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Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 15:55
por Ana García
Porque yo fui
y seré mañana
mar que derrama
y llega a donde vive el olvido.
Porque yo soy
y no seré mañana
más que palabras de un deseo
inerte
que niegan los acordes;
quizás sea futuro
cuando vea nuestros cuerpos
sobre el hacha de oro.
¡Espérame!
Pero no en el olvido
porque la indiferencia
truca las casillas del camino.

Me rodea un mar de madera. Un mar infinito e inalcanzable. Está vivo y sus maderas me bambolean con ternura, poblándome de recuerdos. Llegué a formar parte de ese mar, desde que amanecía hasta que volvía a caer en su silencio de olas bravas. Pude compartir mis ramas con los peces que allí anidaban.

Para los que no quieren olvidar
osados idiotas
puentes, vinos, escalas,
abrazos y redes de arena.
Para su breve equilibrio
sus inciertos malabares de tristeza.

Cada día su color era diferente: verde mar de abetos o de pinos contrastando con mil cielos de un único color. Infinitas gotas de agua por descubrir. Otras olas soñaban con el mar de madera. Más peces, más nidos, pero siempre llegaba el momento de su última marea. Y yo los acompañaba al ritmo que marcaban sus olas.

Me extenderé como páramo
silencio de nube
recogiendo tus horas rotas
para que reposes en una tarde
de canto de gorriones
y en el renacer del trigo
perderé tu nombre.

Abandoné aquel mar y no llegaban sus burbujas, las olas se extinguían antes de alcanzar mi orilla. Conocí nuevos bosques inmersos en aguas profundas y cambiantes. Es lo que tiene nadar a la deriva.
Ayer pude volver, compartí dos horas de nuestro tiempo, para ver de nuevo, por otros ojos, mi bosque lleno de sal. Me hicieron sentir como un árbol más en el mar inmenso, chocamos nuestras ramas, agitamos nuestras hojas y volví a sentirme plena nuevamente.
Esas horas se terminaron pronto. Las olas me devolvieron a mi orilla y otra vez pienso en mis peces, pero con la no-ansiedad de lo que aún no se encuentra demasiado lejos.


[BBvideo 560,340][/BBvideo]

Re: Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 17:05
por Hallie Hernández Alfaro
Mientras las olas se hacen hijas del roble, todo parece invocarse a sí mismo; equilibrio en desmayo, olvido sin muerte.
Ir y venir, ausentarse un minuto o mil de la tierra redonda, del abeto o de la calma incompetente.

Es un poema complejo, firme; intuyo claves muy íntimas.

El vídeo le aporta un plus de intensidad.

Gracias por compartir, querida Ana.

Un abrazo.

Re: Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 19:19
por Marisa Peral
Tus propuestas siempre son muy atractivas, Ana, es difícil para una aficionada como yo, poder evaluar algo tan complejo y con tantas "señales" o "símbolos"
Sabes, te lo he dicho, que me atrapan tus trabajos, así que gracias y felicidades.

Y Abrazos, claro.

Re: Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 19:50
por Ana García
Hallie Hernández Alfaro escribió:Mientras las olas se hacen hijas del roble, todo parece invocarse a sí mismo; equilibrio en desmayo, olvido sin muerte.
Ir y venir, ausentarse un minuto o mil de la tierra redonda, del abeto o de la calma incompetente.

Es un poema complejo, firme; intuyo claves muy íntimas.

El vídeo le aporta un plus de intensidad.

Gracias por compartir, querida Ana.

Un abrazo.

El tema musical complementa al poema. Ese amor que te amarra en libertad. Amor y olvido pero que la indiferencia no tenga lugar. Un mar que se complementa con otras olas (por un ratito), otras maderas (esas que perfuman nuestra piel, ¡Qué pícaras son! Un rato de placer sin que ahogue. Ir para volver como las olas que bañan la playa.
Más o menos (más bien alguna cosilla a mayores) el poema.
Gracias por tu bello comentario.
Un beso.

Re: Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 19:56
por Ana García
Marisa Peral escribió:Tus propuestas siempre son muy atractivas, Ana, es difícil para una aficionada como yo, poder evaluar algo tan complejo y con tantas "señales" o "símbolos"
Sabes, te lo he dicho, que me atrapan tus trabajos, así que gracias y felicidades.

