Editorial Alaire

Lo que nace del agua no son las fluctuaciones,
en ella me perdí, como un bloque de hielo se funde con la tierra.
La cerrazón del cielo no serán las estrellas,
por más que se reflejen mutuamente,
hay espejos que solo son cristal,
bajo mantas de tela, en alguna ruinosa oscuridad.

Y la sábana asciende con el clímax,
mientras los paredones se solapan,
y tu hogar se reduce al solitario polvo,
que limpia las botellas y las copas.

De vuelta ya a las calles, se reanuda mi parte del sueño favorita
-Las miradas y pasos, de nuevo me transforman,
en otro laberinto de promesas,
de desprecios,
pensamientos basura,
todo aquello que vuelve inalcanzable la ilusión.-,
me refiero a la edad de un solo día,
con palabras que aprendo improvisando,
con palabras aprendo, improvisando,
mientras el sol se ahueca entre mi cuerpo,
me rodea de luz, pero por fuera
-Y vuelvo al antes del después,
y a un tiempo, uno cualquiera, escribo este poema.-

La edad de un solo día, es poca cosa, pero para el poeta, puede representar toda una vida, todo un misterioso momento todo un despliegue de maestría literaria.
Enhorabuena.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Ricardo.
Felicidades.
Abrazos.

Gracias miles Antonio, por tu paso y comentario.
Cierto es lo que dices, a veces se extraen rasgos de la poesía incluso desconocidos.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Mil gracias Rafel, por tu presencia.
Me alegra mucho tenerte por estos versos.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Ricardo López Castro escribió:

Lo que nace del agua no son las fluctuaciones,
en ella me perdí, como un bloque de hielo se funde con la tierra.
La cerrazón del cielo no serán las estrellas,
por más que se reflejen mutuamente,
hay espejos que solo son cristal,
bajo mantas de tela, en alguna ruinosa oscuridad.

Y la sábana asciende con el clímax,
mientras los paredones se solapan,
y tu hogar se reduce al solitario polvo,
que limpia las botellas y las copas.

De vuelta ya a las calles, se reanuda mi parte del sueño favorita
-Las miradas y pasos, de nuevo me transforman,
en otro laberinto de promesas,
de desprecios,
pensamientos basura,
todo aquello que vuelve inalcanzable la ilusión.-,
me refiero a la edad de un solo día,
con palabras que aprendo improvisando,
con palabras aprendo, improvisando,
mientras el sol se ahueca entre mi cuerpo,
me rodea de luz, pero por fuera
-Y vuelvo al antes del después,
y a un tiempo, uno cualquiera, escribo este poema.-

Ricardo, está bueno ir un-os paso-s por delante, y saber y poder volver atrás. Está bueno.
Un fuerte abrazo Poeta
salud!

Ricardo López Castro escribió:

Lo que nace del agua no son las fluctuaciones,
en ella me perdí, como un bloque de hielo se funde con la tierra.
La cerrazón del cielo no serán las estrellas,
por más que se reflejen mutuamente,
hay espejos que solo son cristal,
bajo mantas de tela, en alguna ruinosa oscuridad.

Y la sábana asciende con el clímax,
mientras los paredones se solapan,
y tu hogar se reduce al solitario polvo,
que limpia las botellas y las copas.

De vuelta ya a las calles, se reanuda mi parte del sueño favorita
-Las miradas y pasos, de nuevo me transforman,
en otro laberinto de promesas,
de desprecios,
pensamientos basura,
todo aquello que vuelve inalcanzable la ilusión.-,
me refiero a la edad de un solo día,
con palabras que aprendo improvisando,
con palabras aprendo, improvisando,
mientras el sol se ahueca entre mi cuerpo,
me rodea de luz, pero por fuera
-Y vuelvo al antes del después,
y a un tiempo, uno cualquiera, escribo este poema.-

Un poema excelso,lucido. Me ha gustado mucho. Imágenes brillantes y sugerentes. Un poema moderno pero clásico. Un abrao grande, querido Ricardo Lopez Castro. ERA

Mil gracias javier, por tu paso y comentario, y por las buenas reflexiones que compartes en tus comentarios.
Abrazos y felicidad, amigo poeta.

Gracias miles, amiga ERA.
Me agrada mucho saber que el poema te ha resultado así.
Gracias por todo.
Abrazos y felicidad, amiga ERA.