Editorial Alaire

No creo que pueda olvidarlo.

Tú debieras aprender el ángulo recto del insomnio,
porque yo, a veces lo necesito,
aún recorro el pasadizo
y aún sigo sin encontrar salida,
sé que la hay, y que algún día la ignoraré,
pero para ello tendré que pisar muchas lápidas,
mientras tú reniegues de la primavera,
reniegues de las flores,
reniegues de los recuerdos,
¡es tan difícil recodar cuando no se ha sentido!
y reniegues de que un día regalaste rosas,
para ahogarse en la sequedad de un jarrón de deseo.

No creo que puedas olvidarlo.

A veces sería bueno que miraras
hacia la tierra que pisas,
y con el ángulo necesario vislumbraras el infinito,
yo ahora intento ampliar el ángulo,
porque la mente me exige que lo haga,
mi cuerpo, mi vida, mi alma,
intentan que así sea,
pero se me antoja demasiado difícil
ver un cielo azul y limpio.
¡No puedo marcharme sin intentarlo!
esconderme en el deshielo sin conseguirlo.

No creo que entonces pueda olvidarlo.

Si tenemos suerte,
ambos disfrutaremos de las mariposas en los rosales.

No creo que jamás podamos olvidarlo.

Hermoso trabajo, amigo Alejandro, que tiene al olvido como protagonista y a la suerte como esperanza de recordar un futuro de mariposas y rosales.
Ha sido un placer leerte.
Abrazos.

El poema transita del desencanto a la esperanza. Los últimos versos son de una gran belleza y emotividad. Muy buen trabajo, Alejandro. Un abrazo.

Alejandro Costa escribió:No creo que pueda olvidarlo.

Tú debieras aprender el ángulo recto del insomnio,
porque yo, a veces lo necesito,
aún recorro el pasadizo
y aún sigo sin encontrar salida,
sé que la hay, y que algún día la ignoraré,
pero para ello tendré que pisar muchas lápidas,
mientras tú reniegues de la primavera,
reniegues de las flores,
reniegues de los recuerdos,
¡es tan difícil recodar cuando no se ha sentido!
y reniegues de que un día regalaste rosas,
para ahogarse en la sequedad de un jarrón de deseo.

No creo que puedas olvidarlo.

A veces sería bueno que miraras
hacia la tierra que pisas,
y con el ángulo necesario vislumbraras el infinito,
yo ahora intento ampliar el ángulo,
porque la mente me exige que lo haga,
mi cuerpo, mi vida, mi alma,
intentan que así sea,
pero se me antoja demasiado difícil
ver un cielo azul y limpio.
¡No puedo marcharme sin intentarlo!
esconderme en el deshielo sin conseguirlo.

No creo que entonces pueda olvidarlo.

Si tenemos suerte,
ambos disfrutaremos de las mariposas en los rosales.

No creo que jamás podamos olvidarlo.

A veces alguien nos quiere mostrar in camino nuevo, otro estado. Logras mostrarnos que hay gran pasion y fe en que es maravilloso, y sera inolvidable
Me gusta mucho este jardin de impresionante belleza, Alejandro. In abrazo grande, ERA

Un poema muy hermoso, amigo Alejandro.

Todo un placer de lectura.

Abrazos y salud.

[quote="Alejandro Costa"]

Qué belleza, Alejandro, los olvidos y los recuerdos son caprichosos pero siempre hay un resquicio de esperanza para fusionarlos y, si hay suerte, disfrutar de ambos.

Felicidades y un beso, amigo.

Coincido con los compañeros, Alejandro.
Hay fuerza y belleza en Si tenemos suerte.

Gracias por estar.

Abrazos.

Un profundo mensaje Alejandro, hilvanado con unos versos muy bien desarrollados. Enhorabuena.
Un abrazo.
J. manuel

La vida es, como dices, una sucesión de ángulos y situaciones que nos empujan, unen y separan de manera caprichosa. Creo que podemos reconocernos en muchos de tus versos, Alejandro. Mi abrazo.
Salud.

Cuantas cosas querríamos recordar porque fueron, y cuantas querríamos olvidar. Un poema precioso, intimista y sincero. Me gustó keerte.
Abraxos
Pilar

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Alejandro, que tiene al olvido como protagonista y a la suerte como esperanza de recordar un futuro de mariposas y rosales.
Ha sido un placer leerte.
Abrazos.

Gracias, Rafel.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:El poema transita del desencanto a la esperanza. Los últimos versos son de una gran belleza y emotividad. Muy buen trabajo, Alejandro. Un abrazo.

Muchas gracias, compañero.

Un abrazo.

Cuídate.

E. R. Aristy escribió:

Alejandro Costa escribió:No creo que pueda olvidarlo.

Tú debieras aprender el ángulo recto del insomnio,
porque yo, a veces lo necesito,
aún recorro el pasadizo
y aún sigo sin encontrar salida,
sé que la hay, y que algún día la ignoraré,
pero para ello tendré que pisar muchas lápidas,
mientras tú reniegues de la primavera,
reniegues de las flores,
reniegues de los recuerdos,
¡es tan difícil recodar cuando no se ha sentido!
y reniegues de que un día regalaste rosas,
para ahogarse en la sequedad de un jarrón de deseo.

No creo que puedas olvidarlo.

A veces sería bueno que miraras
hacia la tierra que pisas,
y con el ángulo necesario vislumbraras el infinito,
yo ahora intento ampliar el ángulo,
porque la mente me exige que lo haga,
mi cuerpo, mi vida, mi alma,
intentan que así sea,
pero se me antoja demasiado difícil
ver un cielo azul y limpio.
¡No puedo marcharme sin intentarlo!
esconderme en el deshielo sin conseguirlo.

No creo que entonces pueda olvidarlo.

Si tenemos suerte,
ambos disfrutaremos de las mariposas en los rosales.

No creo que jamás podamos olvidarlo.

A veces alguien nos quiere mostrar in camino nuevo, otro estado. Logras mostrarnos que hay gran pasion y fe en que es maravilloso, y sera inolvidable
Me gusta mucho este jardin de impresionante belleza, Alejandro. In abrazo grande, ERA

Eres muy amable.

Mil gracias.

Un beso.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Un poema muy hermoso, amigo Alejandro.

Todo un placer de lectura.

Abrazos y salud.

Gracias, amigo.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Alejandro Costa escribió:
Qué belleza, Alejandro, los olvidos y los recuerdos son caprichosos pero siempre hay un resquicio de esperanza para fusionarlos y, si hay suerte, disfrutar de ambos.

Felicidades y un beso, amigo.

Siempre tan elegante.

siempre tan cerca.

Muchas gracias.

Un beso.