La felicidad

[Julio Bonal]

Nunca fuimos felices. O sí. Y cuándo.
Decimos, fui feliz, o lo he sido. Hablamos
de serlo en el tautológico modo
de hablar, la voz, la boca, recosidas
oquedades, y por supuesto sin
tabla alguna en que verdadero o falso
llegue a ser real, y lo real
(deslumbrador palabro que ensombrece
lo humano), del tejido mismo
que enhebra el óseo caparazón
de labios carmesí. Vivimos
para ser, qué? De eternidad a eternidad,
las horas, paradoja indeclinable,
revelan ser inmensidades bárbaras
de humedales y prados al servicio,
pareciera, de los seres enclavados ahí.
Pero éstos son frágiles, los dobla
cualquier viento menor, y aun si eso pudiera
resultar en brillo que de vez en cuando nos ciegue,
la herradura del tiempo y el plomo del ayer
nos nutren de ponzoñas exquisitas
(ajenas por su especie al desvarío que bombea
los corazones), y los lastran,
incluso aquellos que, aun doblándose,
y por ello quizá, se volverán a erguir,
pues no hay horror en tales tierras y mares
que por los siglos sin mancillarlos pase.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Antes de nada, bienvenido de nuevo amigo Julio, qué alegría verte de nuevo por estos foros!!!

"Pero éstos son frágiles, los dobla
cualquier viento menor, y aun si eso pudiera
resultar en brillo que de vez en cuando nos ciegue,
la herradura del tiempo y el plomo del ayer
nos nutren de ponzoñas exquisitas
(ajenas por su especie al desvarío que bombea
los corazones), y los lastran,
incluso aquellos que, aun doblándose,
y por ello quizá, se volverán a erguir,
pues no hay horror en tales tierras y mares
que por los siglos sin mancillarlos pase"

Un dura reflexión nos dejas en este poema: la felicidad, el dolor, la caída, el duro esfuerzo de la resilencia...

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Abrazos y salud.

[E. R. Aristy]

Nunca fuimos felices. O sí. Y cuándo.
Decimos, fui feliz, o lo he sido. Hablamos
de serlo en el tautológico modo
de hablar, la voz, la boca, recosidas
oquedades, y por supuesto sin
tabla alguna en que verdadero o falso
llegue a ser real, y lo real
(deslumbrador palabro que ensombrece
lo humano), del tejido mismo
que enhebra el óseo caparazón
de labios carmesí. Vivimos
para ser, qué? De eternidad a eternidad,
las horas, paradoja indeclinable,
revelan ser inmensidades bárbaras
de humedales y prados al servicio,
pareciera, de los seres enclavados ahí.
Pero éstos son frágiles, los dobla
cualquier viento menor, y aun si eso pudiera
resultar en brillo que de vez en cuando nos ciegue,
la herradura del tiempo y el plomo del ayer
nos nutren de ponzoñas exquisitas
(ajenas por su especie al desvarío que bombea
los corazones), y los lastran,
incluso aquellos que, aun doblándose,
y por ello quizá, se volverán a erguir,
pues no hay horror en tales tierras y mares
que por los siglos sin mancillarlos pase.

La felicidad no puede existir si la premisa es falsa. Cuando la premisa sea feliz llegaremos a la verdad de la felicidad. Tu poema es duro, bello, feliz, en que consigue comunicar la frustrada felicidad. de nosotros. Un abrazo grande, Julio Bonal. ERA

[Hallie Hernández Alfaro]

Nunca fuimos felices. O sí. Y cuándo.
Decimos, fui feliz, o lo he sido. Hablamos
de serlo en el tautológico modo
de hablar, la voz, la boca, recosidas
oquedades, y por supuesto sin
tabla alguna en que verdadero o falso
llegue a ser real, y lo real
(deslumbrador palabro que ensombrece
lo humano), del tejido mismo
que enhebra el óseo caparazón
de labios carmesí. Vivimos
para ser, qué? De eternidad a eternidad,
las horas, paradoja indeclinable,
revelan ser inmensidades bárbaras
de humedales y prados al servicio,
pareciera, de los seres enclavados ahí.
Pero éstos son frágiles, los dobla
cualquier viento menor, y aun si eso pudiera
resultar en brillo que de vez en cuando nos ciegue,
la herradura del tiempo y el plomo del ayer
nos nutren de ponzoñas exquisitas
(ajenas por su especie al desvarío que bombea
los corazones), y los lastran,
incluso aquellos que, aun doblándose,
y por ello quizá, se volverán a erguir,
pues no hay horror en tales tierras y mares
que por los siglos sin mancillarlos pase.

