Sonata para mi padre ausente

[Óscar Distéfano]

Muy buen poema, Óscar; lleno de pasajes emotivos y tan sencillamente descriptos sin perder potencia poética. Me gustó mucho.

Un abrazo.

Pues, gracias compañero. Eres muy amable.

Un abrazo de amistad.
Óscar

[javier eguilaz]

Sonata para mi padre ausente

En la siesta, mientras dormías, cogí tu bicicleta
para ser como tú, para sentir el vértigo
—al igual que tú todas las mañanas—
por la escarpada calle principal de nuestro barrio
que conducía al centro.

Enclaustrado en el duro abismo
de la memoria, en el reposo interminable,
sigues pintando canas en tu barba crecida,
negándome tus voces indelebles.

Hace una sequía de siglos que no moja
el agua de tus verdes ojos;
y el silencio fatal, el aura de tu risa,
se convierte en lacerantes chillidos de pájaros,
en quejumbroso eco de canciones últimas.

En mi memoria, en las noches de invierno,
tu cotidianeidad exhuma antimateria.
La vida sin ti se parece
a un vetusto tractor abandonado de aquel aserradero.

El árbol que talabas (cuando los bosques no lloraban
aún el exterminio y eran derroche de los siglos)
está aquí, hecho leñas de la eternidad,
murmullos de sus hojas en el bosque de nubes infinitas.
Su raíz sigue creciendo aferrada a las baldosas,
haciéndose kilómetros detrás de mi añoranza,
creciendo como el lapso de tu ausencia.

Retorna en esta noche y siéntate a jugar
conmigo a la baraja, quiero oír tus anécdotas de joven,
cuando aprendías a besar los senos de las vírgenes,
cuando la vida no te dio
aún tu merecido.

Estoy aquí resucitándote,
y tú no reconoces el milagro,
solo quieres tu fría eternidad,
solo quieres al huérfano con sus palabras tristes,
y me has olvidado.

Estoy aquí resucitándote,
y tú no reconoces el milagro,
solo quieres tu fría eternidad,
solo quieres al huérfano con sus palabras tristes,
y me has olvidado.


Óscar, buen poema-recuerdo...a tu padre
un fuerte abrazo
salud!
suerte
y se feliz
cuidate

[Rafel Calle]

Muy bello y muy entrañable trabajo de Óscar Distéfano.
Felicidades, compañero.
Abrazos.

[Mirta Elena Tessio]

Sonata para mi padre ausente

En la siesta, mientras dormías, cogí tu bicicleta
para ser como tú, para sentir el vértigo
—al igual que tú todas las mañanas—
por la escarpada calle principal de nuestro barrio
que conducía al centro.

Enclaustrado en el duro abismo
de la memoria, en el reposo interminable,
sigues pintando canas en tu barba crecida,
negándome tus voces indelebles.

Hace una sequía de siglos que no moja
el agua de tus verdes ojos;
y el silencio fatal, el aura de tu risa,
se convierte en lacerantes chillidos de pájaros,
en quejumbroso eco de canciones últimas.

En mi memoria, en las noches de invierno,
tu cotidianeidad exhuma antimateria.
La vida sin ti se parece
a un vetusto tractor abandonado de aquel aserradero.

El árbol que talabas (cuando los bosques no lloraban
aún el exterminio y eran derroche de los siglos)
está aquí, hecho leñas de la eternidad,
murmullos de sus hojas en el bosque de nubes infinitas.
Su raíz sigue creciendo aferrada a las baldosas,
haciéndose kilómetros detrás de mi añoranza,
creciendo como el lapso de tu ausencia.

Retorna en esta noche y siéntate a jugar
conmigo a la baraja, quiero oír tus anécdotas de joven,
cuando aprendías a besar los senos de las vírgenes,
cuando la vida no te dio
aún tu merecido.

Estoy aquí resucitándote,
y tú no reconoces el milagro,
solo quieres tu fría eternidad,
solo quieres al huérfano con sus palabras tristes,
y me has olvidado.

Cuántos recuerdos remueven mi memoria al leerte Oscar, mi padre tambien andaba en bicicleta, aún en las calles de tierra colorada y yo aprendi a pedalear en las tardes calurosas de enero, por ese entonces,
mi padre tenía un acerradero, y me ambriagaba con el arroma de la madera del cedro.
Tu padre no te olvida, está presente en tus recuerdos, no está en el plano físico pero si en el plano de la conciencia, somos cuerpo y alma. Son mis creencias y a veces siento su presencia como la de mi madre.
Ellos se amaron tanto, y como bien dices los resucíto con el recuerdo.
Me ha conmovido esta bella sonata que le haces a tu padre.
Gracias por compartir tu talento y tus emociones. Un abrazo

[E. R. Aristy]

Sonata para mi padre ausente

En la siesta, mientras dormías, cogí tu bicicleta
para ser como tú, para sentir el vértigo
—al igual que tú todas las mañanas—
por la escarpada calle principal de nuestro barrio
que conducía al centro.

