La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
La vida es una muerte que viene (Jorge Luis Borges)
Rostros de familiares que no recordabas,
hijos que nunca antes habías visto,
conversaciones de siempre
—ahora que los niños son mayores
seguramente volveremos a la ciudad—,
unos abrazos y unos choques de manos
furtivos —en ocasiones como esta,
es sencillo olvidar las normas—.
Después de unas semanas,
finalmente nos podemos reunir
y compartir el duelo.
En la pequeña iglesia
un sacerdote orondo repite una liturgia
por todos ya casi olvidada.
Música de violín solo.
Más tarde, a pleno sol,
junto a una fuente circular, hoy inmóvil,
un pequeño rectángulo de mármol
sobre un césped perfecto,
unos apellidos conocidos y unas fechas.
Bajo un sol de castigo
suavizado por una leve brisa
y la sombra de unos magnolios,
la mañana se hace de nieve,
un saxo tenor, acompañado por el violín
y un altavoz de karaoke
interpreta su canción favorita
—Yo soy aquel—,
tan distinta y a la vez tan igual.
Algunos, entre ellos su hijo —tu primo—,
no pueden evitar unos sollozos,
tú, oculto por la mascarilla
—esa puta FFP2 que te impide respirar—
lagrimeas.
En ocasiones como esta
no es fácil controlarse.
Muchas gracias Pilar, Ricardo, Hallie y Luis por pasaros por aquí y dejarme vuestros amables comentarios.
Estas letras las colgué casi tras ser escritas, cosa que no es habitual en mí. Normalmente prefiero madurar un poco más los temas e ir depurándolos con el tiempo. En este caso pensé que los condicionantes del poema justificaban su publicación tan temprana...
Una realidad que no por mil veces repetida, deja de ser trágica; una realidad a la que cuesta adaptarse y ante la cual, solo cabe eso, la reunión familiar para dar los últimos adioses.
Penoso, muy penoso.