Editorial Alaire

Quería luz por la noche,
cuando seis años tenía,
y su madre sin reproches
le había dado hace días

una de esas blancas luces,
que pegas en las paredes,
y aunque no tienen enchufes
apretando las enciendes.

Y fue entonces que inventó
su juego más divertido:
jugar a esconder su sombra,
ser Peter Pan que ha vencido.

Colocando su bombilla,
en muy distintos lugares,
se alineaba con la luz
porque su sombra menguase.

La victoria era lograr
desvanecerla del todo,
aunque fuese un sólo instante.
Pero no encontraba el modo.

Cuando su madre le daba
las buenas noches y un beso,
y salía, él pensaba,
como lograr su deseo.

Pegaba la luz al techo.
Y se ponía debajo.
Y se quedaba muy quieto,
y así se estaba un buen rato.

Creía haberlo logrado,
pero al final advertía,
que nariz, o manga, a un lado,
aún pequeña sombra hacían.

Noche tras noche ideaba
muy distintas posiciones,
pero siempre hallaba sombras
de pequeñas proporciones.

De esta forma concluyó
que era imposible misión:
lograr ocultar su sombra
no era más que una ilusión.

Pero de pronto ocurrió,
como siempre en esta vida,
que encuentras la solución
pues sólo estaba escondida.

Carlos, que así se llamaba,
nuestro niño de seis años,
se encontraba de acampada
por lugares de ermitaños.

Ya se había hecho de noche.
cuando a su lado observó,
unas luces que volaban,
y asombrado se quedó.

Aquellos seres pequeños,
volando en la noche azul,
no proyectaban sus sombras
tan sólo emitían luz.

Enseguida preguntó,
quienes eran esos bichos
y oyó llamarlos luciérnagas,
a su lado, a algunos chicos.

Y fue así que en ese instante,
logró quitarse su cruz:
si no quieres tener sombra
tú tienes que ser la luz.

Ahora han pasado los años.
Y Carlos es escritor.
Y ha fundado una revista,
y es su orgulloso editor.

Se la dedica a los niños,
y luciérnagas se llama.
Y su línea editorial,
sólo tiene una proclama:

escribir luz, que elimine,
las sombras de alrededor.
Y esta es su bonita forma
de hacer el mundo mejor.

Interesante el hallazgo de Carlos. Es emotivo como cierra el poema. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Es un poema suave, con un mensaje hermoso.
Creo que va directo a nuestro niño interior; pienso también que la sombra es fundamental para el crecimiento humano.

Un abrazo y mucha salud.

Ahora han pasado los años.
Y Carlos es escritor.
Y ha fundado una revista,
y es su orgulloso editor.

Se la dedica a los niños,
y luciérnagas se llama.
Y su línea editorial,
sólo tiene una proclama:

escribir luz, que elimine,
las sombras de alrededor.
Y esta es su bonita forma
de hacer el mundo mejor

Un poema didáctico y bello y muy hermoso su mensaje.
Abrazos

¿Cómo vamos a poder apreciar la luz si nos quedamos sin sombra? La necesitamos. La vida es un poco de todo, a veces un mucho de lo malo como en estos momentos.
Un buen cuento para esos niños de seis años.
Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Interesante el hallazgo de Carlos. Es emotivo como cierra el poema. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Gracias amiga. Y brazos también para ti.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Es un poema suave, con un mensaje hermoso.
Creo que va directo a nuestro niño interior; pienso también que la sombra es fundamental para el crecimiento humano.

Un abrazo y mucha salud.

Gracias por tu comentario Hallie. Te confieso que el poema tiene algo de autobiográfico, así que te agradezco la referencia al niño interior que en mi caso aín quiero sentir.

Simon Abadia escribió:Ahora han pasado los años.
Y Carlos es escritor.
Y ha fundado una revista,
y es su orgulloso editor.

Se la dedica a los niños,
y luciérnagas se llama.
Y su línea editorial,
sólo tiene una proclama:

escribir luz, que elimine,
las sombras de alrededor.
Y esta es su bonita forma
de hacer el mundo mejor

Un poema didáctico y bello y muy hermoso su mensaje.
Abrazos

Gracias amigo. Me alegro que te guste el mensaje.

