Editorial Alaire

Ventura Morón escribió:Ese juego de cartas, es como un juego amoroso...ese ultimo envite se me antoja como la última oportunidad de dos amantes por no rendirse...
Quizás sea eso, siempre hay una ultima vez, siempre hay un ultimo esfuerzo...yo, he aprendido también que a veces no hay que dejar todas la fuerzas en ese envite, para que no se vaya la vida detrás...a veces es mejor retirarse a tiempo del juego.

Un fuerte abrazo amigo, un gusto venir y leerte

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Muchas gracias, amigo Ventura, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Efectivamente, es como dices o casi, porque nunca han sido amantes. Dos personas que hace muchos años que se rondan, pero que cuando se acercan se asustan e inmediatamente se alejan. En realidad, nunca han jugado la partida porque tienen miedo de perder, porque no es inmenso el deseo de jugarla y porque, dadas las circunstancias especiales del tema, aunque ganaran podrían salir perdiendo.
Dices que has aprendido que "a veces no hay que dejar todas las fuerzas en ese envite", pero no sé..., si antes nos dejamos la piel, ahora con el tiempo pisándonos los talones, las cosas podrían ser igual o peor que antes. Todo depende del contrincante.
Abrazos.

Ignacio Mincholed escribió:El recorrido invita a intuir conclusiones anticipadas por el interés que va despertando.
Ya en el tercio, el giro se produce hacia las posibilidades abiertas, por concluir:

saber qué queda, en realidad,
de cuanto creímos sentido.

Qué incertidumbre esa, emocionante y esperanzadora. Hermoso trabajo, Rafel.

Un abrazo.
Ignacio

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Muchas gracias, amigo Ignacio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema. Al final, se trata de un poema, solo eso, así que, uno no acaba de saber si es real o ficción.
Abrazos.

Bello, muy bello Rafel, me ha gustado, un abrazo, amigo.

Ricardo López Castro escribió:Me ha gustado mucho esta temática, amigo.
No estoy muy a favor de suprimir los artículos en determinadas situaciones, pero cada maestrillo tiene su librillo.
Siempre que entro en un poema tuyo me voy con ganas de más, pero tampoco me gustan los poemas especialmente extensos.
No obstante, es una apuesta arriesgada, y has ganado sin faroles.
Abrazos.

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Muchas gracias, amigo Ricardo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
No sé a qué te refieres con lo de suprimir artículos, si fuera a la elisión, bueno, sí, suelo utilizarla, sobre todo, en las aposiciones.
Es gratificante eso de que, de mis trabajos, te vas con con ganas de más y, bien, supongo que te habrás dado cuenta de lo poco que leen los lectores, mejor dicho, de lo poco que leemos... Ya puedes esforzarte en dar una vuelta de tuerca a determinados aspectos, que seguramente pasarán sin pena ni gloria. Y, sí, es una apuesta muy arriesgada, porque utilizo una terminología propia de jugadores, en un juego de envite (póker, mus...), buscando simbiosis idiomáticas juego-vida. Si añades mis habituales extralimitaciones culteranas, metafóricas, técnicas..., pues eso, el resultado está lleno de incertidumbre. Pero es lo que hay, compañero, porque como bien dices, cada maestrillo...
Abrazos.

Rafel Calle escribió:

Ricardo López Castro escribió:Me ha gustado mucho esta temática, amigo.
No estoy muy a favor de suprimir los artículos en determinadas situaciones, pero cada maestrillo tiene su librillo.
Siempre que entro en un poema tuyo me voy con ganas de más, pero tampoco me gustan los poemas especialmente extensos.
No obstante, es una apuesta arriesgada, y has ganado sin faroles.
Abrazos.

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Muchas gracias, amigo Ricardo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
No sé a qué te refieres con lo de suprimir artículos, si fuera a la elisión, bueno, sí, suelo utilizarla, sobre todo, en las aposiciones.
Es gratificante eso de que, de mis trabajos, te vas con con ganas de más y, bien, supongo que te habrás dado cuenta de lo poco que leen los lectores, mejor dicho, de lo poco que leemos... Ya puedes esforzarte en dar una vuelta de tuerca a determinados aspectos, que seguramente pasarán sin pena ni gloria. Y, sí, es una apuesta muy arriesgada, porque utilizo una terminología propia de jugadores, en un juego de envite (póker, mus...), buscando simbiosis idiomáticas juego-vida. Si añades mis habituales extralimitaciones culteranas, metafóricas, técnicas..., pues eso, el resultado está lleno de incertidumbre. Pero es lo que hay, compañero, porque como bien dices, cada maestrillo...
Abrazos.

En referencia a lo que me has dicho, supongo que te refieres a mis poemas.
Ellos no necesitan vueltas de tuerca, te digo, porque me identifican en cada uno de sus instantes.
Sinceramente, entre tú y yo, pocos poetas hay tan francos y honestos como yo, aunque parezca lo contrario.
Aun sabiendo de qué va la copla, me quedo con lo que tengo, aunque gracias por el consejo, o por el dardo envenenado, qué más da.

