Editorial Alaire

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Un día, al fin,
conseguí que una gatita blanca
y un viejo perro marrón-gruñón oscuro
comieran juntos del mismo plato,
que un anarquista de Veracruz
y un yanki del alt-right
brindaran con la misma botella
de Ribera del Duero del 85,
un millonario me llorara en el hombro
o que un flamenco cirrótico
y una punk adolescente
se rindieran ante el let it be de The Beatles.

Algún otro día incluso logré
que una travesti suicida y un hooligan católico
compartieran la mitad de sus miserias,
unas risas sinceras, un pico en los labios
y medio gramo de coca.
Que mis padres, una mañana
-por una puta mañana- cesaran sus gritos,
o que un boxeador loco le perdonara la vida
a un pobre diablo sobre la mojada acera
de una tan emblemática
como sucia calle de Madrid.

También que una diosa vip
una noche abriera sus piernas
ante mi oscura y brillante mirada de lobo triste,
y hasta escribir un poema
medianamente digerible
para Sus Altezas Poéticas.

Y es que, sí, amigos,
he conseguido tantos y tantos imposibles
a lo largo y ancho de mi vida...
Pero, no, nunca
nunca conseguí comprender
por qué las personas tantas veces
confunden la verdad con su verdad.

Tampoco que mis varios yoes
compartieran un cigarrillo,
(... y no se mataran entre ellos
dilucidando a qué huele el horizonte
o cual es el verdadero
y jodido color de la luna)

_________

Pues sí Luis, se puede decir que has conseguido muchas cosas, y otras muchas que seguro no se pueden decir en público, algunas de esas son las mejores.

Para qué compartir el cigarrillo con uno de tus yoes pudiendo ser con una lunática? O progre, o urbanita, o de derechas. O del color que sea, cuando se hacen esas cosas que hacen los perros y después de correrse. Esto no es mío, para mi desgracia, ya me gustaría que fuese un verso de un poema escrito por mí, pero no, es de una canción de León Benavente.


Pues yo un cigarro a medias tampoco, que hace tiempo que lo dejé, lo de antes del cigarro todavía no (emoticono vicioso), sólo el cigarro de después.

Ya me callo, me callo. Que después me dices que cuento mi vida y que si la abuela fuma y bla bla bla.

Muy buen poema. Me gusta. El poema me gusta, no hay ese después de la a.....

Paro o me cae bronca.

Excelente poema cargado de fina ironía con imágenes realmente logradas.

Gracias por el regalo.

Abrazos.

Luis


La poesía nos dispara
con su belleza y modernismo...

Te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo

Antonia Mauro escribió:Pues sí Luis, se puede decir que has conseguido muchas cosas, y otras muchas que seguro no se pueden decir en público, algunas de esas son las mejores.

Para qué compartir el cigarrillo con uno de tus yoes pudiendo ser con una lunática? O progre, o urbanita, o de derechas. O del color que sea, cuando se hacen esas cosas que hacen los perros y después de correrse. Esto no es mío, para mi desgracia, ya me gustaría que fuese un verso de un poema escrito por mí, pero no, es de una canción de León Benavente.


Pues yo un cigarro a medias tampoco, que hace tiempo que lo dejé, lo de antes del cigarro todavía no (emoticono vicioso), sólo el cigarro de después.

Ya me callo, me callo. Que después me dices que cuento mi vida y que si la abuela fuma y bla bla bla.

Muy buen poema. Me gusta. El poema me gusta, no hay ese después de la a.....

Paro o me cae bronca.

Jajja, eres tremenda compi. Y sí, tienes razón, lo que pasa es que con un lunático fumador es más que suficiente, dos lunáticos juntos ya ni te cuento. Me alegra mucho que te haya gustado el poema. One, Toñita.

Maria Pilar Gonzalo escribió:Excelente poema cargado de fina ironía con imágenes realmente logradas.

Gracias por el regalo.

Abrazos.

Muchas gracias a ti por dejar tu amable opinión y por tu visita, Maria Pilar. Me alegra mucho que te gustara. Abrazos.

Ricardo Serna G escribió:Luis


La poesía nos dispara
con su belleza y modernismo...

Te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo

Muchas gracias, querido Ricardo. Un fuerte abrazo amigo.

Jo, ¡Cómo me gusta este poema, Luis!
Mañana vuelvo con más tiempo. Esto de madrugar...
Un beso.

Ana García escribió:Jo, ¡Cómo me gusta este poema, Luis!
Mañana vuelvo con más tiempo. Esto de madrugar...
Un beso.

Siempre serás bienvenida, Ana, y es que sí, eso de madrugar tendría que estar prohibido . Me encanta que te gustara el poema.
Un beso.

Me gustó mucho el poema Luis y sobre todo ese fantástico cierre: para enmarcar. Puro realismo a prueba de bombas.
Felicidades.
Un abrazo y salud

Buen poema, Luis, con versos dicentes y logrados . Que nos hallemos con todos y, sobre todo, con nosotros mismos.
Abrazos
Pilar

Armilo Brotón escribió:Me gustó mucho el poema Luis y sobre todo ese fantástico cierre: para enmarcar. Puro realismo a prueba de bombas.
Felicidades.
Un abrazo y salud

Muchas gracias, Miguel. Me alegra mucho que te haya gustado este sencillo poema. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Buen poema, Luis, con versos dicentes y logrados . Que nos hallemos con todos y, sobre todo, con nosotros mismos.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Abrazos, amiga.

Es un poema muy bien construido, que nos lleva de la mano a otros mundos, otra vida, hasta la parada final. La gran pregunta:

por qué las personas tantas veces
confunden la verdad con su verdad.

Y no es lo malo que se confundan ellos, no; lo peor es que nos quieran convencer de su verdad.

Has logrado con éxito muchas cosas en tu vida y creo que la más difícil ha sido que tus padres dejaran de gritar. Yo lo conseguí cuando se murió mi padre.
Pues eso, que me ha gustado.
Un beso.

Ana García escribió:Es un poema muy bien construido, que nos lleva de la mano a otros mundos, otra vida, hasta la parada final. La gran pregunta:

por qué las personas tantas veces
confunden la verdad con su verdad.

Y no es lo malo que se confundan ellos, no; lo peor es que nos quieran convencer de su verdad.

Has logrado con éxito muchas cosas en tu vida y creo que la más difícil ha sido que tus padres dejaran de gritar. Yo lo conseguí cuando se murió mi padre.
Pues eso, que me ha gustado.
Un beso.

Bueno, creo que solo lo conseguí un día... Y sí, algunas "verdades" personales a menudo hacen este mundo, a pequeña o gran escala, aún más jodido de lo que ya es de por sí. Y es que las verdades a medias son aún más peligrosas que la mentira.
Muchas gracias, Ana, por volver a mi poema. Un beso.