademas de ser un gran poema, nos recuerda de donde viene la poesia, lo que es un logro en nuestros tiempos cuando tanta memoria se pierde... Enhorabuena poeta.

Abrazos- Iben


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Hola Julián

Un hermoso homenaje, amigo mío, a Gonzalo de Berceo, mi paisano, ubicándolo con acierto en San Millan.
Primeros esbozos del castellano, primeros versos en román paladino, fuente de todo lo que vino después.
Me ha encantado el ambiente que en el poema has conseguido. Felicidades. Un abrazo.
Mario.