Un día cualquiera

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

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Carmen López
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Manuel Alonso escribió:Carmen, vaya poemazo, me ha entusiasmado, enganchado, hechizado, muy bello, gracias, un saludo, amiga.

Muchas gracias, Manuel, encantada de que pases por estas cosas que yo escribo, muy agradecida por tu amable comentario.

Un abrazo.

Carmen
La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.
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Carmen López
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

xaime oroza carballo escribió:
Carmen López escribió:Que aquello era otra cosa muy distinta
que nunca hasta entonces habían vivido,
fue lo primero que aprendieron juntos,
tendidos en aquella playa desierta de los otros,
revueltos sus cuerpos jóvenes y desarmados,
cegados por la luz, la euforia, el despertar.
Ajenos y extraños para un mundo en nada adquiescente,
que pretendía desajustarles las medidas
y acelerar por las malas el trámite de su precipitada dicha.

Que aquello no era lo previsto
y que aquel amor era incontrolado,
intenso, torpe, inconfesable, desmedido,
inaccesible como un ave que se sueña
era de todo aquello suyo: lo más obvio,
lo irrefutable y lo cierto,
quizás por eso, los dos se resignaron
casi de inmediato, no hubo ningún reproche,
no se hicieron ningún daño,
o eso fue lo que se dijeron a sí mismos,
hace tanto que ya ni se acuerdan de ello,
sin embargo, ninguno de los dos pudo
olvidar nunca la arena de aquella playa.

Después, se situaron en ser buenos amigos,
los mejores, en eso ya nadie pudo ganarlos
a pesar de que hubieron muchos envites para ello,
en eso ambos eran unos aventajados.
Se sucedieron después; una esposa, sus amantes,
las amantes del otro, un divorcio, todos los desengaños,
la inconstancia, alguna muerte, la desidia, los trabajos,
las empresas, algunos sueños conseguidos y tantas
y tantas derrotas deshojadas que no se atrevían ni a contarlas.
Todo el mundo tuvo siempre muchos celos de ellos,
como si pudieran presentir de algún modo las secuelas
inconfundibles en el alma de ese día mágico en la playa.

Coincidieron en sus soledades,
tres o cuatro veces, cuatro, para ser más exactos,
la primera vez le dieron la culpa a aquella botella
de cava que se tomaron a pulso y sin medida,
la segunda, ya no supieron a quién o qué echarle
la culpa de aquel animal que llamaban instinto,
desistieron de buscarle alguna explicación
racional al hecho de que su deseo no se contuviera
como antaño lo hiciese siempre,
después, se alejaban no más de un mes o dos
para que las aguas volvieran inexorables a sus cursos.

Un día cualquiera, sin fecha previa en el calendario
uno le dijo al otro que se estaba planteando
muy seriamente envejecer con él, así, a bocajarro,
si ya estaba preparado para ello o necesitaba
algún amante previo más que le desengañase del amor
o más tiempo para entender que aquello suyo
era lo más cierto del amor que ambos conocían
entre todas las cosas inciertas de la vida.
Aquello fue como una sentencia justa y necesaria
que nunca se hubiese pronunciado antes,
también el otro lo había pensado, pero, no lo dijo
nunca por temor a ser rechazado.
Ahora, era como obviar la disforia que arrastraban
con el tiempo y los años y reclamar algo del cielo
que siempre les había pertenecido por derecho
y que nunca antes osaron soñar en asaltar.

Y ahora, míralos mundo, míralos bien,
contémplalos de cerca si te atreves,
no te atrevas a ignorarlos,
aquí están: los dos juntos, vencedores, desarmados,
los dos haciendo proselitismo de su amor y su alegría.
Me trae muchas "lembranzas" tu poema. Gracias.
Unha aperta.

Gracias Xaime, por pasarte a comentar estas cosas que yo escribo, por tu amable comentario.

Unha forte aperta
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Óscar Distéfano escribió:¡Bellísimo! Lo he leído con total concentración, atrapado por la emoción del contenido y la admiración de la forma, de la pulcritud lingüística. La extensión no lo he sentido; por el contrario: quise un poco más de esta historia tan humana y tan universal. Te felicito, amiga poeta.

