Ana Estepa escribió: ↑Mar, 03 May 2022 0:29 Cuando algo nos gusta de verdad, la información que vamos recopilando a lo largo de la vida puede llegar a ser tan interesante como extensa.
Y a ti te gustan los Beatles, y eso se nota por todo lo que dices y cómo lo dices.
No he leído todos los posteos, pero volveré para continuar.
Muy interesante.
"Los Beatles en venta", un álbum dominado por la tristeza de John, me pareció en su día el álbum más flojo del grupo de Liverpool Beatles, y un paso atrás en tras una obra maestra insultante y también rendida a la inseguridad infinita del rey de los perdidos ; !Qué noche la de aquel día! Hoy, "Beatles for sale" me sigue pareciendo el álbum menos importante de los Beatles. Pero, en su prístina textura de obra apresurada que nunca fue pulida, he encontrado canciones soberbias que en su momento no supe ver y al Lennon que más se aproxima al muchacho melancólico y desesperanzado que, a veces, se odiaba a sí mismo por no saber conciliar la realidad y el deseo. Es probable que "La niña de negro" sea una de las pocas canciones en las que podamos decir, sin miedo a equivocarnos, que es de Lennon y McCartney.
(Los Beatles en venta)
Lennon podría haber dicho algo así: Los hombres que no tuvimos una madre llega a parecer que nos enamoramos de todas las mujeres, pero solo hay una que cubra, con su halo protector y su manto permisivo, algunas de las carencias afectivas que arrastramos. Es ella, indefectiblemente la que planea en cada frase de amor y quien nos perdona lo que no tiene perdón ¿Quién era esa amante anónima que le llevó a escribir "En mi vida" diciéndole que cada vez la amará más ? John era un monstruo asustado, un muchacho que nunca se acostumbró al baño de multitudes, ni al éxito que le alejaba del rock'n'Roll prístino y arrabalero que tanto quería, todo el mundo quería coger su mano para triunfar en América, pero el escenario no lo permitía. El marino errante y descastado que fue su padre hizo que se viera indefenso con las mujeres a las que tanto deseaba, no deduzco que su fin de semana barcelonés con Brian Epstein deje una huella inequívoca de bisexualidad .
Con un más que probable trastorno bipolar, recuérdese las peleas desiguales y grotescas en Hamburgo, no podía quitarse su traje de perdedor cuando estaba a solas con su habitación aunque no se llamara Brian Wilson, a solas con un cariño maternal que nunca existió.
Muchas gracias, Ana. Un abrazo.