El paso de una vida

[Manuel Sánchez]

Hoy suscriben tus labios
el paso de una vida como números
sobre el papel idéntico
al de una rosa en deuda con los hombres.
Hoy se enredan los vientos
al sonido delgado del poniente,
a la extraña quietud de una doncella
salida del pasado.

Recuerdo algunos cielos desprendidos,
algunas apotemas
en tu mirada gris,
los sucesos alternos de un invierno remoto,
bebidas contagiosas,
y la espada de un mar muy derribado.
Recuerdo una bandada de estorninos
entre miradas de lunas pertinentes
y aspectos del jazmín,
y luego, de mañana,
cuando el vino y el sol son compañeros
de una misma verdad,
las arrugas de un roble
de frente diminuta.

[Carmen López]

Hoy suscriben tus labios
el paso de una vida como números
sobre el papel idéntico
al de una rosa en deuda con los hombres.
Hoy se enredan los vientos
al sonido delgado del poniente,
a la extraña quietud de una doncella
salida del pasado.

Recuerdo algunos cielos desprendidos,
algunas apotemas
en tu mirada gris,
los sucesos alternos de un invierno remoto,
bebidas contagiosas,
y la espada de un mar muy derribado.
Recuerdo una bandada de estorninos
entre miradas de lunas pertinentes
y aspectos del jazmín,
y luego, de mañana,
cuando el vino y el sol son compañeros
de una misma verdad,
las arrugas de un roble
de frente diminuta.

Precioso todo el poema, de recuerdos, como inciensos encedidos en el paisaje de toda una vida...que pasa ante los ojos como un estallido de pájaros y aromas de jazmín. Bello, como siempre, a mí me reconforta especialmente encontrarme con cualquier poema tuyo, es ese aliento que tiene la buena poesía.

Un abrazo grande, Manuel y mucha salud.

Carmen

[Manuel Sánchez]

Hoy suscriben tus labios
el paso de una vida como números
sobre el papel idéntico
al de una rosa en deuda con los hombres.
Hoy se enredan los vientos
al sonido delgado del poniente,
a la extraña quietud de una doncella
salida del pasado.

Recuerdo algunos cielos desprendidos,
algunas apotemas
en tu mirada gris,
los sucesos alternos de un invierno remoto,
bebidas contagiosas,
y la espada de un mar muy derribado.
Recuerdo una bandada de estorninos
entre miradas de lunas pertinentes
y aspectos del jazmín,
y luego, de mañana,
cuando el vino y el sol son compañeros
de una misma verdad,
las arrugas de un roble
de frente diminuta.

Precioso todo el poema, de recuerdos, como inciensos encedidos en el paisaje de toda una vida...que pasa ante los ojos como un estallido de pájaros y aromas de jazmín. Bello, como siempre, a mí me reconforta especialmente encontrarme con cualquier poema tuyo, es ese aliento que tiene la buena poesía.

Un abrazo grande, Manuel y mucha salud.

Carmen

Muchísimas gracias, amiga. Te agradezco mucho tu atención.
Un abrazo muy fuerte.

[E. R. Aristy]

Hoy suscriben tus labios
el paso de una vida como números
sobre el papel idéntico
al de una rosa en deuda con los hombres.
Hoy se enredan los vientos
al sonido delgado del poniente,
a la extraña quietud de una doncella
salida del pasado.

Recuerdo algunos cielos desprendidos,
algunas apotemas
en tu mirada gris,
los sucesos alternos de un invierno remoto,
bebidas contagiosas,
y la espada de un mar muy derribado.
Recuerdo una bandada de estorninos
entre miradas de lunas pertinentes
y aspectos del jazmín,
y luego, de mañana,
cuando el vino y el sol son compañeros
de una misma verdad,
las arrugas de un roble
de frente diminuta.

Me conmueve la belleza transiente y la estampa de valor eterno que imprimes en este bello poema, Manuel Sánchez. Un abrazo grande, apreciado poeta. ERA