Una excelsa muestra más de este estilo que yo he llamado rafelismo. Sé que estudias tus creaciones, pero también sé que no lo necesitas. Dejando volar tus dedos por el teclado obtienes esta poesía tan particular, tan adictiva para el lector y tan docente.
Un placer de lectura, como siempre. Sabes que te sigo.
Abrazos.

Jerónimo

Rafel Calle escribió:Habrá de ser celosa la pena de los naipes,
exiliado el farol más allá del carisma,
hipnótica figura de los ases,
verdugo de los reyes
en la inercia salvaje-
mente destructora de una partida
cuando las manos son veniales.

Sintiendo en el destino la razón
del triunfo o lo contrario,
de ser pero no estar,
tal dos observadores de un rictus muy ambiguo,
las bazas nos parecen improbables,
los envites certeza de castigo.

Por el rigor del verde,
hoy casi en albo convertido
de tanto jabón, tanta friega,
nos queda en el limpísimo trasiego
el tono incontestable de una puerta
cerrada. Tú y yo
y lo exánime de un cautivo.

A la luz del azar que antaño se esnifaba
sobre el vientre de Venus,
muy cerca de su ombligo,
la historia es un retorno
al valor de lo incierto, es hora de jugar
nuestro último envite:
con el futuro por testigo,
saber qué queda, en realidad,
de cuanto creímos sentido.

Es muy bueno el poema estimado Rafel.
El juego de las cartas es un enigma, encierra un simbolismo interesante para el que sabe jugar y depende
del tipo de las cartas. Hay quienes tiene el don de leerlas, es decir en épocas antiguas se recurría a Oráculo de Delfos, luego las cartas y su implicancia, nos revelaban el pasado y las consecuencias en el futuro.
Tu poema es una gran metáfora para decir que la vida es un juego, perdemos o ganamos. Que el destino
no sé quien lo dijo, pero nosotros somos artífices del nuestro. No creo que esté ya escrito, creo que nosotros decidimos, hacemos realidad lo que queremos.
Mi padre decía que era como el ajedrez una gimnasia mental que nos ponía alerta, en guardia.
Yo creo que la poesía también es una gimnasia mental.
Me gusta pensar sobre estas cosas. ¿Quién decide el regreso del búmeran?
Abrazos y gracias por compartir.-

Ricardo López Castro escribió:

Rafel Calle escribió:

Ricardo López Castro escribió:Me ha gustado mucho esta temática, amigo.
No estoy muy a favor de suprimir los artículos en determinadas situaciones, pero cada maestrillo tiene su librillo.
Siempre que entro en un poema tuyo me voy con ganas de más, pero tampoco me gustan los poemas especialmente extensos.
No obstante, es una apuesta arriesgada, y has ganado sin faroles.
Abrazos.

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Muchas gracias, amigo Ricardo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
No sé a qué te refieres con lo de suprimir artículos, si fuera a la elisión, bueno, sí, suelo utilizarla, sobre todo, en las aposiciones.
Es gratificante eso de que, de mis trabajos, te vas con con ganas de más y, bien, supongo que te habrás dado cuenta de lo poco que leen los lectores, mejor dicho, de lo poco que leemos... Ya puedes esforzarte en dar una vuelta de tuerca a determinados aspectos, que seguramente pasarán sin pena ni gloria. Y, sí, es una apuesta muy arriesgada, porque utilizo una terminología propia de jugadores, en un juego de envite (póker, mus...), buscando simbiosis idiomáticas juego-vida. Si añades mis habituales extralimitaciones culteranas, metafóricas, técnicas..., pues eso, el resultado está lleno de incertidumbre. Pero es lo que hay, compañero, porque como bien dices, cada maestrillo...
Abrazos.

En referencia a lo que me has dicho, supongo que te refieres a mis poemas.
Ellos no necesitan vueltas de tuerca, te digo, porque me identifican en cada uno de sus instantes.
Sinceramente, entre tú y yo, pocos poetas hay tan francos y honestos como yo, aunque parezca lo contrario.
Aun sabiendo de qué va la copla, me quedo con lo que tengo, aunque gracias por el consejo, o por el dardo envenenado, qué más da.

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Supones mal; hablo de mis poemas. No te he dado ningún consejo. ¿Dardos envenenados?

Me ha gustado ese final, esnifando un encuentro o engañando al azar.
Otro acierto es el juego de dos palabras en la primera estrofa: salvaje y mente.
Y es bien cierto que el mus es un gran invento. Hace años que no juego así que habré perdido mañas y señas, pero los recuerdos quedan.
Te felicito.
Un gran abrazo.

Es un gran poema, Rafel, no podía ser de otra forma.
Atrapa desde el primer verso el significado de cada figura, la observación entre los jugadores, los detalles del color, los gestos. y el temor a ganar o a perder, que a veces pierde el que gana.
Símbolos, siempre dominando lo simbólico.
Un placer.

Abrazos y felicidades.