Llego con alegría inmensa al poema porque es tuyo y tu palabra me hace parpadear/reconstruir, disfrutar los puntos de absoluto encuentro.
Felicidad absorta en la brevedad, frágil la humana consciencia, real el hito de lo que hemos subjetivado, lo que siempre estuvo y un día cualquiera extiende su ramaje afectivo o encoge el telómero de su propia esencia.
El tiempo, querido amigo, el tiempo es capaz de retornar a la naturaleza mancillada, a los pasos en el lodo, al primer te quiero; no sé si busca un cese de batalla o un simple transcurrir...
Tal vez, vivimos para iniciarnos en la templada exuberancia del aire, en los ritos del agua, en el fuego necesario que calienta la tierra.

He volado con el poema, querido Julio.
Gracias por hacerlo posible.

Una forta abraçada.

[Antonio Arjona]

Una excelente presentación, digna de grandes aplausos. Me gustó tu obra. Enhorabuena.

[Javier Dicenzo]

Bienvenido a nuestros foros, filosófica y existencial poema y profundidad de obra.

[Simon Abadia]

Hermoso trabajo que capta toda tu reflexión
Un placer disfrutarlo.
Abrazos

[Pilar Morte]

Un poema auténtico y duro sobre la construcción del nosotros a través del tiempo. Me gustó leerte.
Abrazos
PIlar

[Carmen López]

Sin dudas un magnífico poema, real y contundente. Está muy bien construido, de principio a fin, no puede resaltarte nada, porque todo es destacable en él, un trabajo de orfebrería de la buena.
Bueno, que me gustó mucho.

Un saludo.
Carmen

[Rafel Calle]

Arriba con este trabajo de Julio Bonal, que propone todos los atributos de su mejor poesía.

[Hallie Hernández Alfaro]

Cuando el sábado hace acopio de buena poesía, he llegado con La felicidad de JB a primera página.

Una forta abraçada.

[Ventura Morón]

Que interesante este poema, en fondo y forma. Me ha sorprendido su construcción, y la sorpresa ha sido muy grata. Me gusta mucho el ritmo que has impreso, con todas esas pausas dentro del verso. Un sentimiento de vaivén en el lenguaje que produce un sutil juego sonoro y de significado. Fuerza en el mensaje, realmente un poema para volver, cosa que haré.
Gracias por volver al foro, un placer que estés.
Un abrazo

[Alejandro Costa]

Un poema serio que penetra muy dentro.

Un abrazo.

[Julio Bonal]

J.J.M., gracias por dejar tu valiosa huella.
Era, compañera, aprecio más que mucho tus palabras, o más.
Hallie, que generosa siempre, contigo vuelo, sin alas y sin plomo en ellas.
Antonio, aplausos, para los grandes, sólo soy un amateur, y me aplasta el tiempo. Gracias.
Javier, agradecido por el aliento, me empuja.
Simón, gracias por tu breve y precisa presencia: pesa.
Pilar, agudo lo tuyo, gracias, me sostengo en tu nombre.
Carmen, gracias, no me acaricies tanto, que tiemblo.
Rafel, eres el prozac auténtico de todo versista. Sigue iluninándonos.
Hallie, fuente, remanso y río. Cuídate.
Ventura, un más que buen poeta que me deja huella, gracias.
Alejandro, Gracias por dejarte penetrar (en el buen sentido, por supuesto).

Una abraçada a tots.

[Armilo Brotón]

Me vino a la cabeza, Julio, al leer tu buen poema aquel famoso soneto de Quevedo “¡Ah de la vida!”, por el contenido. La vida, la felicidad mirada con la perspectiva del tiempo que pasa. Mi reflexión es que el acento sentimental lo ponemos según el estado emotivo en que nos encontramos y ahora parece que no es el mejor. Seguro que hablar de la felicidad en forma general es un palabro pero sí creo que hay momentos felices.

Un abrazo y salud