Editorial Alaire

En la habitación semejante a la noche,
cercada por el gris espesor
de bártulos y objetos ajenos,
yace inmóvil mi vida.
A fuerza de renuncias, lo que he callado
ya es materia de olvido
y como un despiadado espejo me devuelve
la imagen de una historia de nadie,
incapaz de retener el rastro
que deja la sucesión de los días.
Cuando la obstinada indolencia transige
al fin y firma una tregua ahíta de sudor,
acudo a la magia del trampantojo
y sueño que aún soy digno
de que algún rastro de luz suene
dentro de la noche que contra mí está.
Retorna así, por un instante,
mi necesario amor hacia el mundo
y vorazmente sustraigo del baúl de la infancia
imágenes de días felices,
míseras briznas respirando vida,
protagonizadas por unos ojos
vueltos al infinito azul de un mar en calma
mientras suena una canción inmortal
que no termina nunca.
Después, como si nada hubiera sucedido,
me miro en el espejo y a nadie refleja.

John,

me ha gustado mucho el poema, amigo. Me ha resultado super transmisivo. He visto a Machado, en su triste huida al exilio, del que ya no volvería, anciano y derrotado, en algún tugurio de frontera donde "yace inmóvil mi vida". La referencia al recuerdo fugaz de la infancia tendrá seguramente que ver con el famoso verso que su hermano José encontró en su chaqueta cuando murió:

Estos días azules y este sol de la infancia

Me ha gustado mucho.
Abrazos

John Garlic escribió:En la habitación semejante a la noche,
cercada por el gris espesor
de bártulos y objetos ajenos,
yace inmóvil mi vida.
A fuerza de renuncias, lo que he callado
ya es materia de olvido
y como un despiadado espejo me devuelve
la imagen de una historia de nadie,
incapaz de retener el rastro
que deja la sucesión de los días.
Cuando la obstinada indolencia transige
al fin y firma una tregua ahíta de sudor,
acudo a la magia del trampantojo
y sueño que aún soy digno
de que algún rastro de luz suene
dentro de la noche que contra mí está.
Retorna así, por un instante,
mi necesario amor hacia el mundo
y vorazmente sustraigo del baúl de la infancia
imágenes de días felices,
míseras briznas respirando vida,
protagonizadas por unos ojos
vueltos al infinito azul de un mar en calma
mientras suena una canción inmortal
que no termina nunca.
Después, como si nada hubiera sucedido,
me miro en el espejo y a nadie refleja.

Un poema de gravida expresión escrito con elegido lenguaje y auto dominio. Me gusta mucho, Garlic. Salud y Poesía siempre. ERA

Me ha gustado mucho el poema que trata el dolor de Machado con fuerza pero sin estridencias. Felicidades por esta entrega tan hermosa.
Abrazos

Buen poema John, me ha gustado mucho. Tristeza del exilio en un hotel con objetos impersonales...recuerdos de soles y de infancias con los que hacía imcomparables poesías Machado (bastantes hay de los dos) por todo consuelo...tal vez también como apunta Pablo, la frase encontrada en su chaqueta. Un buen poema, sensible, lírico, vertebrado magnificamente en versos de altura. Mis felicitaciones...

Un abrazo.

Carmen

Jhon, brillante poema, por qué a ese insigne poeta no se le traslada a España, por deseo quizá de la familia? Un placer de lectura amigo, un abrazo.

Magnífico, John.

Me ha gustado el semblante, la elegancia con la que adornas los versos, la profundidad del escrito.

Un buen poema, sin duda.

Un abrazo.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Jhon.
Felicidades.
Abrazos.