Editorial Alaire

Alguna vez tuvo nombre y piel,
fría caricia espectral
perfume desnudo de hembra
impregnando ámbitos de ausencia.

Susurros errantes de olvido
preguntan siempre lo mismo
sobre lo nunca perdido.

Alguna vez caminó y durmió a mi lado
antes de diluir sus sueños
y desdibujar mis pasos.

Incensario de solemnes rituales
calcina la osamenta perenne
de lo nunca obtenido.

Alguna vez fui mástil y vela,
hoy triste botín de naufragio
recolector de perfumes
impregnados en ámbitos de ausencia.

Muy valiosas todas estas "algunas veces", Arturo, para las que abro la puerta de los comentarios. Un abrazo.
Salud.

Me gustó el poema, Arturo. A mí me gustan las construciones sólidas en los poemas, las tuyas en este caso, con las estrofas 1,3, 5 edificando el poema y las 2 y 4 enunciando (lo nunca perdido, lo nunca obtenido) y la estrofa 5 rematando sobre la estrofa 1 a conciencia...
Bello, dulcemente bello en su tristeza.

Te mando un abrazo como un abrigo

Carmen

Excelente trabajo con varias partes diferenciadas que dan más brillo y consistencia al poema en sí.
Enhorabuena .

Hermoso y hondo poema que he leído con interés.
Abrazos
Pilar

Es un poema bellísimo lleno de nostalgia y añoranza por lo que se fue.
Triste melancolía que me ha gustado leer.
Felicidades, Arturo.
Abrazos.

Hermoso trabajo, amigo Arturo.
Abrazos.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Alguna vez tuvo nombre y piel,
fría caricia espectral
perfume desnudo de hembra
impregnando ámbitos de ausencia.

Susurros errantes de olvido
preguntan siempre lo mismo
sobre lo nunca perdido.

Alguna vez caminó y durmió a mi lado
antes de diluir sus sueños
y desdibujar mis pasos.

Incensario de solemnes rituales
calcina la osamenta perenne
de lo nunca obtenido.

Alguna vez fui mástil y vela,
hoy triste botín de naufragio
recolector de perfumes
impregnados en ámbitos de ausencia.

Gracias por la sincera entrega, Arturo.
Un abrazo