Editorial Alaire

...

Se activó la vida
y la vida activó a dioses y demonios.

Se activó la religión
y la vida se cuestionó la vida eterna.

Se activó la ciencia
y los monstruos se hicieron familiares.

Tú y yo,
sangre igual en volumen diferente,
comprimidos
entre las densas nubes del azar,
alterados
entre vías de penitencia y de razón,
atrapados
en la confusa honestidad de los sueños.

Era lógico.

Se activaron las leyes.
En los espejos turbios
intimamos
con monstruosos ángeles imperdonables.

Era lógico.

...

Tu inteligencia es superior a la media. Se nota mucho en la forma de razonar, evidentemente.

Te lo digo por eso de que el elogio debilita (emoticono cabrona). Abusón. Que no, que es bromita.

Este virus desgraciao sí que debilita.

Muy buen poema, te lo dice uno de esos del título (emoticono).

Un abrazo, de esos grandes, que aquí no hay que guardar distancias.

Excelente aporte de una calidad insuperable, lógico es pues, aplaudirte y felicitarte.

Ignacio Mincholed escribió:...

Se activó la vida
y la vida activó a dioses y demonios.

Se activó la religión
y la vida se cuestionó la vida eterna.

Se activó la ciencia
y los monstruos se hicieron familiares.

Tú y yo,
sangre igual en volumen diferente,
comprimidos
entre las densas nubes del azar,
alterados
entre vías de penitencia y de razón,
atrapados
en la confusa honestidad de los sueños.

Era lógico.

Se activaron las leyes.
En los espejos turbios
intimamos
con monstruosos ángeles imperdonables.

Era lógico.

...

Haces navegar tu poema con mucha inteligencia en el filo mismo de la vida y considero que debo felicitarte porque haces que yo trate de desmenuzar verso a verso. Volveré porque quiero estar
metido en él, pensando.
Abrazos y cuidate amigo. Gracias.

Simon

Magnífico poema, Ignacio. Me ha gustado ese juego de causa efecto, que me parece muy logrado.
Felicidades.
Un abrazo.

Ignacio Mincholed escribió:...

Se activó la vida
y la vida activó a dioses y demonios.

Se activó la religión
y la vida se cuestionó la vida eterna.

Se activó la ciencia
y los monstruos se hicieron familiares.

Tú y yo,
sangre igual en volumen diferente,
comprimidos
entre las densas nubes del azar,
alterados
entre vías de penitencia y de razón,
atrapados
en la confusa honestidad de los sueños.

Era lógico.

Se activaron las leyes.
En los espejos turbios
intimamos
con monstruosos ángeles imperdonables.

Era lógico.

...

Era lógico
Se despertó la imaginación
y la conciencia

Magníficos versos, amigo

te felicito


Un abrazo fuerte

Ignacio Mincholed escribió:...

Se activó la vida
y la vida activó a dioses y demonios.

Se activó la religión
y la vida se cuestionó la vida eterna.

Se activó la ciencia
y los monstruos se hicieron familiares.

Tú y yo,
sangre igual en volumen diferente,
comprimidos
entre las densas nubes del azar,
alterados
entre vías de penitencia y de razón,
atrapados
en la confusa honestidad de los sueños.

Era lógico.

Se activaron las leyes.
En los espejos turbios
intimamos
con monstruosos ángeles imperdonables.

Era lógico.

...

Hace tiempo que he necesitado articular estas cosas que tu, Ignacio, logras hacer con sin que el gastado vocabulario, es decir, las raíces imantadas de profusas e interminables imágenes también se vuelven obstáculos para la expresión...siempre viene la cacofonía de imágenes a colorear los significados... Es un poema para sentir pensando, o para contemplar en silencio. Sigo creyendo que desde la ilógica, el caos, lo crudo de todo, desde ahí y ante eso, el ser humano afronta el reto de co-crear. Mi admiracion profunda, poeta. Abrazos, Roxane

Sencillamente magnífico, Ignacio, (en todos los aspectos que para mi gusto se pueden destacar en un poema), ...no puedo decir mucho más. Mis felicitaciones y un fuerte abrazo amigo.

Antonia Mauro escribió:Tu inteligencia es superior a la media. Se nota mucho en la forma de razonar, evidentemente.

Te lo digo por eso de que el elogio debilita (emoticono cabrona). Abusón. Que no, que es bromita.

Este virus desgraciao sí que debilita.

Muy buen poema, te lo dice uno de esos del título (emoticono).

Un abrazo, de esos grandes, que aquí no hay que guardar distancias.

Je, tus ocurrencias, Antonia… Gracias por la nota.

Un abrazo sin distancias.
Ignacio

Memorias del confinamiento del 2020: Ángeles, de Ignacio Mincholed.

Me ha encantado leer este poema.
Es una pasada ver cómo manejas el verso.
Siempre una historia cuasi imposible de plasmar.
Mi admiración, Ignacio.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Lo he leído varias veces a lo largo de varios días. Hoy ya me decido a hablarte porque no puedo dejar que un poema así se pierda. Poema profundo que ni Bécquer ni Góngora ni el mismísimo Aleixandre podrían haber escrito, porque ellos eran poetas, grandes poetas, pero nada más. Tampoco lo escribirían Hume, Kant o Heidegger, porque eran filósofos extraordinarios, pero no poetas. Tú aquí demuestras que se pueden aunar ambas capacidades de los cerebros en un solo cerebro y producir poemas como este. Te felicito y te mando mi modesto pero enardecido elogio.
Un abrazo.

Jerónimo

Ignacio, para no dejarte una retahíla de palabrería hueca puedo decir que coincido con las compañeros.
Causa-efecto y en pocos versos dejas la realidad poetizada.
Y es muy lógico.

Felicidades y un abrazo.