Editorial Alaire

Mucha poesía en tu poema, Manuel, para desgustar con el segundo café de esta mañana. Los versos se van sucediendo y vas dibujando en el poema, esos rostros que nos han acampañado mostrando su luz y sus sombras durante toda una vida...y lo haces como lo hace la buena poesía con imágenes y sensaciones que nos tocan y son también las nuestras...
Siempre me alegro cuando descubro un nuevo poema tuyo, hoy también ha sido así y lo he disfrutado.

Un abrazo grande, salud y felicidad.

Carmen

Carmen López escribió:Mucha poesía en tu poema, Manuel, para desgustar con el segundo café de esta mañana. Los versos se van sucediendo y vas dibujando en el poema, esos rostros que nos han acampañado mostrando su luz y sus sombras durante toda una vida...y lo haces como lo hace la buena poesía con imágenes y sensaciones que nos tocan y son también las nuestras...
Siempre me alegro cuando descubro un nuevo poema tuyo, hoy también ha sido así y lo he disfrutado.

Un abrazo grande, salud y felicidad.

Carmen

Muchas gracias, amiga Carmen.
Un abrazo muy fuerte.

Hola tocayo, esos rostros, el poema muy bello, un saludo amigo.

Manuel Sánchez escribió:Esos rostros difíciles,
manchados por las sombras de una vida,
ateridos de luz indivisible,
sumidos en un solo de tristeza,
tocados por la lluvia,
que tienen en la frente las huellas de un balazo,
que pactan con el mar y la aventura,
que ofrecen un derrumbe en cada esquina lenta
igual que esos cafés que viven de la noche,
que de pronto se vuelven fugitivos,
reflejos de las hojas de un periódico,
que ven como los besos mantienen las distancias,
como rozan sus labios la voz de una violeta,
que usan trementina en las puestas de sol,
que encuentran en lo oscuro la paz de intimidad
y tienen en los ojos una estación de invierno,
esos rostros cansados de desaparecer
en el largo silbido de una sílaba,
son como cuando tú tenias frío
y ya estabas dispuesta a morir de puntillas.

Querido Manuel Sanchez, logras dar vida en la memoria imersa del lector a tantos rostros que vimos pasar por la ventana y que el artista pinta en plazas y mercados, en cuartos sombríos y solos,en fotografías que abrazan un mueble y dan frio. Logras en este sinigual y bello poema mostrarnos lo callado, lo invisible que es morir. Lloro, gracias, bello poeta. ERA

Sube para deleite de todos.

Un abrazo y mucha salud, Manuel.