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Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Lun, 16 Nov 2020 16:58
por Ana García
Aquí estamos, otra vez, Armilo. Frente al reto. Suerte, la vas a necesitar.

Javier es un tipo más bien antipático a la vista y al olfato.
Sueña con una mujer y abre bien los ojillos cuando cree sentirla entre las sábanas bajo el manto oscuro de la noche. Es muy cómico verle así, agazapado, como un gallo de pelea sin enemigo al que picotear, bajo el humilde crucifijo de hierro.
Con persistencia brutal persigue hacer a esa dama desconocida parte de su existencia, de su foto personal, la que se decolora, amarilleada, por sus sesenta años recién cumplidos.
Cree que es morena y le pinta Los ojos verdes y rasgados de un gato atigrado en el marco de la ventana. La llama amor mientras se masturba en su vieja cama de hierro forjado.
Hoy, Javier, tiene los nervios en línea quebrada y escalofríos a pesar de la calurosa temperatura. Decide salir en su busca, tiene que estar en la verbena del barrio y él la piensa encontrar.
Música, los instrumentos chirriando a rabiar, el olor alimonado impregnando la escena y el sueño de unos besos, robados, infantiloides, bajo los arbustos de la derecha.
En ese momento, Javier muerde fuertemente su pitillo y lo rompe en dos, mitad dentro, mitad fuera. El sabor del momento quema en las venas, el sabor del cigarro entre los dientes cariados y la lengua que chasca.
La ha visto, ¡sí! Es ella.
Escupe la hierba. Se acerca alargando la mirada y agriando el gesto, como ha visto hacer a Humphrey Bogart en Casablanca.
—Hola, ¿cuál es tu nombre, muñeca?
Ella está a punto de troncharse, pero guarda la compostura y tras una tos breve y tranquila anuncia:
—Eva, me llamo Eva, ¿y tú?
—Yo soy Javier, el cartero, para servirle a usted y al correo.
Ella luce un vestido floreado, de oscilación, estrenado en su graduación. Cinturón y zapatos a juego, perfectamente combinados con su maquillaje y un labial rojo pasión.
—Vaya, señor cartero y… ¿tiene alguna carta para mí? —pregunta ácida mientras se vuelca hacia delante mostrando sus encantos.
—¿Quieres bailar? —pregunta Javier sorprendido por el desparpajo de la joven a quien soñaba ñoña, olvidando cómo se desenvuelve Bogart en el cine.
—No, prefiero hablar contigo, vamos a dar un paseo.
Eva, con gesto resuelto, recoge su bolso de la barra del bar provisional y se aprieta contra Javier. Así de empalagosos caminan por el centro de la plaza, esquivando rumores negros.
Sus labios están tan rojos que parece que van a reventar y Javier le pide permiso para besarlos.
Ella lo mira entre la risa y la confusión: —¿para qué se pensará que le he traído hasta los arbustos?
Tras besarla repetidas veces, casi succionándola, intenta reentablar conversación para recobrar el resuello. Pero ella se le adelanta:
—Si quieres más son cien euros, más el sello de regalo, señor cartero.
Javier parpadea tan rápido que está a punto de perder el conocimiento. Intenta irse lo más rápidamente posible, pero Eva le sujeta.
—Si te vas sin pagar gritaré lo más fuerte que pueda. Soy menor de edad e intentas violarme ¿a quién crees que van a creer?
Temblando, Javier saca su cartera y la entrega todo lo que lleva.
Echa a correr mientras le parece que todas las bocas de su alrededor son cajas de risa y que los ojos ajenos se marcan en su estúpida carne.

Ya de noche y a salvo en su cama, Javier sueña con ella. Esta vez se promete que lo primero que pedirá será su carné de identidad y que no llevará exceso de maquillaje.

