Editorial Alaire

El amor es una ramera que se va con cualquiera.
Y hay que ver lo que incomoda, y lo que engaña.
¿Sabes? ... Yo siento igual que March, pero no se escribirlo.
¿Afortunada ella? .Yo tengo un poema enquistado en el ser.
De bien cierto se que es incurable, pero no contagioso.

Ayer finalice la guerra, ya no quiero luchar
No necesito que nadie sepa mis sueños
No tirare mis perlas podridas a vuestras inmaculadas pocilgas.
Maldito arrogante muérete solo sin laureles ni oros
Suda tu sueño, vuélvete loco, pero no molestes

Tu simplemente ignoras, eso si… ¡con que buen gusto!
¿Y la elegancia? ¡A raudales! , ¿y el disimulo? ¡ en buena forma!
¿Sensual? Se lo digan a mi sangre, cuando si acortas la distancia
Se me encabrita entre las piernas ignorando a la ley severa
Que arroja sentencias sobre sus propias victimas.

Bienvenido seas Antonio!

Tu trabajo poético emerge con énfasis y cordura. La última estrofa se radicaliza por el sentimiento y trasmite mucha fuerza.

Me animaría a sugerirte que consideres el uso de algunas minúsculas; puede ser que lo hayas hecho intencionadamente y con buenas razones (si fuese así, retiro la observación!!)

¿Sensual? Se lo digan a mi sangre, cuando si acortas la distancia
se me encabrita entre las piernas ignorando a la ley severa
que arroja sentencias sobre sus propias victimas.

Te dejo un abrazo fuerte,

Hallie

A veces la vida nos hace retirarnos de nuestros deseos. Tu poema tiene la frescura del momento y lo transmite muy bien. Me gustó
Un abrazo
Pilar