Editorial Alaire

Hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhh… me dormí sobre el teclado,
debo haber tenido sueño
llevaba dieciocho horas despierto,
hace dos sentí algo de hambre
después de seis horas del almuerzo
y doce de haber desayunado,
más bien trece…

Voy a comer algo antes de acostarme
dormiré las seis horas de siempre,
a veces son siete,
mañana al levantarme
postergaré otra vez el ejercicio,
tal vez me bañe sin haber sudado
e iniciaré mi nuevo día,
hasta que me duerma en el teclado.

La vida dentro de un espacio con amagos de infinitud.
Alfabeto, palabras, espacios, imágenes. Ordenados desde la locura de los dedos, las ondas alfa, y el click ensimismado.

Creo que tu trabajo denota una parte insistente de la realidad.

Abrazo enorme, querido amigo.

Siempre tan aguda en tus lecturas, mi querida Hallie,
en efecto, no hay aquí mayor intensión estética, solo, tal vez,
un gesto disuasivo frente a esa "insistente realidad" que adormece
a la razón y anestesia a los procesos creativos... una suerte de sacrificio escrito,
para complacer a la Diosa realidad y persuadirla de abrir nuevamente los portales oníricos
donde no existe la abulia y fluye la poesía a contra corriente.
Como siempre, un abrazo fuerte.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhh… me dormí sobre el teclado,
debo haber tenido sueño
llevaba dieciocho horas despierto,
hace dos sentí algo de hambre
después de seis horas del almuerzo
y doce de haber desayunado,
más bien trece…

Voy a comer algo antes de acostarme
dormiré las seis horas de siempre,
a veces son siete,
mañana al levantarme
postergaré otra vez el ejercicio,
tal vez me bañe sin haber sudado
e iniciaré mi nuevo día,
hasta que me duerma en el teclado.

Me ha parecido un poema muy impactante en su "realismo duro". Esa atadura circular, esa repetición de la rutina que desemboca en la misma desesperanza es, quizá, el símbolo de nuestra época, la deshumanización en toda su crudeza. Tu personaje se asemeja a un robot programado, a un androide sofisticado que relata su actividad con frialdad absoluta. Es como si a la arcilla de Dios le faltara el soplo de la vida. En fin, aplaudo esta obra tuya de aguda penetración intelectual. Te felicito, amigo.

Un abrazo sudamericano.
Óscar

Un poema muy duro, dentro del tono humorístico que nos muestra en el primer cuarteto. Muy bien poetizada esta desoladora rutina que nos tiene enganchados como al burro en la noria.

Todo un placer de lectura, amigo Arturo.

Abrazos y salud.

Interesante y descarnado trabajo, amigo Arturo.
Abrazos.

El más puro realismo. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Óscar Distéfano escribió:
Me ha parecido un poema muy impactante en su "realismo duro". Esa atadura circular, esa repetición de la rutina que desemboca en la misma desesperanza es, quizá, el símbolo de nuestra época, la deshumanización en toda su crudeza. Tu personaje se asemeja a un robot programado, a un androide sofisticado que relata su actividad con frialdad absoluta. Es como si a la arcilla de Dios le faltara el soplo de la vida. En fin, aplaudo esta obra tuya de aguda penetración intelectual. Te felicito, amigo.

Un abrazo sudamericano.
Óscar

Gracias Óscar, mi buen amigo, por tus siempre agudos comentarios
de los que tanto aprendo, en efecto, en esta oportunidad quise asomarme
al realismo como género y celebro que así lo hayas calificado.
Mi afecto y abrazo de siempre.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Un poema muy duro, dentro del tono humorístico que nos muestra en el primer cuarteto. Muy bien poetizada esta desoladora rutina que nos tiene enganchados como al burro en la noria.

Todo un placer de lectura, amigo Arturo.

Abrazos y salud.

Muy agradecido por tu apreciada presencia y la generosidad de tus cometarios.
Un afectuoso abrazo.-

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
hhhhhhhhhhhh… me dormí sobre el teclado,
debo haber tenido sueño
llevaba dieciocho horas despierto,
hace dos sentí algo de hambre
después de seis horas del almuerzo
y doce de haber desayunado,
más bien trece…

Voy a comer algo antes de acostarme
dormiré las seis horas de siempre,
a veces son siete,
mañana al levantarme
postergaré otra vez el ejercicio,
tal vez me bañe sin haber sudado
e iniciaré mi nuevo día,
hasta que me duerma en el teclado.

Wow! Aparte del hecho que me identifico con muchos de estos versos de vigilia y de citas con la inspiración entre embelesos, tu poema es la imagen del poeta entre toda forma de trance y de suspenso. Me fascina! Un abrazo grande, Arturo Rodriguez. ERA

Vas encadenando las horas y las rutinas y la imagen se hace fuerte y patente.
Me gusta este despliegue de cruda realidad sin fingimientos, trayendo la verdad como hacer visible o invisible.
Un abrazo, un placer leerte siempre