Editorial Alaire

R. M. Alemán escribió:[tab=30]No se le puede hacer feo a una invitación de divertimento


[tab=30][tab=30]Al igual que las penélopes;
[tab=30][tab=30]fatigas.

[tab=30][tab=30]Estoy yo como para oír
[tab=30][tab=30]lo de bajas o altas polainas,
[tab=30][tab=30]ni lo siguiente…
[tab=30][tab=30]que no.

[tab=30][tab=30]En cuanto a las prácticas
[tab=30][tab=30](lo que quieres...);
[tab=30][tab=30]adolecen de revés.

[tab=30][tab=30]El mundo no es más que una mesa
[tab=30][tab=30]para la mesa.

[tab=30][tab=30]¡Coño!
[tab=30][tab=30]chico,
[tab=30][tab=30]¿dónde lo afín a la vida?



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Alonso Vicent escribió:Espera, Rosa, que me siente a la mesa. Desde Serrat hasta aquí han llovido muchos Mediterráneos, y Penélopes, y bajas… polainas, por supuesto.
Y quién nos dice que una mesa es una mesa. Al último bar que fui, el camarero me dijo que nos sentáramos en aquella mesa (y señaló)… pero cómo me iba yo a sentar en una mesa; yo quería una silla, je je je.
…Ya no vuelvo a un bar hasta que no se aclaren.
Un abrazote en esta hora de letras antes de volver a la piedra y el cemento del patio.

Rafel Calle escribió: ..................................................
Hermoso trabajo, amiga Rosa, en el que, dentro del enfoque muy personal que quieres otorgar a tus poemas, voy a suponer que hablas de la soledad, de sol a sol y luna desaprovechados. Hay que ver ¡cuánto desperdicio de una bulliciosa probabilidad encinta! Después viene el calor, la protección y sus variables donde te muestras descreída. Y por fin el 1, nada más. Sin embargo, la pregunta final, el solo hecho de preguntar, preguntarnos, podría significar que aún es posible embeberse en un concierto.
Felicidades.
Abrazos.