attingens a fine usque ad finem,
fortiter suaviterque disponens omnia,
veni ad docendum nos viam prudentiae.
(Oh sabiduría, que saliste de la boca del Altísimo,
llegando desde un extremo hasta el otro,
ordenándolo todo con fortaleza y dulzura,
ven a enseñarnos el camino de la prudencia.)
Que tu siervo comience a pasear
la calle Trapería y sus cancelas.
Te lo pedimos, Señor.
Refresca su alma con licores sacros
y alza sus manos, que destilan lírica.
Te lo pedimos, Señor.
Que el conspicuo virote siga firme
y le dé un gozo que merezca el verso.
Te lo pedimos, Señor.
Bríndale, de tus musas, la más briosa;
juguetona gacela de la Cruz.
Te lo pedimos, Señor.
Que en la grandeza de su corazón
habite la esperanza viva, fuerte.
Te lo pedimos, Señor.
Señor, da fortaleza a nuestro hermano,
salva de dudas al gentil poeta.
Amén.
Roger Nelson, elPrior