Y Abrazos, claro.
Y a mí me atrapa tu compañía. Es un intento de poesía placentera. Ese placer sin hipotecas que te despide con una sonrisa, para volver o no. Pero sin malos rollos.
Gracias por leerme y comentar.
Muchos abrazos.

Re: Mar de Madera

Publicado: Mar, 27 Oct 2020 23:45
por Ulises C.J.
Llevas dentro un mar y nos llegan sus olas, amiga. Tu particular mar.
Gracias por traerlo

Re: Mar de Madera

Publicado: Mié, 28 Oct 2020 12:09
por J. J. Martínez Ferreiro

“Me extenderé como páramo
silencio de nube
recogiendo tus horas rotas
para que reposes en una tarde
de canto de gorriones
y en el renacer del trigo
perderé tu nombre”


Amiga Ana, siempre resultan muy interesantes y estimulantes estos trabajos tuyos en los que mezclas prosa y verso.

Todo un placer de lectura.


Bicos e saúde.

Re: Mar de Madera

Publicado: Mié, 28 Oct 2020 21:51
por Ana García
Esas olas nos llenan y nos vacían al son de la luna (cambiante).
Gracias por tus palabras, Ulises.
Un abrazo.

Y tú, Ferreiro, con tus palabras me animan a continuar.
Así que gracias, siempre gracias por ellas.
Un abrazo.

Re: Mar de Madera

Publicado: Jue, 29 Oct 2020 15:45
por Luis M
Ana García escribió:
Para los que no quieren olvidar
osados idiotas
puentes, vinos, escalas,
abrazos y redes de arena.
Para su breve equilibrio
sus inciertos malabares de tristeza.
Yo me quedo con estos versos, muy hermosos y profundos. Me gustaron mucho, Ana. Un beso.

Re: Mar de Madera

Publicado: Jue, 29 Oct 2020 23:18
por Ana García
Luis M. escribió:
Ana García escribió:
Para los que no quieren olvidar
osados idiotas
puentes, vinos, escalas,
abrazos y redes de arena.
Para su breve equilibrio
sus inciertos malabares de tristeza.
Yo me quedo con estos versos, muy hermosos y profundos. Me gustaron mucho, Ana. Un beso.
Ya ves, Luis, aquí una de esas/os idiotas que no puedo olvidar, de vez en cuando me agarra la nostalgia y me pega un pellizco almático que me deja al borde del pozo.
La música me saca a flote divinamente y restaura mi equilibrio.
Gracias por estar y leerme.
Un beso.

Re: Mar de Madera

Publicado: Vie, 30 Oct 2020 0:44
por Jaime Araos
El hacha de oro de que hablas en el poema parece que derrama horas sobre horas. Y los juegos de lo finito –cardumen, jauría, desbandada de muros y arrabales– tienen por costumbre enraizarse justo por debajo de los pies, en esa intersección que linda con la parte de mar que hay en todos. Melodía que vuela en sentidos contrarios, yuxtapuestos, envolventes, boreales, entresacados de la arena costera, de la cadera de la orilla predispuesta. Sus notas se dejan caer, como si no tuvieran más remedio que agolparse, por las pendientes de la piel redescubierta –arenisca menos oscura–, ajenas al tiempo erosionado. Así invadidos, los montes y los ríos tiemblan con la fuerza de un dios.

Y los nombres que adoptan revelan la marca del mito. Y la refriega que esconden es la vida misma atizada, y templa los aceros y los viajes. Se sienten los cuerpos invisibles a aquellos otros ojos, a los de la fauna imitadora, a los empotrados en un tamborileo de ideas. Acaso solo las paredes y los techos descubran una parte, y acaso por esa parte corra la hilera espesa y fina de momentos ajados por el recuerdo. Se queda ahí el sabor del origen; a lo lejos, un conjuradero llama a la embestida de la madera, dispersa en todas las cosas.

Re: Mar de Madera

Publicado: Vie, 30 Oct 2020 1:03
por Pilar Morte
No puedo resaltar algo porque perdería el sentido. Me gustan los versos pero también la prosa, creo que hay dolor, redención, al menos intento.
Abrazos
PIlar

Re: Mar de Madera

Publicado: Sab, 31 Oct 2020 10:49
por E. R. Aristy
Ana García escribió:Porque yo fui
y seré mañana
mar que derrama
y llega a donde vive el olvido.
Porque yo soy
y no seré mañana
más que palabras de un deseo
inerte
que niegan los acordes;
quizás sea futuro
cuando vea nuestros cuerpos
sobre el hacha de oro.
¡Espérame!
Pero no en el olvido
porque la indiferencia
truca las casillas del camino.

