Historia de un trastorno (Alma en stand by)
Publicado: Mié, 25 Nov 2020 10:00
No te quiero en mi cabeza, que rijas y dirijas lo que no es a tu imagen y semejanza.
Porque formas parte de una terapia sin fin, en la que la trascendencia huele a culo cagado.
El pánico que me acompaña fuera de mis pensamientos no es por la medicación, ni por mis delirios o paranoias.
Eso es miedo escénico, porque aquí está la vida, llamando una y mil veces a mis ojos.
No pierdo ni perdí en mi mirada la ilusión por las cosas que tú hacías -Todopoderoso-, imposibles.
Nadie te inventó, que al menos esté documentado.
Me centro en mi universo, y no admito un no por respuesta.
Que tú quieras proseguir con tu soberbia, me parece magnífico, pero mi inteligencia es másfuerte y sutil que todo eso.
Ella siempre se ha dedicado a pragmatizar las cosas.
Tu imagen de castigador, la mía de masoquista.
Existes en mi mente.
Solo ahí.
Pero mi cerebro actúa con los sentimientos por delante.
Esto es, por más que enrevese la realidad, siempre quedará el pavor que me une a ella.
Y es que a veces pienso que eres como el amor:
"Un pensamiento mutuo."
No soy tu recadero, me he buscado las habichuelas para seguir anclado a la existencia.
Si alguien quiere romper este lazo, aparte de mí, aparte de los impulsos que me has inculcado, que me he inculcado,tiene fácil arreglo y solución mandarte a frir espárragos.
Tu persistencia por un lado, mis ideales por otro.
Eres un pensamiento al que recurro en horas bajas, cuando a nada le encuentro sentido.
Pero ahí estás tú, oh, panacea, para sorberme el coco.
Saboreas la vida al menos.
Yo ahora estoy en otro nivel, lejos de ti y de tus atributos.
Somos solo tú y yo.
No olvides que yo te he dado la vida, y que somos una misma persona.
No voy a perdonarte ni olvidarte, soy tan sumamente enigmático que no has conseguido jamás penetrar en mí.
Porque formas parte de una terapia sin fin, en la que la trascendencia huele a culo cagado.
El pánico que me acompaña fuera de mis pensamientos no es por la medicación, ni por mis delirios o paranoias.
Eso es miedo escénico, porque aquí está la vida, llamando una y mil veces a mis ojos.
No pierdo ni perdí en mi mirada la ilusión por las cosas que tú hacías -Todopoderoso-, imposibles.
Nadie te inventó, que al menos esté documentado.
Me centro en mi universo, y no admito un no por respuesta.
Que tú quieras proseguir con tu soberbia, me parece magnífico, pero mi inteligencia es másfuerte y sutil que todo eso.
Ella siempre se ha dedicado a pragmatizar las cosas.
Tu imagen de castigador, la mía de masoquista.
Existes en mi mente.
Solo ahí.
Pero mi cerebro actúa con los sentimientos por delante.
Esto es, por más que enrevese la realidad, siempre quedará el pavor que me une a ella.
Y es que a veces pienso que eres como el amor:
"Un pensamiento mutuo."
No soy tu recadero, me he buscado las habichuelas para seguir anclado a la existencia.
Si alguien quiere romper este lazo, aparte de mí, aparte de los impulsos que me has inculcado, que me he inculcado,tiene fácil arreglo y solución mandarte a frir espárragos.
Tu persistencia por un lado, mis ideales por otro.
Eres un pensamiento al que recurro en horas bajas, cuando a nada le encuentro sentido.
Pero ahí estás tú, oh, panacea, para sorberme el coco.
Saboreas la vida al menos.
Yo ahora estoy en otro nivel, lejos de ti y de tus atributos.
Somos solo tú y yo.
No olvides que yo te he dado la vida, y que somos una misma persona.
No voy a perdonarte ni olvidarte, soy tan sumamente enigmático que no has conseguido jamás penetrar en mí.