Un saludo de absoluta aprobación a esta obra magnífica.
Óscar

Gracias, Óscar, me alegra si te gustó el poema, te agradezco tu tiempo de lectura y el muy generoso comentario para estas cosas que yo escribo.

Un abrazo y mis mejores deseos de salud.

Carmen
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Re: Un día cualquiera

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Luis M. escribió:Un relato poético de amor muy hermoso. Mis felicitaciones, Carmen. Un abrazo.
Gracias, Luis, por tu amable comentario y tu tiempo de lectura.

Un abrazo grande.

Carmen
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Begoña Egüen escribió:Muy bello poema, estimada amiga, Carmen López. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Muchas gracias, Begoña, me alegra si te gustó el poema. Gracias por tu tiempo de lectura y tu generoso comentario.

Un abrazo.

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Re: Un día cualquiera

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Rafel Calle escribió:Tan bello como interesante trabajo, amiga Carmen.
Felicidades.
Abrazos.
Muchas gracias, Rafel, por tu visita y bello comentario.

Abrazos.

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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Ramón Carballal escribió:Un poema narrativo donde nos cuentas una historia de amor postergada por la vida y un reencuentro, fuera de los convencionalismos, donde los sentimientos, al fin, dejan de ocultarse para vivirse con sinceridad. Me han gustado mucho tanto la forma como el fondo del poema. Parabéns e unha aperta.
Muchas gracias, Ramón, por tu lectura y tan amable comentario, siempre es un placer que pases.

Forte aperta e saúde.

Carmen
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Re: Un día cualquiera

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Un poema bello, hermoso y sensible, que ya disfruté y que pensaba te había dejado
reseña. He visto que la edad deja señales, ahora me he recreado leyéndolo dos veces más.
Abrazos y perdona mis ausencias.
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Alejandro Costa escribió:Autentica joya de poesía.

Muy sentido y muy bello, tanto en la historia, como en la manera de contarla.

El final, un colofón de lujo a un poema de lujo.

Precioso.

Un beso.

Muchas gracias, Alejandro, por tan bello comentario, muy generoso en tus apreciaciones.
Me alegra si te gustó en algo pasar por estas cosas que yo escribo.

Un beso

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enrique sanmol
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por enrique sanmol »

Carmen López escribió:Que aquello era otra cosa muy distinta
que nunca hasta entonces habían vivido,
fue lo primero que aprendieron juntos,
tendidos en aquella playa desierta de los otros,
revueltos sus cuerpos jóvenes y desarmados,
cegados por la luz, la euforia, el despertar.
Ajenos y extraños para un mundo en nada adquiescente,
que pretendía desajustarles las medidas
y acelerar por las malas el trámite de su precipitada dicha.

Que aquello no era lo previsto
y que aquel amor era incontrolado,
intenso, torpe, inconfesable, desmedido,
inaccesible como un ave que se sueña
era de todo aquello suyo: lo más obvio,
lo irrefutable y lo cierto,
quizás por eso, los dos se resignaron
casi de inmediato, no hubo ningún reproche,
no se hicieron ningún daño,
o eso fue lo que se dijeron a sí mismos,
hace tanto que ya ni se acuerdan de ello,
sin embargo, ninguno de los dos pudo
olvidar nunca la arena de aquella playa.

Después, se situaron en ser buenos amigos,
los mejores, en eso ya nadie pudo ganarlos
a pesar de que hubieron muchos envites para ello,
en eso ambos eran unos aventajados.
Se sucedieron después; una esposa, sus amantes,
las amantes del otro, un divorcio, todos los desengaños,
la inconstancia, alguna muerte, la desidia, los trabajos,
las empresas, algunos sueños conseguidos y tantas
y tantas derrotas deshojadas que no se atrevían ni a contarlas.
Todo el mundo tuvo siempre muchos celos de ellos,
como si pudieran presentir de algún modo las secuelas
inconfundibles en el alma de ese día mágico en la playa.

