Editorial Alaire

...

Un día sucedió algo
que alguien quiso que no supieran otros.

Alguien descubrió algo.
Alguien robó algo.
Alguien mató a alguien.

Nació el secreto y del secreto nació la intriga.
De la intriga otro secreto
y del secreto otra intriga.

De la intriga el poder, del poder el abuso;
del abuso el engaño,
del engaño la insidia.
De la insidia el ultraje, del ultraje el dolor.

Y Tántalo vendió los secretos de los dioses,
y los mortales compraron los secretos,
y la miseria se extendió entre los hombres.

..

Alguna vez sucedió ese caprichoso o justificado origen, esa primera piedra, esa sílaba fundacional.

Me gusta como se correlacionan y se enlazan los actos. La unidad parece obvia pero la desconexión puede ser una guerra fría y cegadora.

Gracias por estar, Ignacio.

Abrazos y mucha salud.

Yo, como casi soy de pueblo, conozco bien la extrema fragilidad de los secretos, jeje. Pero sí, ciertamente son un potente detonador y causa de muchas miserias humanas. Buen poema, Ignacio, inteligente en su desarrollo y con fondo interesante, como a mí me gustan.
Un fuerte abrazo.

El poema tiene algo de humor y de desolación, y está muy bien desarrollado.
Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Hola Ignacio,

Me ha gustado mucho tu poema, me encantan los poemas que encarnan referencias mitológicas, en este caso Tántalos , que robó sus secretos a los dioses en un banquete y los dio a conocer a los hombres. Por ello y por haber cometido además los tres grandes pecados de la mitología griega: ofender a un huésped (contando sus secretos), hacer daño a un niño (matando a su hijo) y desafiar a los dioses robando su ambrosía, fue condenado eternamente a la insatisfacción de sus tentaciones. El castigo fue para él y toda su descendencia , repitiéndose así el mito eternamente entre los hombres.
Me ha gustado especialmente la disposición del poema, no ofreciendo el mito al principio del poema, así el lector asiste primero a tus reflexiones, en la que llegas con inteligencia hasta el dolor, para ofrecer allí la resolución del mito (una perlita con efecto, bien pensado).
Y sí, es eterno este mito y ha llegado a nuestros días, somos tan voraces, tan completamente insatisfechos que vamos de una tentación a otra incrementado nuestra miseria hasta llegar al dolor, muchas veces por cosas materiales que no nos harán en nada más felices.

Me gustó venir.

Un abrazo.

Carmen

Y Tántalo vendió los secretos de los dioses,
y los mortales compraron los secretos,
y la miseria se extendió entre los hombres.

Una poética de mucha enjundia reflexiva. En unos cuantos versos el poeta nos muestra la reacción en cadena de la miseria humana.

Un poema para enmarcar, gran Ignacio.

Abrazos y salud.

Me gustó mucho el poema Ignacio, la concatenación de las ideas y el final brillante. Muchas gracias por compartirlo.

Un abrazo

Ignacio Mincholed escribió:...

Un día sucedió algo
que alguien quiso que no supieran otros.

Alguien descubrió algo.
Alguien robó algo.
Alguien mató a alguien.

Nació el secreto y del secreto nació la intriga.
De la intriga otro secreto
y del secreto otra intriga.

De la intriga el poder, del poder el abuso;
del abuso el engaño,
del engaño la insidia.
De la insidia el ultraje, del ultraje el dolor.

Y Tántalo vendió los secretos de los dioses,
y los mortales compraron los secretos,
y la miseria se extendió entre los hombres.

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La ignorancia se manifiesta cuando creemos que creemos . Es un secreto que lo que se oculta adrede es para fundirnos de búsquedas útiles. Tu poema es una verdad . Me conmueve tus profunda s editaciones, Ignacio. Un abrazo grande, ERA

Inteligente concatenación de conceptos,
para un cierre magistral. Un poema prístino en forma y contenido.
Me gustó mucho tu poema Ignacio, un abrazo.

Bueno este poema mi querido Abad. Compruebo, con satisfacción, que los mitos clásicos siempre están de actualidad; no dejan de ser una forma de humanismo, aunque yo prefiera un buen chuletón de Ávila a comerme a Pélope; la curia y sus cosas: grandes degustadores como es tu caso. Tengo la duda: ¿Qué vino serviría Tántalo en el monte Sípilo para que maridara con su hijo? Ojalá tú, gran erudito, que estás tan al tanto de estos detalles, me pudieras ilustrar; quizá fuera de la Ribera Sacra donde el Apóstol Santiago, referente en mis oraciones, dicen que dejó caer milagrosamente una gota de su sangre de donde surgió la incomparable, cristiana y lírica Merenzao.
Un abrazote y salud

Gracias a ti, Hallie, siempre atenta en lecturas y comentarios.

Un abrazo.
Ignacio

Cuando uno lee este excelente poema tiene la impresión de que sus versos son radiactivos, con reacciones en cadena provocando un pavoroso fogonazo final como si de una bomba atómica se tratase.
Saludos cordiales y mucha salud, amigo y admirado poeta.