Enclaustrado en el duro abismo
de la memoria, en el reposo interminable,
sigues pintando canas en tu barba crecida,
negándome tus voces indelebles.

Hace una sequía de siglos que no moja
el agua de tus verdes ojos;
y el silencio fatal, el aura de tu risa,
se convierte en lacerantes chillidos de pájaros,
en quejumbroso eco de canciones últimas.

En mi memoria, en las noches de invierno,
tu cotidianeidad exhuma antimateria.
La vida sin ti se parece
a un vetusto tractor abandonado de aquel aserradero.

El árbol que talabas (cuando los bosques no lloraban
aún el exterminio y eran derroche de los siglos)
está aquí, hecho leñas de la eternidad,
murmullos de sus hojas en el bosque de nubes infinitas.
Su raíz sigue creciendo aferrada a las baldosas,
haciéndose kilómetros detrás de mi añoranza,
creciendo como el lapso de tu ausencia.

Retorna en esta noche y siéntate a jugar
conmigo a la baraja, quiero oír tus anécdotas de joven,
cuando aprendías a besar los senos de las vírgenes,
cuando la vida no te dio
aún tu merecido.

Estoy aquí resucitándote,
y tú no reconoces el milagro,
solo quieres tu fría eternidad,
solo quieres al huérfano con sus palabras tristes,
y me has olvidado.

Un poema de amor echando frutos eternos, Oscar, que sentida sonata salta vallas y sube los árboles del cielo. Que viaje al centro del corazón en bicicleta ! Me alegra encontrar hoy tu entranable sonata atu padre,. Salud y Poesía, siempre. ERA

[Jerónimo Muñoz]

En esta entrañable sonata elegíaca, se pone de manifiesto tu gran sensibilidad humana y poética. Tú seguro que la escribiste emocionado y me has emocionado a mí también. ¡Esto es poesía!
Un abrazo muy fuerte con mi complicidad.

Jerónimo

[Marisa Peral]

Sonata para mi padre ausente

En la siesta, mientras dormías, cogí tu bicicleta
para ser como tú, para sentir el vértigo
—al igual que tú todas las mañanas—
por la escarpada calle principal de nuestro barrio
que conducía al centro.

La vida sin ti se parece
a un vetusto tractor abandonado de aquel aserradero.

Retorna en esta noche y siéntate a jugar
conmigo a la baraja, quiero oír tus anécdotas de joven,
cuando aprendías a besar los senos de las vírgenes,
cuando la vida no te dio
aún tu merecido.

Estoy aquí resucitándote,
y tú no reconoces el milagro,
solo quieres tu fría eternidad,
solo quieres al huérfano con sus palabras tristes,
y me has olvidado.

Precioso homenaje esta elegía dedicada a tu Padre, amigo Óscar.
Emociona la fuerza de tus palabras, la escapada con su bicicleta, la añoranza al comparar tu vida sin él con el viejo tractor, el reclamarlo para jugar a las cartas y hablar de sus conquistas juveniles, el reproche por imaginar su olvido.
Esto es emoción y es lo que me emociona de la poesía.
Gracias por compartirlo y un fuerte abrazo.

[Rafel Calle]

Sábado de poemas entrañables, en este caso, "Sonata para mi padre ausente", una gran obra de Óscar Distéfano.

[F. Enrique]

El árbol que talabas (cuando los bosques no lloraban
aún el exterminio y eran derroche de los siglos)
está aquí, hecho leñas de la eternidad,
murmullos de sus hojas en el bosque de nubes infinitas.
Su raíz sigue creciendo aferrada a las baldosas,
haciéndose kilómetros detrás de mi añoranza,
creciendo como el lapso de tu ausencia.

Mucha ternura y sentimientos derramados con un buen oficio.

[Javier Bustamante]

Bellos versos, apreciado Oscar, que en su momento no me tocó leer. Celebro que los hayan rescatado. Se aprecia la autenticidad de tu sentimiento, Mas allá de alguna impostura poética, se siente como abres tu corazón y juegas con tus versos para reclamar de una manera amorosa la ausencia de tu padre.

Yo no tuve la fortuna de contar con un padre a mi lado o solo ahora que soy padre logro comprender ese amor paterno. Estas letras llenas de emotividad me ayudan a entenderlo aun mas y emocionarme junto con el autor.

Saludos

Javier

[J. J. Martínez Ferreiro]

Magnífico, Óscar, este entrañable homenaje al padre.

Todo un placer de lectura.

Abrazos.

[Alejandro Costa]

No lo había leído y es una verdadera pasada.

Es genial.

Muy bueno.

Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Sube para deleite de todos.

Un abrazo, querido compañero.

[Ramón Carballal]

Emotivo poema. Un homenaje al padre y, también, a la buena poesía. Abrazos.