Editorial Alaire

Y en esto estamos…

En el estallido antinatural del cerebro,
de aquellas imágenes que no narran nada
pero que lo dicen todo,
de esa mañana aterciopelada sin apenas belleza,
de ese recelo que acomete la piel
cuando los celos la llenan de urticaria,
y cuando se mira a la lejanía
y la niebla es demasiado densa,
para unos ojos que llevan tiempo sin ver con claridad.

En esto estamos…

Estamos pendientes de recibir unas letras,
una voz entre el ruido infernal del deseo,
un guiño que nos reconforte
o al menos una paloma invocando paz,
pero entre la maleza siempre se esconde algo,
algo capaz de derribar la fe más abrupta
o de enajenar una simple rama de olivo,
algo que nos es imposible de controlar,
algo indemne que nos controla.

En esto estamos…

Al final, en el entresuelo de nuestras desdichas,
con una batalla tras otra perdida,
seguiremos con el pensamiento insensato
de que aún se puede ganar la guerra,
que el mañana volverá, como siempre lo hace,
que unas cuantas nubes,
un viento incontrolable y una lluvia desatada,
no quitaran belleza al día,
que la más espesa de las nieblas
no romperá el infinito,
aunque no oigamos las tan necesitadas palabras,
ni veamos algún guiño que nos inyecte vida.

Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas.

Y en esto estamos…

Aunque seguramente no sirva de nada.

«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados»
García Márquez

Mi estimado Alejandro, he leído un buen poema. Describes con buen atino y con esa notable metáfora de la rama de olivo la visión de lo que te acontece. Mi perspectiva no es tan pesimista, pues creo que estamos ante una gran oportunidad de cambio y mejora, estamos asistiendo a un acontecimiento que marcará nuestro devenir.
"Amor en los tiempos del cólera", no nos queda otra.

Espero que te encuentres bien.
Un abrazo y salud

Alejandro Costa escribió:Y en esto estamos…

En el estallido antinatural del cerebro,
de aquellas imágenes que no narran nada
pero que lo dicen todo,
de esa mañana aterciopelada sin apenas belleza,
de ese recelo que acomete la piel
cuando los celos la llenan de urticaria,
y cuando se mira a la lejanía
y la niebla es demasiado densa,
para unos ojos que llevan tiempo sin ver con claridad.

En esto estamos…

Estamos pendientes de recibir unas letras,
una voz entre el ruido infernal del deseo,
un guiño que nos reconforte
o al menos una paloma invocando paz,
pero entre la maleza siempre se esconde algo,
algo capaz de derribar la fe más abrupta
o de enajenar una simple rama de olivo,
algo que nos es imposible de controlar,
algo indemne que nos controla.

En esto estamos…

Al final, en el entresuelo de nuestras desdichas,
con una batalla tras otra perdida,
seguiremos con el pensamiento insensato
de que aún se puede ganar la guerra,
que el mañana volverá, como siempre lo hace,
que unas cuantas nubes,
un viento incontrolable y una lluvia desatada,
no quitaran belleza al día,
que la más espesa de las nieblas
no romperá el infinito,
aunque no oigamos las tan necesitadas palabras,
ni veamos algún guiño que nos inyecte vida.

Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas.

Y en esto estamos…

Aunque seguramente no sirva de nada.

Un buen poema con esa metáfora central. Este tiempo que nos toca vivir nos está llevando hacia un futuro que puede ser prometedor . No obstante, el futuro es la gran incógnita que nos queda.....

"Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas."

Te felicito querido amigo.

Abrazos

De momento vemos esto que apuntas:

Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas.

Siempre existen otras posibilidades más reconfortantes, aunque ahora no las podemos vislumbrar. Siempre nos queda soñar, imaginar que todo volverá a ser como antes o mejor.
Bello poema.
Un abrazo.

Acercarse a tu ventana es sinónimo de buena poesía. Gracias por compartir. Un abrazo.

Hermoso trabajo, amigo Alejandro.
Abrazos.

