Editorial Alaire

El intruso
Te exhorto en la serenidad, que tu capa
hecha de noche, truene en racimos
y envuelva el aire con frutos en celo,
y la loca gacela triste se encierre
en silencio, sin remordimiento,
como genio en la espera del sudario
del último ruego.

La espera, bajo el embrujo
de la gracia de los dolores,
rompa el cristal de las mentiras
y vomite un desierto frío,
hundido en un viejo tiempo de muerte,
plegado a una lanza en su garganta,
sin prórroga, collar y corona.

El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.

Él, sólo él,
vestido con gorro de veneno,
con ojos cerrados y sin regreso,
con mejillas de manzana,
abre las puertas de los rostros del recuerdo,
y la riqueza, de lo imposible, brilla por su ausencia.

Bueno, Ricardo, aquí hay poesía de la buena. Gracias por el regalo. Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Bueno, Ricardo, aquí hay poesía de la buena. Gracias por el regalo. Un abrazo.

Gracias, maestro

Un abrazo de amistad

Versos y versos, estrofas y estrofas, poesía y poesía. ¡Espectacular!

Como dice mi querido Ramón, gracias por el regalo ¡vaya regalo!

Un abrazo.

El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.


Todo el poema es muy bueno, pero estas dos estrofas me atraen. Son un gran acierto.
Te felicito.
Un abrazo.

Ricardo Serna G escribió:El intruso

Sueño, ¿por qué mentir? Si necesitas rehenes
he aquí el macetón, montículo de estratos
perfumados y la trama y el huevo de los alacranes.
----Primicias crueles de Jean Cocteau----

Te exhorto en la serenidad, que tu capa
hecha de noche, truene en racimos
y envuelva el aire con frutos en celo,
y la loca gacela triste se encierre
en silencio, sin remordimiento,
como genio en la espera del sudario
del último ruego.

La espera, bajo el embrujo
de la gracia de los dolores,
rompa el cristal de las mentiras
y vomite un desierto frío,
hundido en un viejo tiempo de muerte,
plegado a una lanza en su garganta,
sin prórroga, collar y corona.

El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.

Él, sólo él,
vestido con gorro de veneno,
con ojos cerrados y sin regreso,
con mejillas de manzana,
abre las puertas de los rostros del recuerdo,
y la riqueza, de lo imposible, brilla por su ausencia.

Estimado Ricardo, el intruso podría ser cualquier cosa o persona o el mismo virus.
Pero está fuera de nosotros. Veo una lírica rica y profunda, culta amplia y generosa.
Pero como dije el intruso esta fuera, he leído unos cuantos poema en el foro, y tendemos
a un incierto infinito. Sin embargo tenemos un adentro y a veces solemos ser intrusos en nuestro propio Ser.Quiero decir que desconocemos de donde venimos, cual es nuestra procedencia, nuestra verdadera esencia, seres de luz. Me ha gustado leer porque puedo expresar mis propias ideas en un comentario.
Lo que trato de decir es que el poema me ha llevado a pensar. Saludos Cordiales en estos días largos.-

Vibrantes imágenes despliega tu poesía querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Alejandro Costa escribió:Versos y versos, estrofas y estrofas, poesía y poesía. ¡Espectacular!

Como dice mi querido Ramón, gracias por el regalo ¡vaya regalo!

Un abrazo.

Gracias, amigo, por tu grato comentario

un poema de incógnita es bueno
para adivinar el personaje..

Un abrazo fuerte

Ana García escribió:El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.


Todo el poema es muy bueno, pero estas dos estrofas me atraen. Son un gran acierto.
Te felicito.
Un abrazo.

Gracias, amiga Ana

por tu visita y comentario

Un abrazo fuerte

Gigante este trabajo, con una riqueza emotiva y expresiva que merece un sinfín de aplausos, querido poeta.

Abrazo de los grandes.

