Editorial Alaire

Dijo algo sobre las estrellas,
no sé el qué,
no le presté atención.
Luego nos estrellamos.
Era la única que no hablaba
y he perdido sus palabras.
La saqué del coche
y abrió sus enormes ojos.
Miraba a su alrededor sin saber
quién era el autor del cuadro,
sin reconocer los colores.
Mimetizó y desencajó su rostro.
Se pegó a un cigarrillo
y estuvo paseando por el tiempo
—lívido y sereno—
de la foto inhabitada.

Ahora la veo moviéndose
de adelante a atrás.
Por eso creo
que aún está de paseo.

Ana García escribió:Dijo algo sobre las estrellas,
no sé el qué,
no le presté atención.
Luego nos estrellamos.
Era la única que no hablaba
y he perdido sus palabras.
La saqué del coche
y abrió sus enormes ojos.
Miraba a su alrededor sin saber
quién era el autor del cuadro,
sin reconocer los colores.
Mimetizó y desencajó su rostro.
Se pegó a un cigarrillo
y estuvo paseando por el tiempo
—lívido y sereno—
de la foto inhabitada.

Ahora la veo moviéndose
de adelante a atrás.
Por eso creo
que aún está de paseo.

Alguien bebió las sobras de aquel vino,
alguien tomó en sus manos la simiente
—vamos yermos de dolor—
y está pidiendo pan en verso libre.

Jo, hay una fuerza que desborda la escena, la no-escena, el rastro.
He conectado con la gaviota sacada del cuadro, sin memoria, en eterno paseo o en aniquilado vuelo. Hay dos personas ahí que mueren de dolor, o una y la otra estrella el vuelco contra el horizonte.
Este verso final:
"y está pidiendo pan en verso libre"
es alucinante.

Con las emociones en montaña rusa, aplaudo.

Abrazos.

Me ha gustado mucho tu poema, que me parece magnífico, engancha desde los primeros versos y te insta a seguir leyendo hasta quedarte k.o. con ese broche final... "y está pidiendo pan en verso libre."
Mi felicitación y aplauso.

Un abrazo.

Qué generosa eres con mis cosillas, Hallie. La que está emocionada por tu comentario soy yo. Es un poema abierto que da para más de una interpretación.
Un abrazo.

Muchas gracias, Ramón, por tus palabras. Yo creo que soy o formo parte de los pobres que siempre tienen hambre de versos. Y los quiero todos para mí. Enfrente tenemos a los ricos que poseen un extenso vocabulario. ¡Qué joios! Creo que ellos no necesitan el pan en verso libre.
Un abrazo.

Arriba con este poema tan bello como interesante, amiga Ana.
Abrazos.

Un poema abierto a la interpretación, hermoso, profundo y con un final muy logrado. Me alegró leerte.
Abrazos

Un poema casi cinematográfico, cuyas escenas no nos dejan indiferentes. Describen la propia vida: el amor, la amistad, la poesía. Ha sido un gusto leerte. Salud.

Un saludo con afecto poético.
Óscar

Gracias, Rafa, por este magnífico rescate

Qué poemazo me estaba perdiendo, Ana.!!!
Una crónica poética realista de primer orden, cargada de un especial lirismo que no se expresa directamente, lo hace a través de lo que intuimos a través del fresco de la palabra expresando la desgracia.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Bicos e saúde

Rafel Calle escribió:Arriba con este poema tan bello como interesante, amiga Ana.
Abrazos.

Gracias por tus palabras, Rafel.
Otro abrazo para ti.

Óscar Distéfano escribió:Un poema casi cinematográfico, cuyas escenas no nos dejan indiferentes. Describen la propia vida: el amor, la amistad, la poesía. Ha sido un gusto leerte. Salud.

Un saludo con afecto poético.
Óscar

Tal como dices lo pensé, Óscar. Un momento clavado en la retina.
Otro saludo afectuoso para ti.
Gracias por venir a leerme.

Me encantó el poema, cómo captas el momento, lo esencial para imaginar la escena.
Se lee casi a ritmo de jazz.

Un abrazo, compañera.

Se me pasó en su momento esta obra. Las posibilidades de interpretación están absolutamente abiertas para que el lector haga su propia cocina, con tanta sugerencia y buen hacer poético. Estoy de acuerdo con los compañeros de que se trata de unos versos muy sugerentes y bellos, mis felicitación.

Un besazo

Ana, precioso, muy bello, me ha gustado mucho, gracias amiga, un saludo.

Ana García escribió:Dijo algo sobre las estrellas,
no sé el qué,
no le presté atención.
Luego nos estrellamos.
Era la única que no hablaba
y he perdido sus palabras.
La saqué del coche
y abrió sus enormes ojos.
Miraba a su alrededor sin saber
quién era el autor del cuadro,
sin reconocer los colores.
Mimetizó y desencajó su rostro.
Se pegó a un cigarrillo
y estuvo paseando por el tiempo
—lívido y sereno—
de la foto inhabitada.

Ahora la veo moviéndose
de adelante a atrás.
Por eso creo
que aún está de paseo.

Alguien bebió las sobras de aquel vino,
alguien tomó en sus manos la simiente
—vamos yermos de dolor—
y está pidiendo pan en verso libre.

Total conmoción todo el poema, los cuatro versos del cierre aúnan y expanden todo el contenido conformando la belleza. Gracias y felicidades.
Un abrazo

Pilar Morte escribió:Un poema abierto a la interpretación, hermoso, profundo y con un final muy logrado. Me alegró leerte.
Abrazos

Así es, Pilar. Es un poema que queda abierto, que cada uno puede montar la película que hay detrás.
Gracias por tu lectura y comentario.
Abrazos.