Editorial Alaire

La primera vez que comí sushi
lo hice a propósito
para deshacerme de las gotas de felicidad
resbalando por mi insomnio.
Me tragué una ballena entera
siguiendo el consejo de mi madre
que dijo "come todo lo que puedas,
no mastiques más de lo que te permita el tiempo
porque hay esqueletos que rechazan
volverse lágrimas azules."

Rodeaba mi idea de ser
el esqueleto gigante de las ballenas.
Y escupir sobre el rostro de mi madre
baladas de soledad, navajas de luna,
ángeles en su aletargado vuelo,
se volvió una costumbre.

Con mi lengua de ceniza
invoco las sílabas de tu atardecer
oh, lenta sombra de iguana,
que devoras la raíz del pensamiento.

La primera vez que comí sushi
lo hice en un bar de olvidos.
El camarero era una sombra de Van Gogh.
Mejor dicho el puto camarero no quería enterarse
de que las ballenas y los arpones son palabras inconexas,
así que le tuve que cortar la otra oreja.
!Puto Van Gogh, con su oreja,
y todo!

Muy bueno, Marius. Un poema muy tuyo que atrapa en significados simbólicos que tan bien manejas. Todo un despliegue de belleza. Me encantó. Felicidades.
Tu escritura le viene bien al foro.
Abrazos
PIlar

Si es que hay cada camarero... ¿Cómo es posible que no supiera la condición de esas palabras? Como el aceite y el agua hay cosas que no se pueden mezclar. No me extraña nada que te quedaras con su oreja.

no mastiques más de lo que te permita el tiempo

Que buena es la frase y la idea que contiene.

Me iba a quedar con las estrofas primera y última, pero no puedo, porque me gustan esas navajas de luna,
Muy bueno el poema.
Un abrazo.

Los aportes a la locura son una saga tremendamente valiosa.
Mueve dedos terrenos, resortes mentales, afectos irreversibles.
Es una manera de visionar, de colisionar, de acariciar intenciones.

Me ha gustado muchísimo.

Abrazos, querido amigo; gracias por estar.

Muy bello trabajo, amigo Marius, sin duda miembro destacado de tu personalísima factoría.
No ha ido mal que nos espoleáramos un poco; te has marcado dos poemas que válgame Dios.
Felicidades.
Abrazos.

Hola, Marius, me alegra verte de nuevo por el foro aunque, como siempre, soy incapaz de saber de qué complejo de Edipo estás hablando. Saludos.

Marius Gabureanu escribió:La primera vez que comí sushi
lo hice a propósito
para deshacerme de las gotas de felicidad
resbalando por mi insomnio.
Me tragué una ballena entera
siguiendo el consejo de mi madre
que dijo "come todo lo que puedas,
no mastiques más de lo que te permita el tiempo
porque hay esqueletos que rechazan
volverse lágrimas azules."

Rodeaba mi idea de ser
el esqueleto gigante de las ballenas.
Y escupir sobre el rostro de mi madre
baladas de soledad, navajas de luna,
ángeles en su aletargado vuelo,
se volvió una costumbre.

Con mi lengua de ceniza
invoco las sílabas de tu atardecer
oh, lenta sombra de iguana,
que devoras la raíz del pensamiento.

La primera vez que comí sushi
lo hice en un bar de olvidos.
El camarero era una sombra de Van Gogh.
Mejor dicho el puto camarero no quería enterarse
de que las ballenas y los arpones son palabras inconexas,
así que le tuve que cortar la otra oreja.
!Puto Van Gogh, con su oreja,
y todo!

Marius que grande poeta eres! Un poema excelso! Abrazos, Roxane

Amigo Marius es una gozada perderse en tu universo poético.
Un magnífico poema.

Un fuerte abrazo.

Marius Gabureanu escribió:La primera vez que comí sushi
lo hice a propósito
para deshacerme de las gotas de felicidad
resbalando por mi insomnio.
Me tragué una ballena entera
siguiendo el consejo de mi madre
que dijo "come todo lo que puedas,
no mastiques más de lo que te permita el tiempo
porque hay esqueletos que rechazan
volverse lágrimas azules."

Rodeaba mi idea de ser
el esqueleto gigante de las ballenas.
Y escupir sobre el rostro de mi madre
baladas de soledad, navajas de luna,
ángeles en su aletargado vuelo,
se volvió una costumbre.

Con mi lengua de ceniza
invoco las sílabas de tu atardecer
oh, lenta sombra de iguana,
que devoras la raíz del pensamiento.

La primera vez que comí sushi
lo hice en un bar de olvidos.
El camarero era una sombra de Van Gogh.
Mejor dicho el puto camarero no quería enterarse
de que las ballenas y los arpones son palabras inconexas,
así que le tuve que cortar la otra oreja.
!Puto Van Gogh, con su oreja,
y todo!

Original, querido amigo
para aprender ... un estilo
que quiero desarrollar, ir
un poco, a hacia lo cotidiano y moderno
-me gusta leer ese estilo-


Un abrazo fuerte

Bendita locura... Hay significados y signos que son tan visibles cuando se traspasa el conocimiento aparente.
Me gusta esa sensación, de hilar acontecimientos, como si pudiera adivinarse el código oculto del efecto mariposa...
Eso creo que es exactamente lo que me produce tu poesía, una lectura del mundo que me lo hace más real, como ponerse unas gafas de la fe en lo aparentemente escondido.
Gran abrazo mi querido amigo, cuídate mucho

Los mejores poemas de Marius Gabureanu, en Alaire.