Mirta Elena Tessio escribió:

Ricardo Serna G escribió:El intruso

Sueño, ¿por qué mentir? Si necesitas rehenes
he aquí el macetón, montículo de estratos
perfumados y la trama y el huevo de los alacranes.
----Primicias crueles de Jean Cocteau----

Te exhorto en la serenidad, que tu capa
hecha de noche, truene en racimos
y envuelva el aire con frutos en celo,
y la loca gacela triste se encierre
en silencio, sin remordimiento,
como genio en la espera del sudario
del último ruego.

La espera, bajo el embrujo
de la gracia de los dolores,
rompa el cristal de las mentiras
y vomite un desierto frío,
hundido en un viejo tiempo de muerte,
plegado a una lanza en su garganta,
sin prórroga, collar y corona.

El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.

Él, sólo él,
vestido con gorro de veneno,
con ojos cerrados y sin regreso,
con mejillas de manzana,
abre las puertas de los rostros del recuerdo,
y la riqueza, de lo imposible, brilla por su ausencia.

Estimado Ricardo, el intruso podría ser cualquier cosa o persona o el mismo virus.
Pero está fuera de nosotros. Veo una lírica rica y profunda, culta amplia y generosa.
Pero como dije el intruso esta fuera, he leído unos cuantos poema en el foro, y tendemos
a un incierto infinito. Sin embargo tenemos un adentro y a veces solemos ser intrusos en nuestro propio Ser.Quiero decir que desconocemos de donde venimos, cual es nuestra procedencia, nuestra verdadera esencia, seres de luz. Me ha gustado leer porque puedo expresar mis propias ideas en un comentario.
Lo que trato de decir es que el poema me ha llevado a pensar. Saludos Cordiales en estos días largos.-

Gracias querida amiga
por tu comentario y visita

Un abrazo virtual

Lunamar Solano escribió:Vibrantes imágenes despliega tu poesía querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, amiga
por tu visita y comentario


Un abrazo fuerte

Hallie Hernández Alfaro escribió:Gigante este trabajo, con una riqueza emotiva y expresiva que merece un sinfín de aplausos, querido poeta.

Abrazo de los grandes.

Gracias, amiga

Por tus amables palabras


Un abrazo fuerte

Ricardo Serna G escribió:El intruso

Sueño, ¿por qué mentir? Si necesitas rehenes
he aquí el macetón, montículo de estratos
perfumados y la trama y el huevo de los alacranes.
----Primicias crueles de Jean Cocteau----

Te exhorto en la serenidad, que tu capa
hecha de noche, truene en racimos
y envuelva el aire con frutos en celo,
y la loca gacela triste se encierre
en silencio, sin remordimiento,
como genio en la espera del sudario
del último ruego.

La espera, bajo el embrujo
de la gracia de los dolores,
rompa el cristal de las mentiras
y vomite un desierto frío,
hundido en un viejo tiempo de muerte,
plegado a una lanza en su garganta,
sin prórroga, collar y corona.

El intruso llegó, sin previo aviso,
con una canasta de ciruelas negras,
para seducir el vano sueño,
bailando ante el espejo de la fe,
y pisando, a paso firme, la vigilia de la angustia.

El último ruego, en ánfora difunta,
visita la cárcel de los días,
abre las cortinas de la luz,
descubre los viejos misterios del mundo
y llora en el lecho del sudario.

Él, sólo él,
vestido con gorro de veneno,
con ojos cerrados y sin regreso,
con mejillas de manzana,
abre las puertas de los rostros del recuerdo,
y la riqueza, de lo imposible, brilla por su ausencia.

espectacular poema Ricardo -verso tras verso- es todo un espectáculo poético
el intruso a veces llama a la puerta, y otras entra sin llamar
un fuerte abrazo Poeta
salud!
suerte
y se feliz
cuidate (no necesariamente del intruso -por que deambula como dueño y señor)

Buen poena, Ricardo. Con cierta intriga del personaje has escrito estrofas muy logradas. Felicidades.
Abrazos
Pilar