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El Piojo Globalizado II

Publicado: Sab, 27 Jun 2020 18:14
por Ana García
Mientras recito ese bello poema de Machado, pienso en las tres generaciones que formamos mi abuela, mi madre y yo.
la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
¿Qué dirían ellas si yo fuera la artista que convirtiera sus vidas y la mía en una única mujer? Me sobra histrionismo para subirme al escenario y esperar sus aplausos. Puedo escuchar, atentamente, el epítome de tres generaciones a través de su cabello. ¡Hay que ver lo que da de sí un pelo!
Se levanta el telón y aparece esta nueva mujer que nos mostrará su obra en un solo acto:

El pelo, señoras y señores, servía para poner las cosas en su sitio. En mi infancia, a los niños les rapaban el pelo al cero, al dos como mucho. La melena, en España, estaba prohibida por decreto.
Sin embargo, si a una mujer le rapaban el pelo, mala cosa. El pequeño dictador no lo consideraba Infamia,
más bien un castigo ejemplar por ser librepensadora. La mujer, según él, femenina y como Dios manda.
El pelo a las rubias, en invierno, se nos oscurecía; por la falta de sol, según mi madre. Yo creo que por tristeza. Triste y gris como las aulas, las calles y el momento. Era un rubio ceniza. Pero llegaba el verano y dejabas el colegio, ibas al rio o a la calle con los amigos. Era entonces cuando el pelo recobraba el dorado, el brillo y la pasión. Era como el renacimiento.
Luego, en la adolescencia, no tuve granos, pero sí grasa. Los procesos hormonales en ebullición hacían que mi pelo se volviese pastoso. Desapareció como pasa casi siempre con las cosas que nos complican la vida, cuando dejas de darles importancia.
Yo nunca he tenido piojos, pero era normal tenerlos. Cogerse una piojera no escandalizaba a nadie, pero se dejaban los cuartos en prevenir, cuidar y no consentir que una cosa tan de posguerra le tocara a uno en casa.
Con la apertura cada uno pudo hacer con su pelo lo que le vino en gana. Y con tanta preocupación, tanto insomnio se volvió loco. Como la gente ya podía pensar como quisiera se sintió liberado. Era fácil saber a qué tribu o credo se pertenecía, dependiendo de cómo se peinara uno.
A mí, con la edad, no me han salido canas por fuera. Sigo siendo rubia gracias a las mechas. Si dejo que la naturaleza siga su curso, mi pelo sería castaño o marrón. Eso sí, sigue siendo lacio, liso, sin cuerpo, con tendencia a dejarse caer.
Mi cabeza, por dentro, ha sufrido transformaciones importantes que venían acompañadas por un cambio de peinado. En momentos decisivos, de esos que lo cambian todo yo, inexorablemente me cortaba el pelo. Igual que los toreros cuando se cortan la coleta. Era mi forma de pasar mi duelo.
He pasado por todas las fases posibles: desde las famosas coletas prietas, cuando mi cabeza no me pertenecía, hasta la época de indecisión: suelto, largo, recogido y la horrible permanente de rizos, que me sentaba como una patada en el culo.
Hoy día mi peluquero logra, durante una hora, que yo tenga un orgasmo continuo y silencioso. Es como un mago con anomía, habla poco y mal, lo cual es de agradecer. Todo su poder se centra en sus manos y en el trato deshonesto que tiene con mi pelo. Y eso me gusta.
Dice que tengo un pelo muy inglés, a saber…

(...)que el arte es largo y, además, no importa.
Y no importa porque se ha obrado el milagro en las butacas, todos aplauden nuestra interpretación. Cuatro mujeres en el escenario es mucha mujer. Y la verdad es que nos gusta cambiar de obra y de público todas las noches para poderles sorprender, porque necesitamos esos aplausos como el aire. Ya tenemos bastante con nuestros propios abucheos, y hay una buena reserva de tomates en nuestros bolsillos. Buenas noches y que el insomnio les pille dormidos.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Dom, 28 Jun 2020 13:39
por Julio Gonzalez Alonso
No me han pillado tus pelos en mitad del insomnio, sino de las horas medias del día, despierto y -creo- lúcido para disfrutar este repaso histórico cultural y personal por la vida de la cabellera y sus cuidados y avatares. Interesante porque puede leerse mucho más allá de la mera anécdota. Yo no sé qué pudiera escribir sino fuera la memoria de lo que fue mi pelo y ya no es, una vez que desertó de su existencia en mi cabeza, con lo cual ni ganó ni perdió en sus recovecos internos y creo que, tampoco, me importa en lo que significa de apariencia externa. Ser calvo, tiene esas cosas. El pelo como metáfora de una existencia. Abrazo y felicitaciones, muchas.
Salud.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Mié, 01 Jul 2020 22:01
por Ana García
Julio Gonzalez Alonso escribió:No me han pillado tus pelos en mitad del insomnio, sino de las horas medias del día, despierto y -creo- lúcido para disfrutar este repaso histórico cultural y personal por la vida de la cabellera y sus cuidados y avatares. Interesante porque puede leerse mucho más allá de la mera anécdota. Yo no sé qué pudiera escribir sino fuera la memoria de lo que fue mi pelo y ya no es, una vez que desertó de su existencia en mi cabeza, con lo cual ni ganó ni perdió en sus recovecos internos y creo que, tampoco, me importa en lo que significa de apariencia externa. Ser calvo, tiene esas cosas. El pelo como metáfora de una existencia. Abrazo y felicitaciones, muchas.
Salud.
No estaría nada mal que tu pelo o tu calva nos contara más cosas de su vida.
Mi abuela me contaba tantas cosas interesantes que no he podido por menos que escribir sus cosas. Vendrá algún tema más.
Muy bueno este comentario, Julio.
Salud.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Sab, 04 Jul 2020 13:00
por Maria Pilar Gonzalo
Encantada de pasar por tus disertaciones.

