Editorial Alaire

Dos palabras bastan para cambiar el rumbo.

Es fácil,
solo debes dejar que acaricien la herida,
arroparlas, ser cómplice de su significado,
dejar que se deslicen
del balcón
de tus labios
a mis venas abiertas;
que planeen a oscuras, que rebasen sus límites
y se posen al pie de la última sombra.

Un artículo, un verbo desleídos
a puro de mojarse
en un whisky de palabras marchitas
han podido enterrarnos en su ciénaga lúgubre.

Pero sonó un estruendo
y una hilera de avispas liberó su ponzoña
en la diana de un sueño.

Te pido dos palabras,
dos palabras, y un beso que revierta
el disparo.

Es fácil, solo debes
no dejarlas morir.

Me alegra ser la primera en comentar la belleza del poema. Te añoramos todos cuando no estás. Los versos hacen regresar al amor que resistió. Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Coincido con, Pilar, es un poema muy hermoso. Felicidades y un abrazo.

Muchas gracias, Ramón. Me alegra que te guste el poema.

Un abrazo.

Gracias por tu huella, querida Pilar. Agradezco de corazón tus palabras. Sabes que siempre estoy por aquí, aunque permanezca en silencio.

Abrazos.

Un trabajo interesante y bien trabajado, muy buena propuesta.

Rosa Marzal escribió:Dos palabras bastan para cambiar el rumbo.

Es fácil,
solo debes dejar que acaricien la herida,
arroparlas, ser cómplice de su significado,
dejar que se deslicen
del balcón
de tus labios
a mis venas abiertas;
que planeen a oscuras, que rebasen sus límites
y se posen al pie de la última sombra.

Un artículo, un verbo desleídos
a puro de mojarse
en un whisky de palabras marchitas
han podido enterrarnos en su ciénaga lúgubre.

Pero sonó un estruendo
y una hilera de avispas liberó su ponzoña
en la diana de un sueño.

Te pido dos palabras,
dos palabras, y un beso que revierta
el disparo.

Es fácil, solo debes
no dejarlas morir.

Sugiere volúmenes de lo indecible entre la pareja. Es un poema simbiotico ropiendose dura y dolorosamente. Como siempre, tu privilegiada pluma nos detiene a sentir y a pensar, a veces esas dos cosas se desconectan, no contigo. querida poeta. Un abrazo grande, Rosa. ERA

Enorme, querida Rosa, enorme.

Sé que me ves, aplaudiendo con emoción, cerca de ese bar donde cominos con Pablo, el viernes 9 de diciembre (Atocha 2016).
Técnica, nivel, talento, evolución; todo eso es la gran poética Marzal. No exagero ni un poco eh. Lo tuyo es de otro mundo, siempre lo he sostenido.

Abrazos y mil gracias por compartir.

Muchas gracias por tu paso, Javier. Me alegra que te guste este poema.

Un abrazo.

Muchas gracias por tus palabras, querida Roxanne.

Un gran abrazo, amiga.

Hallie, querida amiga, cuatro años ya que nos conocimos en persona ¡cómo pasa el tiempo!
Recuerdo perfectamente esos instantes que tuve el privilegio de compartir con Pablo y contigo.

Sabes, no tengo palabras suficientes para agradecer tu apoyo incondicional. Eres enormemente generosa con mis intentos poéticos.

Un gran abrazo.

Es un trabajo muy hermoso Rosa, muy bellamente facturado.
Contiene una máxima al principio, que es muy hermosa, me encantan los poemas que hacen eso pq generan una expectativa alta en el lector que los recibe, pero a la vez siempre son un riesgo.
En este caso tanto el cuerpo del poema, como el cierre circular son magníficos.
Me gustó pasar por el poema, y contemplar su belleza.

Abrazos, Rosa.

Carmen

Luce tu poesía en esta suerte de acertijo que planteas, amiga Rosa. Desde una inmaculada versificación, hasta la creatividad rítmico-literaria, Dos palabras argumenta una petición oral que reivindique su conciencia sanadora. Dicen que el amor todo lo cura, un te quiero para untar las heridas, para apaciguar los estruendos...

Las relaciones humanas —siempre de gran cercanía— son un manantial de inspiración para tus obras. Dada la enorme confidencialidad con la que tu poeta trata sus asuntos, al final, se sabe el qué, el cómo... pero no se puede saber con quién y resulta complicado saber el porqué.

Ciertamente, el simbolismo es muy apropiado para envolver el mensaje con un elemento impermeable, solo los protagonistas (autor y receptor) puede aprehenderlo en su realidad. Nos pasa a muchos, Pilar, Hallie, Ferreiro, un servidor... y, bueno, quizá se da algo parecido en todos los autores simbolistas, si bien, algunos lo delatan en el título, como Ramón Carballal, que, de esta forma, consigue que el lector tenga una referencia clara, a la hora de abordar un lenguaje sumamente cognoscitivo.

En fin, me alegro mucho de leer un nuevo poema tuyo, siempre tú en la evocación grande, sanadora.
Felicidades.
Abrazos.