Editorial Alaire

El tintineo de tu bisutería se me mete en el camino
igual que los pantalones de polipiel y la memoria
-los recuerdos y los recuerdos y más recuerdos-
en la complicidad de un alto al fuego.

Ahora mismo me queda hormigón y firmamento, gris,
gris cielo y gris cemento.
-¿Dónde dejaste el horizonte?-

Los iris estirados
como un código de barras
cantan sobre un futuro y sobre el agua,
sobre el agua plana, sobre la afinación de las mareas.

Pero hoy no hay dragones, ni escarlata...
porque las semanas, a veces,
son como una hidra
de 7, 24, 60 cabezas...

Ya llegaran tiempos mejores,
ya llegará la aurora y sus corceles
a enterrar las heridas con sus cascos,
y después el arado, el agua transparente;
las manos y semillas hundidas en el fango...
Ya llegará la luz, salga del cielo,
la tierra o mi garganta.

Sigue doliendo la belleza en versos capaces y densos, Àlex.
Apuesto por la luz que llegará de tu garganta.

Abrazo y salud a montones.

Un poema que destila melancolía hasta esa estrofa final donde renace la esperanza. Buenos versos, Álex, que me ha encantado leer. Un abrazo.

Melancólicos versos que, pese a ello, transmiten toda la belleza de la que es capaz de plasmar el poeta.
Enhorabuena

"Ya llegaran tiempos mejores,
ya llegará la aurora y sus corceles
a enterrar las heridas con sus cascos,
y después el arado, el agua transparente;
las manos y semillas hundidas en el fango...
Ya llegará la luz, salga del cielo,
la tierra o mi garganta"

Selecciona el cierre, pero todo el poema es una excepcional obra poética.

Todo un placer de lectura, amigo Alex.

Bello e interesante trabajo, amigo Álex.
Abrazos.

Me ha gustado mucho el poema, encuentro muy bien hilados los versos que siento inteligentes y logrados. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Àlex Gállego escribió:El tintineo de tu bisutería se me mete en el camino
igual que los pantalones de polipiel y la memoria
-los recuerdos y los recuerdos y más recuerdos-
en la complicidad de un alto al fuego.

Ahora mismo me queda hormigón y firmamento, gris,
gris cielo y gris cemento.
-¿Dónde dejaste el horizonte?-

Los iris estirados
como un código de barras
cantan sobre un futuro y sobre el agua,
sobre el agua plana, sobre la afinación de las mareas.

Pero hoy no hay dragones, ni escarlata...
porque las semanas, a veces,
son como una hidra
de 7, 24, 60 cabezas...

Ya llegaran tiempos mejores,
ya llegará la aurora y sus corceles
a enterrar las heridas con sus cascos,
y después el arado, el agua transparente;
las manos y semillas hundidas en el fango...
Ya llegará la luz, salga del cielo,
la tierra o mi garganta.

Me gusta la poesía que valora las emociones grises ya que eso es el peso de a vida, la traba, la saga, la locura, la ansiedad, la depresion, la paralisis, lo imposible, el vacio, donde sufre la luz sus transformaciones. Considero que haces un estudio profundo que nos ilumina. Un abrazo grande, querido Alex. ERA