Editorial Alaire

El pulso del amor es como el cosmos:
se contrae y se expande
en un latido abierto sideral,
infinito en su esencia eonaria.

Somos como galaxias
traviesas en su viaje laberíntico.

A veces estrechamos en la niebla
el abrazo de un cuásar sumergido
en el polvo estelar de las edades.

Otras veces sentimos
cómo nos columpiamos
en las nebulosas sin heridas
que pueblan los universos paralelos
y nos muestran leyendas de otros mundos
para despertar de nuestro sueño.

Adoramos el ritmo de los púlsares
que nos lleva por cúmulos abiertos
al descubrimiento de los códigos
que abren las compuertas estelares
en un hermoso umbral
hacia otras dimensiones.

Besamos los satélites
que cabalgan la sangre
de nuestros ancestros planetarios,
maestros de la magia,
los señores del tiempo y del espacio.

Vivimos en la frecuencia subatómica
que albergan las neuronas
con sus claves discretas,
ancladas en la oculta vibración
del genoma adherido a nuestro nombre.

Alfabetos de cráteres lunares
realizan sus historias
en la memoria suave de las noches.

En nuestra Vía Láctea
todos los crucigramas son de fuego.

En lugares de hielo habita el círculo
que busca en nuestro espíritu el instinto
más allá del apego.
Solo un amor de estrellas
diluido en el halo misterioso
del cinturón fotónico.


Ana Muela Sopeña

Qué bien se te da llevar el cosmos al poema aunque hables de amor. Un poema original y pleno de aciertos. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Ana Muela Sopeña escribió:El pulso del amor es como el cosmos:
se contrae y se expande
en un latido abierto sideral,
infinito en su esencia eonaria.

Somos como galaxias
traviesas en su viaje laberíntico.

A veces estrechamos en la niebla
el abrazo de un cuásar sumergido
en el polvo estelar de las edades.

Otras veces sentimos
cómo nos columpiamos
en las nebulosas sin heridas
que pueblan los universos paralelos
y nos muestran leyendas de otros mundos
para despertar de nuestro sueño.

Adoramos el ritmo de los púlsares
que nos lleva por cúmulos abiertos
al descubrimiento de los códigos
que abren las compuertas estelares
en un hermoso umbral
hacia otras dimensiones.

Besamos los satélites
que cabalgan la sangre
de nuestros ancestros planetarios,
maestros de la magia,
los señores del tiempo y del espacio.

Vivimos en la frecuencia subatómica
que albergan las neuronas
con sus claves discretas,
ancladas en la oculta vibración
del genoma adherido a nuestro nombre.

Alfabetos de cráteres lunares
realizan sus historias
en la memoria suave de las noches.

En nuestra Vía Láctea
todos los crucigramas son de fuego.

En lugares de hielo habita el círculo
que busca en nuestro espíritu el instinto
más allá del apego.
Solo un amor de estrellas
diluido en el halo misterioso
del cinturón fotónico.


Ana Muela Sopeña

Hermoso el poema, subyugante el ritmo. Gracias por compartir, Ana.
Un abrazo.

Muchas gracias, Pilar, por tus palabras.

Besos y abrazos y...

Feliz Navidad

Hermoso e interesante poema que nos acerca a los misterios y maravillas del universo. Mis felicitaciones, Ana. Un gran abrazo.

Muy bueno el final y estos versos para destacar:

En nuestra Vía Láctea
todos los crucigramas son de fuego.

Te felicito, Ana.

Aquí estoy, Ana, después de los años mil. Y estoy contento de hallarte y reencontrarme con tu poesía, tan sensible y emotiva. Me ha encantado este poema por el que te felicito.
Besos.

Jerónimo

Que bien te mueves en el universo de las galaxias, Ana.
Un disfrute leerte, compañera.

Abrazos enormes.

Esta galaxia Ana, es casi casi un infinito...emocional y sensible siempre como tu poesía.
Destaco las 3 últimas estrofas...que se quedan en nosotros y nos inundan en su magia.

Abrazos, Ana.

Carmen

Llevamos una cosmogonía dentro, solo hay que descubrirla. Me encantó el poema. Un abrazo, Ana, y feliz año nuevo.

Muchas gracias, Xaime por leerme y brindarme tus palabras.

Un beso enorme

Una excelente analogía poética, Ana.
Estamos en cosmos y a su vez lo contenemos en nuestra esencia.
Brillantemente hilvanado. Recibe un abrazo de feliz año nuevo.

Muchas gracias, Luis, por venir:

Un fuerte abrazo
Ana

Gracias por tus efusivas palabras, Ana:

Un beso enorme

Qué bien te manejas en los asuntos galácticos, amiga Ana, siempre hermosos y muy interesantes.
Te deseo un feliz 2021 y mucha salud.
Abrazos.