Ana García escribió:¿Cómo vamos a poder apreciar la luz si nos quedamos sin sombra? La necesitamos. La vida es un poco de todo, a veces un mucho de lo malo como en estos momentos.
Un buen cuento para esos niños de seis años.
Un abrazo.

En realidad es un cuento para niños que se ha convertido en poema. Una metáfora inocente.
Gracias por comentar, amiga.

Hermoso trabajo, amigo Ulises.
Abrazos.

Lo catalogaría y catalogo como un poema intimista, lleno de fuerza interior, como de superación aunque tenga tintes de suavidad.
Gracias por compartir.
Saludos mediterráneos.

Las luces y las sombras son inseparables compañeras. La luz tiene menor sentido si no hay sombras y supongo que viceversa. De algún modo las sombras logran hacer que la luz avance. Un poema inocente y tiernamente emotivo a la vez.

A la parte de niño que aún queda en mí le ha encantado.

Un abrazo.

Encantadora historia al estilo romancero nos compartes Ulises, me ha encantado, muy entretenida de principio al fin. Al menos el niño encontró su camino lleno de luz para que otros se aparten de las sombras y sepan que la luz rompe fronteras.
Un placer estar en tu arte poético.
Un abrazo con mi respeto.

Ulises C.J. escribió:Quería luz por la noche,
cuando seis años tenía,
y su madre sin reproches
le había dado hace días

una de esas blancas luces,
que pegas en las paredes,
y aunque no tienen enchufes
apretando las enciendes.

Y fue entonces que inventó
su juego más divertido:
jugar a esconder su sombra,
ser Peter Pan que ha vencido.

Colocando su bombilla,
en muy distintos lugares,
se alineaba con la luz
porque su sombra menguase.

La victoria era lograr
desvanecerla del todo,
aunque fuese un sólo instante.
Pero no encontraba el modo.

Cuando su madre le daba
las buenas noches y un beso,
y salía, él pensaba,
como lograr su deseo.

Pegaba la luz al techo.
Y se ponía debajo.
Y se quedaba muy quieto,
y así se estaba un buen rato.

Creía haberlo logrado,
pero al final advertía,
que nariz, o manga, a un lado,
aún pequeña sombra hacían.

Noche tras noche ideaba
muy distintas posiciones,
pero siempre hallaba sombras
de pequeñas proporciones.

De esta forma concluyó
que era imposible misión:
lograr ocultar su sombra
no era más que una ilusión.

Pero de pronto ocurrió,
como siempre en esta vida,
que encuentras la solución
pues sólo estaba escondida.

Carlos, que así se llamaba,
nuestro niño de seis años,
se encontraba de acampada
por lugares de ermitaños.

Ya se había hecho de noche.
cuando a su lado observó,
unas luces que volaban,
y asombrado se quedó.

Aquellos seres pequeños,
volando en la noche azul,
no proyectaban sus sombras
tan sólo emitían luz.

Enseguida preguntó,
quienes eran esos bichos
y oyó llamarlos luciérnagas,
a su lado, a algunos chicos.

Y fue así que en ese instante,
logró quitarse su cruz:
si no quieres tener sombra
tú tienes que ser la luz.

Ahora han pasado los años.
Y Carlos es escritor.
Y ha fundado una revista,
y es su orgulloso editor.

Se la dedica a los niños,
y luciérnagas se llama.
Y su línea editorial,
sólo tiene una proclama:

escribir luz, que elimine,
las sombras de alrededor.
Y esta es su bonita forma
de hacer el mundo mejor.

Me parece que puedes ilustrarlo y venderlo para los niños y para adultos. Me ha recordado a mi queridisimo Shel Silverstein ( autor entre otras bellas obras de The Giving Tree". ). Te felicito por tu bello ingenio, Ulises. ERA

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Ulises.
Abrazos.

Muchas gracias Rafel.