Editorial Alaire

En tu alma casi desnuda noto el sabor de grandeza
así cómo la maleza que en ti despacio se anuda,
el amor no te saluda porque acaba donde empieza
ya que matas la pureza al tratarla de menuda.

A tu lado es imposible de que fluya la sonrisa
para ti la simple brisa no es refresco digestible,
lo que sí tú ves legible es el cambio de camisa
y que tenga buena visa para hacerla disponible.

Persigues el poderío con tus armas de mujer
no importándote vender al que tenga señorío,
qué más da si está vacío si no buscas el querer
mientras goces del poder “que quede alto el puterío”.

Mas... el tiempo va pasando y en tu piel deja la huella,
siendo amigo la botella cuando penas vas tapando
y me siento aquí llorando porque fuiste: sol y estrella
y aunque nada en ti destella, por tu amor sigo luchando.

Un mensaje muy hermoso y abnegado; me gusta como manejas los recursos de la sensibilidad y mueves fichas para acentuar el poder de transmisión.

Felicitaciones sinceras, Ricardo; un abrazo.

Una extraordinaria obra en la que el autor, usa de sus más duras palabras a modo de denuncia, para ir rebajando su ira y terminar confesando que el fuego del amor no se ha extinguido. Es sin dudas una obra maestra donde el poeta luce con el brillo de una pluma mágica de cuyo vientre, salen ríos de versos que, no por difíciles, dejan de ser perfectos, ello demuestra la grandeza del autor al que felicito.

Un poema precioso, con una técnica y ritmo realmente envidiable.

Todo un placer de lectura, amigo Ricardo.

Abrazos y salud.

Ricardo


Hermoso poema, con el ritmo
y tema que apasiona....


Te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un mensaje muy hermoso y abnegado; me gusta como manejas los recursos de la sensibilidad y mueves fichas para acentuar el poder de transmisión.

Felicitaciones sinceras, Ricardo; un abrazo.

Muchas gracias, Hallie, por tu comentario, felicitaciones y visita a mis sencillas letras, me alegro que te hayan gustado.
Un saludo con mi respeto.

Antonio Arjona escribió:Una extraordinaria obra en la que el autor, usa de sus más duras palabras a modo de denuncia, para ir rebajando su ira y terminar confesando que el fuego del amor no se ha extinguido. Es sin dudas una obra maestra donde el poeta luce con el brillo de una pluma mágica de cuyo vientre, salen ríos de versos que, no por difíciles, dejan de ser perfectos, ello demuestra la grandeza del autor al que felicito.

Antonio, te agradezco mucho el comentario extenso que le dedicas a mis letras y persona, más de lo que creo merecer, pues me considero un simple escritor o juntaletras que expone sencillos versos, eludiendo bastantes veces las metáforas, algo que los grandes poetas, llevan de la mano.

Reitero mi gratitud.
Un abrazo con mi respeto.

Si es que somos masoquistas, cuanto peor es la persona más se la quiere. ¡Cachis!
Esas armas de mujer aún se usan?
Muy interesante el poema. Transmite y lo deja todo claro.
Te felicito.
Un beso.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Un poema precioso, con una técnica y ritmo realmente envidiable.

Todo un placer de lectura, amigo Ricardo.

Abrazos y salud.

J. J. Martinez, me alegro que te haya gustado mi inspiración y agradezco mucho tu visita y comentario, más de lo que me puedo merecer, pues me considero un simple juntaletras que ama la poesía.
Un saludo con mi respeto

Me gustó el poema, la sensibilidad que desprenden tus versos. Un placer leerte.
Abrazos
PIlar

Tiene un mérito enorme el poema que has escrito, Ricardo.

Ricardo Linares escribió:En tu alma casi desnuda noto el sabor de grandeza
así cómo la maleza que en ti despacio se anuda,
el amor no te saluda porque acaba donde empieza
ya que matas la pureza al tratarla de menuda.

A tu lado es imposible de que fluya la sonrisa
para ti la simple brisa no es refresco digestible,
lo que sí tú ves legible es el cambio de camisa
y que tenga buena visa para hacerla disponible.

Persigues el poderío con tus armas de mujer
no importándote vender al que tenga señorío,
qué más da si está vacío si no buscas el querer
mientras goces del poder “que quede alto el puterío”.

Mas... el tiempo va pasando y en tu piel deja la huella,
siendo amigo la botella cuando penas vas tapando
y me siento aquí llorando porque fuiste: sol y estrella
y aunque nada en ti destella, por tu amor sigo luchando.

Belleza y buen hacer, Ricardo Linares. Te felicito. Abrazos, ERA

Mi admirado y querido amigo Ricardo, me parece un hermoso y compacto soneto con el plus de la dificultosa rima que lo vertebra. Digo compacto por el argumento bien desarrollado de principio a fin y porque el título también está inteligentemente encadenado a la obra.
Un abrazo y salud

Muy hermoso poema de un ritmo muy vivo que hace muy agradable su lectura.
Todo un placer pasarme por tus letras.
Enhorabuena.

Un abrazo.

Bello e interesante trabajo, amigo Ricardo.
Abrazos.