peter pan
Publicado: Mié, 01 Oct 2008 10:59
En el piso de arriba
el llanto de un niño
es el preludio de unos pasos
que caen de una cama
y soñolientos por el pasillo,
con el pecho abierto,
acuden a depositar
de nuevo en su cuna al silencio.
Los sigo con los ojos por el techo
extendiendo unos invisibles hilos
de ansiedad de fundirme
en ese extrañado calor
mezclado con tu olor.
Me incorporo como lo hacen los elefantes,
girando mi cuerpo
para poner mis pies descalzos
sobre la alfombra de Aladino;
enciendo la luz de la mesilla
y busco donde apuntar;
así es como comienzo mi carta a Peter Pan
-“había un niño que no sabia realmente de su padre
pues este se hallaba preso en el castillo de una malvada bruja”….-
no eso no, mejor decir …”que estaba en manos de unos crueles piratas
que secuestraban el tiempo de estar con su hijo
y las noches las pasaba escribiendo cartas
al niño que nunca termino de conocer
y los días mirando a través de los barrotes viendo a los buques partir del puerto
preguntándose si alguno de aquellos viajaría al mismo país
donde habita a quien él nunca dejaría de querer…”
…“en su mente convivían dudas dispares
que lo atormentaban
y otras veces lo consolaban,
como saber si libre al fin de su cautiverio
reconocerían sus ojos a los de su niño
o encontraría por el contrario los de un hombre,
con la cabeza ocupada en las cosas que los hombres la tienen,
con la mirada poco sincera y huidiza
de quien ya ha probado la verdad y la mentira,
si ya no le hará falta quien le enseñe nada
o no precise escuchar ya a nadie”…
…“lamentándose de su suerte efímera de saberse padre
y sino seria mejor unirse a los piratas
para condenarse eternamente a vagar por los mares
procurando combatir la soledad
haciéndose amigo de alguno de los gordos Ángeles
que se sientan en los mástiles sobre los aparejos de las velas,
con mal disimulada falta de curiosidad,
a contemplar como los mortales se afanan en sus labores”…
el llanto de un niño
es el preludio de unos pasos
que caen de una cama
y soñolientos por el pasillo,
con el pecho abierto,
acuden a depositar
de nuevo en su cuna al silencio.
Los sigo con los ojos por el techo
extendiendo unos invisibles hilos
de ansiedad de fundirme
en ese extrañado calor
mezclado con tu olor.
Me incorporo como lo hacen los elefantes,
girando mi cuerpo
para poner mis pies descalzos
sobre la alfombra de Aladino;
enciendo la luz de la mesilla
y busco donde apuntar;
así es como comienzo mi carta a Peter Pan
-“había un niño que no sabia realmente de su padre
pues este se hallaba preso en el castillo de una malvada bruja”….-
no eso no, mejor decir …”que estaba en manos de unos crueles piratas
que secuestraban el tiempo de estar con su hijo
y las noches las pasaba escribiendo cartas
al niño que nunca termino de conocer
y los días mirando a través de los barrotes viendo a los buques partir del puerto
preguntándose si alguno de aquellos viajaría al mismo país
donde habita a quien él nunca dejaría de querer…”
…“en su mente convivían dudas dispares
que lo atormentaban
y otras veces lo consolaban,
como saber si libre al fin de su cautiverio
reconocerían sus ojos a los de su niño
o encontraría por el contrario los de un hombre,
con la cabeza ocupada en las cosas que los hombres la tienen,
con la mirada poco sincera y huidiza
de quien ya ha probado la verdad y la mentira,
si ya no le hará falta quien le enseñe nada
o no precise escuchar ya a nadie”…
…“lamentándose de su suerte efímera de saberse padre
y sino seria mejor unirse a los piratas
para condenarse eternamente a vagar por los mares
procurando combatir la soledad
haciéndose amigo de alguno de los gordos Ángeles
que se sientan en los mástiles sobre los aparejos de las velas,
con mal disimulada falta de curiosidad,
a contemplar como los mortales se afanan en sus labores”…