Vida encriptada
Publicado: Mar, 23 Feb 2021 9:44
La espada de Damocles
parece más estoica,
que el doble filo,
vivir en el alambre,
o saltarse las normas.
Esto no es masoquismo,
no al menos provocado,
esa filosofía no es vida,
pero si el sufrimiento lo consiente,
tu vestido será de garrapatas.
Por dentro no se puede ni gritar,
dime pues el encanto que quieres transmitir.
Siempre has sido un amante del sentido más lírico,
los versos distorsionan, como tus realidades.
Tú tienes más de una.
Lo sabías?
El cerebro procesa información de todo tipo.
Hay quien se acomoda,
se duerme en los laureles,
pero el esclavo nunca engaña al amo.
Pero en tus manos aún se observan signos
de que el conocimiento es una trampa.
No puedo conocerte.
Estás ahí a salvo?
O insonorizas vientos?
Mi intención nunca ha sido abochornarte.
Me abrumas, siempre, pienses lo que pienses.
Y lo más retorcido:
No puedo aportar nada,
cuánto más me preocupo,
menos tiempo me queda para profundizar
en esa superficie movediza,
en esa apoteosis,
en esa convicción de que todo lo abarca.
No te leo entre líneas.
Tus poemas esperan, en vano y en caliente,
a que arrojes la luz que tanto amas sobre tu secretismo.
Ah, ser cautivador, tu enigma!
Hasta cuánto resultas infinito!
Catalogar tu sensibilidad
es trabajo costoso, mucho más que la alquimia.
Puedo oírte danzar por los pasillos.
"Somos seres iguales, de uña y carne.
Pero tú has desechado la última semejanza, justo la imperceptible."
parece más estoica,
que el doble filo,
vivir en el alambre,
o saltarse las normas.
Esto no es masoquismo,
no al menos provocado,
esa filosofía no es vida,
pero si el sufrimiento lo consiente,
tu vestido será de garrapatas.
Por dentro no se puede ni gritar,
dime pues el encanto que quieres transmitir.
Siempre has sido un amante del sentido más lírico,
los versos distorsionan, como tus realidades.
Tú tienes más de una.
Lo sabías?
El cerebro procesa información de todo tipo.
Hay quien se acomoda,
se duerme en los laureles,
pero el esclavo nunca engaña al amo.
Pero en tus manos aún se observan signos
de que el conocimiento es una trampa.
No puedo conocerte.
Estás ahí a salvo?
O insonorizas vientos?
Mi intención nunca ha sido abochornarte.
Me abrumas, siempre, pienses lo que pienses.
Y lo más retorcido:
No puedo aportar nada,
cuánto más me preocupo,
menos tiempo me queda para profundizar
en esa superficie movediza,
en esa apoteosis,
en esa convicción de que todo lo abarca.
No te leo entre líneas.
Tus poemas esperan, en vano y en caliente,
a que arrojes la luz que tanto amas sobre tu secretismo.
Ah, ser cautivador, tu enigma!
Hasta cuánto resultas infinito!
Catalogar tu sensibilidad
es trabajo costoso, mucho más que la alquimia.
Puedo oírte danzar por los pasillos.
"Somos seres iguales, de uña y carne.
Pero tú has desechado la última semejanza, justo la imperceptible."