He disfrutado mucho adentrarme en este poema tuyo, Rafel.
En particular, la forma como trasciende la situación, de un juego
a puerta cerrada entre dos personajes que se apuestan a sí mismos,
a un ámbito multisensorial que termina involucrando al lector en el tono
emocional de los jugadores. Excelente. Un abrazo.

Ahhh ok. Mea culpa.
Gracias por la aclaración.

Armilo Brotón escribió:Mi estimado Rafel, aunque el poema tenga ciertos versos descriptivos, que descubren al lector su contenido, lo despoja del absoluto oscurantismo, no deja de ser una obra neosimbólica que remata en alegoría. La estructura formal es muy cuidadosa: verso polimétrico, rimas asonantes distanciadas convenientemente, figuras retóricas que realzan la obra y sin embargo no agobian al lector con una densidad contraproducente a su lectura y placer.
Con respecto al contenido, me encanta jugar al mus, el mejor juego de cartas inventado. ¡Órdago a pares, pardiez! manque pierda.

Decía el gran Quevedo:

"Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición"

Es un buen comienzo o retome del asunto y no digas nunca el último ¡ostias! El penúltimo, estás viejo, sí, pero aguanta algún trueno, por si acaso.
Un abrazo, amigo, y salud.

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Muchas gracias, amigo Armilo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
No sé si es neosimbolismo. Jerónimo dice que mi estilo es una mezcla de todo y, bueno, no me disgusta, porque es lo que trato de hacer, mezclarlo todo. Digamos que quiero ser fiel a la escuela Alaire, también en la versificación. El lenguaje muy libre, la versificación lo más vanguardista que se pueda, pero dentro de unos parámetros conceptuales muy claros (no cerrados, sino claros).

Del juego, sí, el mus es muy divertido, en Mallorca tenemos un juego parecido que se llama truc. Como anécdota, he jugado mucho y muchos años, también en plan profesional; antes del periodismo y la publicidad lo quise probar por un tiempo, trabajé en el Casino, cuando lo abrieron, en 1978, y justamente tiré la primera bola (legal) de la historia de la ruleta en Mallorca, salió el 32. Estuvo bien pero al poco me resultaba bastante aburrido, así que, aprovechando un vacío legal, monté varios casinos, con lo que también fui el primero que tiró la primera bola ilegal en Mallorca.

En fin, no creo que sea un comienzo, probablemente todo seguirá siendo como siempre, solo que cada día nos quedan más anécdotas que contar... Sí, voy teniendo años, pero no paro ni un momento, total...
Abrazos.

Rafel Calle escribió:Habrá de ser celosa la pena de los naipes,
exiliado el farol más allá del carisma,
hipnótica figura de los ases,
verdugo de los reyes
en la inercia salvaje-
mente destructora de una partida
cuando las manos son veniales.

Sintiendo en el destino la razón
del triunfo o lo contrario,
de ser pero no estar,
tal dos observadores de un rictus muy ambiguo,
las bazas nos parecen improbables,
los envites certeza de castigo.

Por el rigor del verde,
hoy casi en albo convertido
de tanto jabón, tanta friega,
nos queda en el limpísimo trasiego
el tono incontestable de una puerta
cerrada. Tú y yo
y lo exánime de un cautivo.

A la luz del azar que antaño se esnifaba
sobre el vientre de Venus,
muy cerca de su ombligo,
la historia es un retorno
al valor de lo incierto, es hora de jugar
nuestro último envite:
con el futuro por testigo,
saber qué queda, en realidad,
de cuanto creímos sentido.

Evidentemente, el poema se halla estructurado sobre un argumento preestablecido, y el desarrollo, verso a verso, se combustiona con la más libre de la fantasía, con el ímpetu que se carga con el entusiasmo de saber que la verdad poética envuelve la historia que va naciendo. Un tema que bien pudo ser un invento de la imaginación se torna, sin embargo, en una realidad real, en un entramado humano creíble. La poesía tiene la característica de ir soltando poco a poco sus secretos intrínsecos. Y este poema, más allá de sentir que se trata de una historia de amor no resuelta, nos trasmite algo más que el simple devaneo amoroso: la complejidad existencial que sufrimos los seres humanos.
Me ha gustado mucho tu poema, Rafel. Lo he leído varias veces, y en ningún momento me sentí perdido en sus enigmas epistemológicos. Más bien, tuve la sensación de aprehender sus vericuetos alegóricos y de disfrutar de la emoción que provoca una obra verdadera. Entendiéndose "obra verdadera" como ese resplandor que nos impregna y nos hace reconocernos como seres conscientes del milagro de estar vivos. Así es: el poema produjo en mí un estremecimiento de cambio a mejor persona. Creo que tu poesía está creciendo hacia un estilo menos críptico, para bien de tus lectores fieles. Te felicito.

Un abrazo grande.
Óscar

Después de tanto y tan bueno que te han dicho solo me queda decir que me encantó el poema. Al principio me costó adentrarme en la primera estrofa, luego vino rodado el sentido de cada verso. Pase lo que pase, en la vida siempre queda la última jugada mientras estemos en ella. Felicidades, querido amigo, siempre tras la perfección.
Abrazos
Pilar