Unas ramas de oiivo sirven para reflexionar y disfrutar poesía. Me gustó leerte, buen poema.
Abrazos
PIlar

Armilo Brotón escribió:«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados»
García Márquez

Mi estimado Alejandro, he leído un buen poema. Describes con buen atino y con esa notable metáfora de la rama de olivo la visión de lo que te acontece. Mi perspectiva no es tan pesimista, pues creo que estamos ante una gran oportunidad de cambio y mejora, estamos asistiendo a un acontecimiento que marcará nuestro devenir.
"Amor en los tiempos del cólera", no nos queda otra.

Espero que te encuentres bien.
Un abrazo y salud

Mil gracias compañero por estar ahí.

Espero que tu perspectiva sea la correcta.

Un fuerte abrazo.

Simon Abadia escribió:

Alejandro Costa escribió:Y en esto estamos…

En el estallido antinatural del cerebro,
de aquellas imágenes que no narran nada
pero que lo dicen todo,
de esa mañana aterciopelada sin apenas belleza,
de ese recelo que acomete la piel
cuando los celos la llenan de urticaria,
y cuando se mira a la lejanía
y la niebla es demasiado densa,
para unos ojos que llevan tiempo sin ver con claridad.

En esto estamos…

Estamos pendientes de recibir unas letras,
una voz entre el ruido infernal del deseo,
un guiño que nos reconforte
o al menos una paloma invocando paz,
pero entre la maleza siempre se esconde algo,
algo capaz de derribar la fe más abrupta
o de enajenar una simple rama de olivo,
algo que nos es imposible de controlar,
algo indemne que nos controla.

En esto estamos…

Al final, en el entresuelo de nuestras desdichas,
con una batalla tras otra perdida,
seguiremos con el pensamiento insensato
de que aún se puede ganar la guerra,
que el mañana volverá, como siempre lo hace,
que unas cuantas nubes,
un viento incontrolable y una lluvia desatada,
no quitaran belleza al día,
que la más espesa de las nieblas
no romperá el infinito,
aunque no oigamos las tan necesitadas palabras,
ni veamos algún guiño que nos inyecte vida.

Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas.

Y en esto estamos…

Aunque seguramente no sirva de nada.

Un buen poema con esa metáfora central. Este tiempo que nos toca vivir nos está llevando hacia un futuro que puede ser prometedor . No obstante, el futuro es la gran incógnita que nos queda.....

"Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas."

Te felicito querido amigo.

Abrazos

Mil gracias, Simón.

Un fuerte abrazo.

Ana García escribió:De momento vemos esto que apuntas:

Es posible, más que posible,
que no volvamos a ver palomas en vuelo,
y sí demasiadas ramas de olivo pisoteadas.

Siempre existen otras posibilidades más reconfortantes, aunque ahora no las podemos vislumbrar. Siempre nos queda soñar, imaginar que todo volverá a ser como antes o mejor.
Bello poema.
Un abrazo.

Y tienes toda la razón, querida Ana.

Pero si me has leído aunque sea un poquito, no suelo ser uun poeta lleno de esperanza.

Bueno, siempre quedais vosotros.

Un besazo, chiquilla.

Ramón Carballal escribió:Acercarse a tu ventana es sinónimo de buena poesía. Gracias por compartir. Un abrazo.

Gracias, Ramón.

Es que como tengo muy buenos maestros...

... algo tengo que aprender.

Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Alejandro.
Abrazos.

Me alegra que sigas confiando en mí.

Tu visión es muy importante.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Unas ramas de oiivo sirven para reflexionar y disfrutar poesía. Me gustó leerte, buen poema.
Abrazos
PIlar

Me gustó recibirte, Pilar.

Muchas gracias.

Un beso.

A estas alturas, Alejandro, yo ya no me considero ni excesivamente pesimista ni excesivamente optimista, Y si tuviera que decantarme por una de las dos, incluso tendería a ser optimista (a pesar de los Trump, Bolsonaro, Putin... de turno), y es que dudo mucho que este siglo sea peor que el anterior. En mi opinión es un buen poema. Mis felicitaciones y abrazos, amigo.