Editorial Alaire

Dame un solo recuerdo,
un único motivo, sólo uno,
y me volveré tan inoportuno
que retrocederé por si me pierdo.

Eso debe pensar mi subconsciente
ese mismo aliciente
que resuelve en caliente
mis disputas, mi ética,
cuántas veces pensé que el desamor lo llevo en la genética.

Si se puede leer algo más triste,
algo que me contriste,
cuando el pecho retumba y se me enquista,
como tu reconquista,
en la que tú quisiste
engañarte

con mi arte.

Es por ello que ahora la armonía
rompe la realidad.
Tus nocivas palabras son una inmensidad,
la odisea de mi filosofía,

el muro más difícil de tumbar,
jamás me ha silenciado
indagar,
el pecado.

He avanzado con tu poema para indagar los tejidos de tu subconsciente.
Me ha encantado lo que suscita, lo que hace tambalear; lo que afirma sin hacerlo.

Abrazo y felicitaciones sinceras, querido amigo.

Buen poema, Ricardo, trepidante ritmo de rap y profundo contenido como el subconsciente que haces aflorar mediante tus versos.
Un abrazo y salud

Hola Hallie.
Me alegra mucho tu visita.
Agradezco mucho tu comentario.
Supongo que el subconsciente ha funcionado,
aunque hasta justo antes de estas letras, no haya averiguado absolutamente nada.
Abrazos y felicidad, amiga.

Hola Armilo.
Me agrada verte en estos versos.
Sí que es cierto lo que dices.
Yo a veces alardeo de conocerme, pero ahora ello prefiero dejarlo en un segundo plano, y que las cosas vayan surgiendo.
Me alegra saber que te ha resultado un poema profundo.
Abrazos, estimado.