Coincidieron en sus soledades,
tres o cuatro veces, cuatro, para ser más exactos,
la primera vez le dieron la culpa a aquella botella
de cava que se tomaron a pulso y sin medida,
la segunda, ya no supieron a quién o qué echarle
la culpa de aquel animal que llamaban instinto,
desistieron de buscarle alguna explicación
racional al hecho de que su deseo no se contuviera
como antaño lo hiciese siempre,
después, se alejaban no más de un mes o dos
para que las aguas volvieran inexorables a sus cursos.

Un día cualquiera, sin fecha previa en el calendario
uno le dijo al otro que se estaba planteando
muy seriamente envejecer con él, así, a bocajarro,
si ya estaba preparado para ello o necesitaba
algún amante previo más que le desengañase del amor
o más tiempo para entender que aquello suyo
era lo más cierto del amor que ambos conocían
entre todas las cosas inciertas de la vida.
Aquello fue como una sentencia justa y necesaria
que nunca se hubiese pronunciado antes,
también el otro lo había pensado, pero, no lo dijo
nunca por temor a ser rechazado.
Ahora, era como obviar la disforia que arrastraban
con el tiempo y los años y reclamar algo del cielo
que siempre les había pertenecido por derecho
y que nunca antes osaron soñar en asaltar.

Y ahora, míralos mundo, míralos bien,
contémplalos de cerca si te atreves,
no te atrevas a ignorarlos,
aquí están: los dos juntos, vencedores, desarmados,
los dos haciendo proselitismo de su amor y su alegría.
Un día cualquiera, después otro y otro más... un recorrido vital, maduro. La historia del encuentro, del desencuentro y de la inevitable victoria final más allá del instinto. Muy bella y muy real esta historia tan bien contada, tan bien escrita, Carmen, una exquisitez, esta vez sin cuadro de trasfondo.

Enhorabuena y un fuerte abrazo.
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Carmen López »

Hallie Hernández Alfaro escribió:Atrapada en la historia como dice Israel, así he transitado este camino de emociones y sentimientos; dos, veteranos, arraigados, nuevos y tan antiguos...El hilo rojo de la leyenda, quizás; la determinación consciente, la perseverancia, las extravagantes cunetas de la autovía existencial; hermoso, compacto. He pensado en la carta de La Templanza cuando leía; gracias, mil gracias por compartir y por estar, querida Carmen.

Abrazos y salud a montones.
Muchas gracias Hallie, por tu amabilidad innata, y sí, bien pensado, la templanza...50 años tenían los protagonistas de este poema, sí, y fue a finales de Noviembre...todo concuerda, con la templanza...
Muchas gracias por tu amable comentario, por tu tiempo para el poema.

Abrazos, felicidad y salud, querida Hallie.

Carmen
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Re: Un día cualquiera

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Simon Abadia escribió:Un poema bello, hermoso y sensible, que ya disfruté y que pensaba te había dejado
reseña. He visto que la edad deja señales, ahora me he recreado leyéndolo dos veces más.
Abrazos y perdona mis ausencias.
Muchas gracias, Simon por pasar por estas cosas que yo escribo, por tu amable comentario hacia lo mío, y no tengo nada que perdonar, al contrario, estoy agradecida siempre por tus atenciones.

Abrazos.

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Re: Un día cualquiera

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enrique sanmol escribió:
Carmen López escribió:Que aquello era otra cosa muy distinta
que nunca hasta entonces habían vivido,
fue lo primero que aprendieron juntos,
tendidos en aquella playa desierta de los otros,
revueltos sus cuerpos jóvenes y desarmados,
cegados por la luz, la euforia, el despertar.
Ajenos y extraños para un mundo en nada adquiescente,
que pretendía desajustarles las medidas
y acelerar por las malas el trámite de su precipitada dicha.

