Uniendo caminos

[Ricardo López Castro]

Ey... Déjame ver cuál es mi camino...
Amor de sobremesa,
pura conversación entre cubatas,
cuando no, sangre y puñetazos.
La noche no es lo mío.

Mis propiedades brillan por su ausencia
-Nunca me han aclarado las ideas,
ni tampoco cegado, no puedo permitírmelo.-.

El resultado es más de lo que lees, más de lo que opinas.
Más de lo que mi vida significa,
como puedes ver, esto no es personal, ni va contigo.
Mis propuestas han sido rechazadas.

Siempre he sido ese chico que no se compromete.
Y me dije que antes del amor hay un paso.
Hubo días que luego fueron años y décadas.
Lo de mis pensamientos no tiene parangón.

Y por ellos no pasa nunca el tiempo.
¿Qué puedes enseñarme apareciendo en ellos?
Yo ya no estoy ahí.

Me resguardo, me alegra el sufrimiento.
Jamás podrá quitarme la razón.
Que sí. Que ya los tengo -Los cabos bien atados.-.

No penetro. Trasciendo.
Escarbé, pero nunca para huir.
Esto no han sido nunca mis más que merecidas vacaciones.
Me enfrenté, pero no a ti.

Solo sé que aprendí.
No la lección que muchos han querido.

Inconsciente de mí.
Radical para mí, sorteando los límites.
Sin ninguna intención. Es mi carácter.

¿Acaso es necesario cambiar?
Si te he roto en pedazos, culpa a tus esperanzas e ilusiones.
Así, podrás saber dónde encontrarme.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me gustó la contundencia que abre el poema:

"y... Déjame ver cuál es mi camino...
Amor de sobremesa,
pura conversación entre cubatas,
cuando no, sangre y puñetazos.
La noche no es lo mío"

Todo un placer de lectura, amigo Ricardo

Abrazos y salud.

[Rafel Calle]

Arriba con este hermoso trabajo, amigo Ricardo.
Abrazos.

[Ricardo López Castro]

Gracias amigo Ferreiro, y Rafel, por vuestros comentarios e impresiones.
Abrazos.