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Escombros

Publicado: Sab, 12 Sep 2020 8:54
por John Garlic
El cielo es escombro sin su color habitual
y las aves, aplastadas por sus alas,
son el asfalto del suelo.
Pesa la angustia de tanto peso
y una multitud sin rostro
va dejando su pesada huella
en una tierra quebradiza,
donde sepultadas se hallan todas las palabras
que alguna vez se dijeron los amantes.

Tengo una vida naufragada en un mar de dudas;
otra, descuartizada por vientos traidores;
una tercera, arrinconada entre las páginas de mil libros;
incluso una cuarta, muerta de risa;
y hasta una quinta, encadenada a la cara oculta de la Luna.

Cansado de tirar monedas
al pozo de los deseos
o de escribir versos
en el hueco de las escaleras,
he remendado mis alas para escapar
de tanta vida desperdiciada
y dirigir mi vuelo hacia el libro verde
donde se hallan claros
los surcos de tus manos
o los caminos sin piedras de los niños,
pero solo veo ante mis ojos
la línea quebrada de un horizonte humeante
por donde se cuela un mar angosto y glotón,
devorador insaciable de sueños.

Re: Escombros

Publicado: Sab, 12 Sep 2020 11:25
por Ricardo Linares
Buena inspiración sobre acontecimientos negativos que nos enfrentamos en la vida.
Un placer pasar por tus letras John.
Un saludo cordial.

Re: Escombros

Publicado: Lun, 14 Sep 2020 6:03
por Rafel Calle
Bello e interesante trabajo, amigo John.
Abrazos.

Re: Escombros

Publicado: Lun, 14 Sep 2020 16:48
por Pilar Morte
Me ha gustado el poema, la búsqueda de un horizonte que no se percibe. Bello, interesante y lúcido.
Abrazos
Pilar

Re: Escombros

Publicado: Mié, 16 Sep 2020 11:02
por E. R. Aristy
John Garlic escribió:El cielo es escombro sin su color habitual
y las aves, aplastadas por sus alas,
son el asfalto del suelo.
Pesa la angustia de tanto peso
y una multitud sin rostro
va dejando su pesada huella
en una tierra quebradiza,
donde sepultadas se hallan todas las palabras
que alguna vez se dijeron los amantes.

Tengo una vida naufragada en un mar de dudas;
otra, descuartizada por vientos traidores;
una tercera, arrinconada entre las páginas de mil libros;
incluso una cuarta, muerta de risa;
y hasta una quinta, encadenada a la cara oculta de la Luna.

Cansado de tirar monedas
al pozo de los deseos
o de escribir versos
en el hueco de las escaleras,
he remendado mis alas para escapar
de tanta vida desperdiciada
y dirigir mi vuelo hacia el libro verde
donde se hallan claros
los surcos de tus manos
o los caminos sin piedras de los niños,
pero solo veo ante mis ojos
la línea quebrada de un horizonte humeante
por donde se cuela un mar angosto y glotón,
devorador insaciable de sueños.

Un poema herido en la desilusión. Me conmueve su melancólica belleza. Abrazos, John. ERA