Que aquello no era lo previsto
y que aquel amor era incontrolado,
intenso, torpe, inconfesable, desmedido,
inaccesible como un ave que se sueña
era de todo aquello suyo: lo más obvio,
lo irrefutable y lo cierto,
quizás por eso, los dos se resignaron
casi de inmediato, no hubo ningún reproche,
no se hicieron ningún daño,
o eso fue lo que se dijeron a sí mismos,
hace tanto que ya ni se acuerdan de ello,
sin embargo, ninguno de los dos pudo
olvidar nunca la arena de aquella playa.

Después, se situaron en ser buenos amigos,
los mejores, en eso ya nadie pudo ganarlos
a pesar de que hubieron muchos envites para ello,
en eso ambos eran unos aventajados.
Se sucedieron después; una esposa, sus amantes,
las amantes del otro, un divorcio, todos los desengaños,
la inconstancia, alguna muerte, la desidia, los trabajos,
las empresas, algunos sueños conseguidos y tantas
y tantas derrotas deshojadas que no se atrevían ni a contarlas.
Todo el mundo tuvo siempre muchos celos de ellos,
como si pudieran presentir de algún modo las secuelas
inconfundibles en el alma de ese día mágico en la playa.

Coincidieron en sus soledades,
tres o cuatro veces, cuatro, para ser más exactos,
la primera vez le dieron la culpa a aquella botella
de cava que se tomaron a pulso y sin medida,
la segunda, ya no supieron a quién o qué echarle
la culpa de aquel animal que llamaban instinto,
desistieron de buscarle alguna explicación
racional al hecho de que su deseo no se contuviera
como antaño lo hiciese siempre,
después, se alejaban no más de un mes o dos
para que las aguas volvieran inexorables a sus cursos.

Un día cualquiera, sin fecha previa en el calendario
uno le dijo al otro que se estaba planteando
muy seriamente envejecer con él, así, a bocajarro,
si ya estaba preparado para ello o necesitaba
algún amante previo más que le desengañase del amor
o más tiempo para entender que aquello suyo
era lo más cierto del amor que ambos conocían
entre todas las cosas inciertas de la vida.
Aquello fue como una sentencia justa y necesaria
que nunca se hubiese pronunciado antes,
también el otro lo había pensado, pero, no lo dijo
nunca por temor a ser rechazado.
Ahora, era como obviar la disforia que arrastraban
con el tiempo y los años y reclamar algo del cielo
que siempre les había pertenecido por derecho
y que nunca antes osaron soñar en asaltar.

Y ahora, míralos mundo, míralos bien,
contémplalos de cerca si te atreves,
no te atrevas a ignorarlos,
aquí están: los dos juntos, vencedores, desarmados,
los dos haciendo proselitismo de su amor y su alegría.
Un día cualquiera, después otro y otro más... un recorrido vital, maduro. La historia del encuentro, del desencuentro y de la inevitable victoria final más allá del instinto. Muy bella y muy real esta historia tan bien contada, tan bien escrita, Carmen, una exquisitez, esta vez sin cuadro de trasfondo.

Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Gracias, Enrique por pasar por estas que yo escribo, y bueno, es una historia real, de dos grandes amigos míos, así que no me costó nada contarla...y sí yo veo más amor que instinto, sus vidas así se explican mejor. Y bueno, quizás por eso he podido contarlo (por ser real), lo cierto es que me cuesta mucho escribir, sigo sin encontrar las palabras, están como perdidas...Debo de tener una docena de poemas y todos son cuadros....pero, será cuestión de insistir...

Muchas gracias, por tus palabras de ánimo y tu mirada indulgente para mis cosas.

Un fuerte abrazo.

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Rafel Calle
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Los mejores poemas de Carmen López en Alaire.
Hallie Hernández Alfaro
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Re: Un día cualquiera

Mensaje sin leer por Hallie Hernández Alfaro »

Agradezco muchísimo volver a leer este magnífico poema.
Gracias Rafel por traerlo a primera página.

Te echo mucho en falta, querida Carmen.
Ya hemos transitado tu escorpio ascendente y vamos hacia tu capri natal.
Menudas energías habitan tu poeta, madre mía.

Abrazo enorme.
"Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos."


Sub-jectum, Julio Bonal
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