Editorial Alaire

¿Qué nos decimos?
¿Qué decía el tiempo allí,
en el ánimo de un ritual de encargo,
bajo la sospecha de no recibir los gritos
que imaginabas a cada tanto?

Busco un rincón para pernoctar de día
y soñar que soy humana.
A cambio prometo serme fiel,
resucitar de entre los vivos
y encarar el futuro que rechazo
como otro hueso duro de roer.

¿Qué nos decimos?
¿Qué me hablabas entre las piedras del camino?
Temblaste en el umbral de la puerta,
lloraba el hijo que ibas a llevar dentro,
pariste, allí mismo, la idea congénita
e imperfecta de ti misma.
¿Y tú le haces llamar conciencia?

Círculo redondo
—perpetuo rodeo—
todo es constancia,
se pinta el cortejo
y rindo admiración
a esa singular propiedad
por extravagante,
rara,
chocante
y excepcional
de poder deslizarme en ti
—sin finales ni tropiezos—
como una amante verdadera.
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Me gusta mucho la irrupción de dos voces, dos sentidos, dos verdades canalizadas; sin embargo, es una sola la que parece recorrer vitalidades y hacerse fuerte, muy fuerte, en los recodos.

Los dos últimos versos me han emocionado; en ellos el sentimiento se libera del escondrijo circular que sugiere la percepción del tiempo ido, conjugado, presente como nunca antes...

Abrazo y salud, querida compañera; gracias por estar.

Gracias siempre a ti, Hallie, por tu gran percepción de lectura.
Es tal cual, la misma voz. Es ese duende que nos recuerda que tenemos que crear vida y no sobrevivir. Aprender a amarnos.
Un fuerte abrazo.

Estupendo, Ana. El uso de frases interrogativas a modo de interpelación al lector funciona muy bien, prepara la atmósfera, anticipa la emoción, introduce en el poema. Enhorabuena. Un abrazo.
Salud.

Ana,

me ha gustado el poema, amiga. Se presenta como un diálogo donde distingues el texto que corresponde a cada interlocutor con fuentes diferentes. Esto da una sensación inmediata de valor literario, crea un marco escénico, uno quiere imaginar rápidamente los personajes que hablan. Las palabras se deslizan dentro de ese marco con belleza y originalidad, con buen ritmo, y las metáforas de riesgo pueden ser disfrutadas porque se enmarcan en una escena sólida.

A mí me gusta.

"Busco un rincón para pernoctar de día
y soñar que soy humana.
A cambio prometo serme fiel,
resucitar de entre los vivos
y encarar el futuro que rechazo
como otro hueso duro de roer"

Un poema de muy interesante interrogantes introspectivas, que fluye como en un tobogán.
Muy conseguido todo él en fondo y forma.

Me atrevo a decir que es uno de los mejores poemas que te he leído... ¡que ya es decir!

Bicos e saúde.

Coincido con Ferreiro, la segunda estrofa me gustó mucho. Pero todo el poema está bastante logrado para lo que pretende transmitir.
Mis felicitaciones, Ana. Un beso.

Estoy contigo en que las preguntas en diferentes estrofas modelan el poema y le dan cierta estética.
Gracias por tus palabras, Julio.
Un abrazo y un torrente de salud.

Qué gozada saber que te gusta, Pablo. Voces internas que juegan a ser conciencia y recuerdos de lo que, en un pasado, queriamos para nosotros mismos. A veces, en el fragor de la vida, se nos olvida.
Muy bueno el comentario, ¡gracias!
Un beso.

Ya me alegraste el día, Ferreiro. Muy buena la imagen del tobogán.
Agradecida por tus palabras te mando un beso enorme.

Es un poema sencillo que me recuerda la promesa de ser leal a mi misma.
Gracias por estar, Luis. Por tu atenta lectura y comentario.
Un beso.

Bello e interesante trabajo, amiga Ana.
Abrazos.

de poder deslizarme en ti
—sin finales ni tropiezos—
como una amante verdadera..."


Ana, que me h parecido fantástica esta imagen, redonda, infinita, alrededor, hacia adelante y atrás, sin tropiezos nunca.
Abrazos mediterráneos.

Muchas gracias, Rafel. Se agradecen tus palabras.
Un abrazo.

Es un buen deseo ¿verdad, Concha?
Gracias por tu visita.
Abrazos castellanos.