¿Versos de una sílaba? - Octavas de Fibonacci
Publicado: Dom, 26 Abr 2020 9:56
I
[Parábola del sembrador]
Si
te
siembro
yacente
donde el poniente
esparce su ocaso adusto,
no esperaré los frutos en el tiempo justo.
Mas si así te complace, he aquí mi esfuerzo vano y el sudor de mi frente.
III
[Aerogeneradores del Marquesado]
Co-
mo
blancos
gigantes
domando el llano,
«¡la Sierra derribaré!»
parecen gritar cuando soplan contra el viento,
triples vilanos altos, suspiros de la tierra, peines del Marquesado.
VI
[Ácido clorhídrico]
H
Cl,
sales
fumando
de la botella,
sales formando si encuentras
cristalina calcita a tu líquido tacto;
nefasto en los azules, caliente de amarillos, corrosivo en el blanco.
Nota: la medida de los versos —si es que son versos— de estos poemas sigue la serie de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...), en la que, como es sabido, cada término a partir del tercero se obtiene como suma de los dos anteriores. Como tienen ocho versos, yo las llamo "octavas de Fibonacci", pero el invento no es mío, aunque no recuerdo el nombre del autor; creo que él la llamó "estrofa FIB". En todo caso, la estrofa plantea un interesante problema teórico, ya que los dos primeros versos deberían tener una sola sílaba, algo imposible en métrica castellana según la preceptiva tradicional. Aquí he puesto tres intentos de verso monosílabo: versos —o versículos, o lo que sean— de una sola palabra átona, o formados por sílabas de una sola palabra métricamente átona, o incluso formados por grupos de caracteres que muy difícilmente pueden considerarse sílabas y que excluyen todo recitado sonoro, pues sólo admiten el recitado mental. ¿Qué pensáis sobre este asunto de los versos de una sílaba? Podría ser interesante revisar y actualizar la preceptiva clásica en este punto.
[Parábola del sembrador]
Si
te
siembro
yacente
donde el poniente
esparce su ocaso adusto,
no esperaré los frutos en el tiempo justo.
Mas si así te complace, he aquí mi esfuerzo vano y el sudor de mi frente.
III
[Aerogeneradores del Marquesado]
Co-
mo
blancos
gigantes
domando el llano,
«¡la Sierra derribaré!»
parecen gritar cuando soplan contra el viento,
triples vilanos altos, suspiros de la tierra, peines del Marquesado.
VI
[Ácido clorhídrico]
H
Cl,
sales
fumando
de la botella,
sales formando si encuentras
cristalina calcita a tu líquido tacto;
nefasto en los azules, caliente de amarillos, corrosivo en el blanco.
Nota: la medida de los versos —si es que son versos— de estos poemas sigue la serie de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...), en la que, como es sabido, cada término a partir del tercero se obtiene como suma de los dos anteriores. Como tienen ocho versos, yo las llamo "octavas de Fibonacci", pero el invento no es mío, aunque no recuerdo el nombre del autor; creo que él la llamó "estrofa FIB". En todo caso, la estrofa plantea un interesante problema teórico, ya que los dos primeros versos deberían tener una sola sílaba, algo imposible en métrica castellana según la preceptiva tradicional. Aquí he puesto tres intentos de verso monosílabo: versos —o versículos, o lo que sean— de una sola palabra átona, o formados por sílabas de una sola palabra métricamente átona, o incluso formados por grupos de caracteres que muy difícilmente pueden considerarse sílabas y que excluyen todo recitado sonoro, pues sólo admiten el recitado mental. ¿Qué pensáis sobre este asunto de los versos de una sílaba? Podría ser interesante revisar y actualizar la preceptiva clásica en este punto.