Me rodea un mar de madera. Un mar infinito e inalcanzable. Está vivo y sus maderas me bambolean con ternura, poblándome de recuerdos. Llegué a formar parte de ese mar, desde que amanecía hasta que volvía a caer en su silencio de olas bravas. Pude compartir mis ramas con los peces que allí anidaban.

Para los que no quieren olvidar
osados idiotas
puentes, vinos, escalas,
abrazos y redes de arena.
Para su breve equilibrio
sus inciertos malabares de tristeza.

Cada día su color era diferente: verde mar de abetos o de pinos contrastando con mil cielos de un único color. Infinitas gotas de agua por descubrir. Otras olas soñaban con el mar de madera. Más peces, más nidos, pero siempre llegaba el momento de su última marea. Y yo los acompañaba al ritmo que marcaban sus olas.

Me extenderé como páramo
silencio de nube
recogiendo tus horas rotas
para que reposes en una tarde
de canto de gorriones
y en el renacer del trigo
perderé tu nombre.

Abandoné aquel mar y no llegaban sus burbujas, las olas se extinguían antes de alcanzar mi orilla. Conocí nuevos bosques inmersos en aguas profundas y cambiantes. Es lo que tiene nadar a la deriva.
Ayer pude volver, compartí dos horas de nuestro tiempo, para ver de nuevo, por otros ojos, mi bosque lleno de sal. Me hicieron sentir como un árbol más en el mar inmenso, chocamos nuestras ramas, agitamos nuestras hojas y volví a sentirme plena nuevamente.
Esas horas se terminaron pronto. Las olas me devolvieron a mi orilla y otra vez pienso en mis peces, pero con la no-ansiedad de lo que aún no se encuentra demasiado lejos.


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Me fascina esta estructura. Es un poema inmenso y bello, Ana Garcia. Taladre un corazón sensible en la mente del lector. Un abrazo grande, ERA

Re: Mar de Madera

Publicado: Sab, 31 Oct 2020 11:10
por Ignacio Mincholed
Ida y vuelta constante, esas olas de madera tan significativas de lo que fuimos, somos y seremos.
Muy bello, Ana, y muy bien armado el discurso. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Re: Mar de Madera

Publicado: Sab, 31 Oct 2020 14:09
por Ana García
Jaime Araos escribió:El hacha de oro de que hablas en el poema parece que derrama horas sobre horas. Y los juegos de lo finito –cardumen, jauría, desbandada de muros y arrabales– tienen por costumbre enraizarse justo por debajo de los pies, en esa intersección que linda con la parte de mar que hay en todos. Melodía que vuela en sentidos contrarios, yuxtapuestos, envolventes, boreales, entresacados de la arena costera, de la cadera de la orilla predispuesta. Sus notas se dejan caer, como si no tuvieran más remedio que agolparse, por las pendientes de la piel redescubierta –arenisca menos oscura–, ajenas al tiempo erosionado. Así invadidos, los montes y los ríos tiemblan con la fuerza de un dios.

Y los nombres que adoptan revelan la marca del mito. Y la refriega que esconden es la vida misma atizada, y templa los aceros y los viajes. Se sienten los cuerpos invisibles a aquellos otros ojos, a los de la fauna imitadora, a los empotrados en un tamborileo de ideas. Acaso solo las paredes y los techos descubran una parte, y acaso por esa parte corra la hilera espesa y fina de momentos ajados por el recuerdo. Se queda ahí el sabor del origen; a lo lejos, un conjuradero llama a la embestida de la madera, dispersa en todas las cosas.

Me dejas sin palabras con tus comentarios. Buscaré un avatar de martillo de oro. La imagen, al final de un arco iris, me pareció muy sugerente.
Jugue, también, con la luna cambiante y las olas que llegan, que mojan y se van. Nos humedecen la piel y los recuerdos por un segundo de nuestra vida..
Esas idas y vueltas nos templan por un tiempo para más tarde volvernos agua (sentimentales a tope). Debo estar en ese momento.
Gracias por tus palabras.
Un beso.