De verdes esperanzas, resplandecen,
son nidos del amor, barca en alientos,
que guardan las auroras, los momentos,
y eternas horas frescas, aparecen.
Sonoras primaveras, apetecen,
las noches y los días, son por cientos,
gozoso sueño y sueños de portentos
y trono con estrellas palidecen.
Es canto de miradas, agua en hojas
palabras en su sangre, verde suelo,
recuerdos en arena, casi roca
que abrazan las heridas, flores rojas
de bocas con su vino, luz del cielo,
caricia que seduce, brilla y toca.