Me ha parecido acertadísimo de principio a fin, y ese orgasmo silencioso con tu peluquero es antológico.

Hermoso, poético, realista y genuino.

Un placer leerte en este mediodía de sábado ventoso, momento en el que el espíritu juega con cada uno de nosotros.

Abrazos.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Lun, 06 Jul 2020 22:08
por Ana García
Sí, ese orgasmo es muy real, Mª Pilar. Menos mal que aprendemos a disimular y es algo extraño:
me encanta esa sensación en la que queda afuera todo lo que me rodea y me centro en ese pequeño placer. Al mismo tiempo controlar que nadie note nada. Me gusta ese juego conmigo misma.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Vie, 07 Ago 2020 17:05
por Hallie Hernández Alfaro
Lo había leído varias veces; es muy bueno este piojo globalizado en narrativa; creo que dedica más energías a la vida adulta de las tres que a veces son una. El piojo globalizado en poema, se llena el alma con naranjas dulces y coletas rebeldes. Infancia, adolescencia y juventud estable.

Bien llevado, hermoso, sin deudas pendientes con la historia (aunque eso no signifique el fin de la saga).

Abrazo grande y feliz fin de semana, querida Ana.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Dom, 09 Ago 2020 12:10
por Ventura Morón
Pues tienes razón Ana. Es increíble como el pelo se convierte casi en una antena o en un exposición de lo que se vive.
En el caso vuestro, de las mujeres, el juego es aun mayor. El color, el largo, la forma...todo parece que pueda ser adaptado para iniciar un reseteo y situarse en la linea de salida de nuevo.
En nuestro caso, nos queda el raparnos. O el perderlo como símbolo de lo que ya nunca volverá, o de una linea de salida continua que es más bien un camino hacia la meta.
Los que lo conservamos con el paso de los años, vamos sintiendo como va evolucionando como una planta a la que le faltara riego, debe ser eso en si mismo... ese riego puede ser muchas cosas seguro, ahí hay toda una investigación creativa que hacer.
Las cuatro mujeres en el escenario se hacen fuertes mostrándose como les apetece, como les viene en gana, no hay ya limitaciones morales tan fuertes para el pelo, aunque sigue situando en un cierto escenario, como unas fichas que se dispusiera en un tablero antes de iniciar la partida.
Un placer venir..un abrazo

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Mié, 12 Ago 2020 20:07
por Ana García
Hallie Hernández Alfaro escribió:Lo había leído varias veces; es muy bueno este piojo globalizado en narrativa; creo que dedica más energías a la vida adulta de las tres que a veces son una. El piojo globalizado en poema, se llena el alma con naranjas dulces y coletas rebeldes. Infancia, adolescencia y juventud estable.

Bien llevado, hermoso, sin deudas pendientes con la historia (aunque eso no signifique el fin de la saga).

Abrazo grande y feliz fin de semana, querida Ana.
Es otra de mis manías, narrar un poema. Me divierte y creo que suma más a la historia.
Siempre tendré ciertas deudas con mi historia, con la saga familiar. Lo que ocurre es que ahora se llevan mejor, con la patina de tranquilidad que te da el tiempo.
Gracias por tu bello comentario.
Un abrazo.

Re: El Piojo Globalizado II

Publicado: Mié, 12 Ago 2020 20:22
por Ana García
Ventura Morón escribió:Pues tienes razón Ana. Es increíble como el pelo se convierte casi en una antena o en un exposición de lo que se vive.
En el caso vuestro, de las mujeres, el juego es aun mayor. El color, el largo, la forma...todo parece que pueda ser adaptado para iniciar un reseteo y situarse en la linea de salida de nuevo.
En nuestro caso, nos queda el raparnos. O el perderlo como símbolo de lo que ya nunca volverá, o de una linea de salida continua que es más bien un camino hacia la meta.
Los que lo conservamos con el paso de los años, vamos sintiendo como va evolucionando como una planta a la que le faltara riego, debe ser eso en si mismo... ese riego puede ser muchas cosas seguro, ahí hay toda una investigación creativa que hacer.
Las cuatro mujeres en el escenario se hacen fuertes mostrándose como les apetece, como les viene en gana, no hay ya limitaciones morales tan fuertes para el pelo, aunque sigue situando en un cierto escenario, como unas fichas que se dispusiera en un tablero antes de iniciar la partida.
Un placer venir..un abrazo
.

Agradecida de tener un comentario de esta altura. Un buen resumen de vida.
Yo creo que ahora, Ventura, vuestro pelo tiene mayor libertad: coletas, trenzas, rastas, calvos, tupés, crestas...
No hay límites en vuestra cabeza.
La fichas del ajedrez o los cuadriláteros de la vida, sería un buen titulo.
Gracias por esta maravilla de comentario.
Un abrazo.