Editorial Alaire

¡Dejad que fluya el agua! ¡Que corra el río!
No detengáis su curso en el embalse,
que no pare su agua, que no remanse,
que morir en el mar es su desafío.

Fuente de agua clara en la montaña
creces con los torrentes de las laderas,
y alimentas la hierba cada mañana
de las tierras del valle y las praderas.

Llévate en tu corriente el alma mía
que se sentó hace tiempo en el camino,
y comparte con ella ese destino
de descubrir el cauce, día tras día.

¡Dejad que fluya el agua! ¡Que no se pare!
Que moldee las rocas duras y frías,
y que lleve y transforme en lejanos mares
las lágrimas de los nacidos en alegrías.

Me ha gustado ese fluir de aguas con esos hermosos versos.
Abrazos y felicidades.

Ese fluir como el agua en busca de cauce, mejor dicho haciendo cauce, es hermoso y llega. Un placer leerte.
Abrazos
PIlar

Me ha encantado Ulises, nos recorre su cauce anhelante hasta que encuentra la emoción y se desborda...
Muy bello.

Un abrazo

Simon Abadia escribió:Me ha gustado ese fluir de aguas con esos hermosos versos.
Abrazos y felicidades.

Muchas gracias amigo, siempre tan generoso con tus comentarios.
Recibo tu abrazo con alegría.
Sé feliz.

Pilar Morte escribió:Ese fluir como el agua en busca de cauce, mejor dicho haciendo cauce, es hermoso y llega. Un placer leerte.
Abrazos
PIlar

Muchas gracias Pilar por ser tú también río que me hace llegar su agua.
Abrazos.

Carmen López escribió:Me ha encantado Ulises, nos recorre su cauce anhelante hasta que encuentra la emoción y se desborda...
Muy bello.

Un abrazo

Aprecio mucho tu comentario Carmen. Tú siempre ves dentro de los cuadros.
Abrazos.

Hermoso trabajo, amigo Ulises.
Abrazos.