En una calle estrecha, oscura y sucia, que enfrenta dos enormes bloques de pisos, cargados de cemento, ladrillos, ventanas y cristales; en el tercer piso, un hombre sin afeitar, mayor y con aires de estar cansado de esperar, apoyado en la barra, habla con Eva que se encuentra en el balcón contiguo. Están separados por un delgado tabique de ladrillos y por una pila de años.
—¿Tú sueñas, Evita?
—Pues claro, señor Vicente, como todo el mundo. A veces, me imagino estrenando vestidos como el que llevaba ayer a la graduación. ¡Qué Dios se lo pague! Ha sido un gran regalo y mi madre dice que si no fuera por usted…
—¡Calla, calla! Hay sueños que son más reales que la propia vida —apunta el viejo mientras apaga el último cigarrillo en la maceta—. ¿Vendrás a tomar café, como el otro día, Evita?
—¡Uf! ¿No tiene calor, señor Vicente? Comienzo a sentir agobio. Creo que voy a entrar. No le importa, ¿verdad? Quiero mirar un portátil que necesito para ir a clase. Mi madre ha subido la publicidad que estaba en nuestro buzón.
—Qué va, hijita. Yo me quedo un rato más. Mañana nos vemos, ¿verdad? Y me enseñas ese ordenador del que hablas.
—¡Claro que sí! Salgo y charlo con usted.

Re: Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Lun, 16 Nov 2020 17:23
por Armilo Brotón
Muy bueno Ana, me ha encantado. Genial la trama y el retrato de los personajes. ¡Qué maestría niña! Sólo por leerte merece la pena el reto que totalmente tuyo.
También me gustaron mucho los diálogos, sobre todo el último, con ese cierre magistral.
Felicidades gitanilla, eres una crack. Me gusta aprender.
Besazo

Re: Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Lun, 16 Nov 2020 18:24
por Arturo Rodríguez Milliet
Excelente aproximación al estereotipo actualizado
de una "Lolita" cuya luminosidad en el juego de la seducción
se destaca por el contraste grisáceo de los lastimosos personajes masculinos.
Disfrute mucho su lectura, Ana. Un abrazo.

Re: Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Mié, 18 Nov 2020 20:07
por Ana García
Arturo Rodríguez Milliet escribió:Excelente aproximación al estereotipo actualizado
de una "Lolita" cuya luminosidad en el juego de la seducción
se destaca por el contraste grisáceo de los lastimosos personajes masculinos.
Disfrute mucho su lectura, Ana. Un abrazo.
Tal y como dices, Arturo, he presentado dos personajes masculinos cuya ignorancia, soledad y desesperación sean el caldo de cultivo para ser engañados por una cría.
Quiero creer que una persona con dos dedos de frente capta el engaño a la primera.
Gracias por tu atenta lectura y comentario.
Un abrazo.

Re: Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Jue, 19 Nov 2020 6:57
por Ana García
Armilo Brotón escribió:Muy bueno Ana, me ha encantado. Genial la trama y el retrato de los personajes. ¡Qué maestría niña! Sólo por leerte merece la pena el reto que totalmente tuyo.
También me gustaron mucho los diálogos, sobre todo el último, con ese cierre magistral.
Felicidades gitanilla, eres una crack. Me gusta aprender.
Besazo
Te pido disculpas, Armilo. No fue mi intención saltarte, ¡cachis!
Gracias por tus palabras, pero yo creo que ha sido un empate. Vamos a tener que desempatar y ahí va a estar lo difícil porque supongo que el siguiente reto será poesía (o sea tu terreno).
He querido plasmar dos visiones muy, muy diferentes de la vida en mis personajes. Lo hablábamos el otro día (qué bueno es para mí hablar del reto después de subir el tema. Aprendo y comparto contigo lo poco o mucho que sabemos de algo en concreto), Hablábamos, decía, sobre la poca experiencia de vida que tenían mis personajes para ser engañados tan fácilmente. "Las enseñanzas de Lolita" bien se podían haber extendido a Eva. A la niña-mujer-vieja que es. La necesidad se junta con el fuerte deseo y ya tenemos el caldo.

Sin embargo, tu Lolita es dulce, su intención es un juego, un inicio de poderío. Y el hombre es un recuerdo, su cuerpo recuerda las sensaciones y al final se contiene y llega alegre a su casa. Aceptando el paso del tiempo.

Qué dos lolitas tan diferentes.
Gracias por el reto y el debate, siempre es un placer hablar contigo.
Un besazo.

Re: Las caras de Eva (Reto: Lolita)

Publicado: Jue, 19 Nov 2020 13:13
por Armilo Brotón
Ana García escribió: Sin embargo, tu Lolita es dulce, su intención es un juego, un inicio de poderío. Y el hombre es un recuerdo, su cuerpo recuerda las sensaciones y al final se contiene y llega alegre a su casa. Aceptando el paso del tiempo.
Qué maestría niña para resumir en pocas palabras el corto.
Un besazo