Editorial Alaire

El crupier juega consigo mismo la última partida
y en el parque los bancos remedan gaviotas.
Ayer se suicidó el último tanguista
mordiendo con la hierba el alma.

Una mujer, con la mirada discreta
y las pupilas en llamas
incendia el parque, atrayendo
como imán de carne fresca
al hombre canoso de cicatrices profundas.
Sin cruzarse la vista, la muchacha
entreabre las piernas, descubriendo
una lencería de hembra fogosa
e inacabada.
El hombre, disfrutó de aquel pequeño
obsequio, como el náufrago
que pisa tierra firme en su última esperanza.
Se va la mujer, inocente e ingenua.
Despunta un guiño al viejo,
provocando un brote de lágrimas,
sembrando pasos y nostalgias.

Una nebulosa de color carne
parece sonreír desde las bambalinas.

Un retrato poético magnífico, Ana. Desde el título hasta el cierre es excelente, Tiene emoción, ternura y sexo (un contraste genialmente mezclado y muy atractivo) y además está muy bien escrito. Me encantó. Mis felicitaciones y abrazo, amiga.

Ana, tu poema me encandiló y disfruté tus versos; solamente no entiendo por qué hay versos de inicio y de cierre en negrita, ¿algún significado especial? Bueno, mis felicitaciones y abrazo.
Salud.

Gracias, Luis, por regalarme este comentario. Con tus palabras el domingo se parece más a un sábado (el día que más disfruto del tapeo junto a una cañita o un verdejo).
Respecto al título no conseguía decidirme por uno, as´í que ¡zas! Los dos. Así puede que abra una serie de poemas con la primera parte.
Un gran abrazo.

Encandilar, que bonito verbo, ¡Gracias! La verdad es que el poema continuaba un poco más, pero un amigo me dijo una vez que menos es más. Los versos en negrita me sirven para remarcar la parte más metafórica del poema. Es un poco el sexo y la muerte. Conceptos que me atraen sobremanera. Es una costumbre.
Me alegra saber que es de tu agrado, Julio.
Salud, compañero.

Atrapa el poema desde el inicio, te envuelve la frescura de los versos. Un poema precioso que he disfrutado.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar por tu lectura y comentario. Siempre tienes esa palabra amable que nos sujeta en este mundillo de la escritura.
Un fuerte abrazo.

Muy buen poema Ana.

La mejor foto, es la que no se hace. Imágenes de esos grabados a fuego en la memoria.

La escena, absolutamente real. Me gusta la escena. Muy buena.

Éste da para otro corto y muy bueno.

Un abrazo.

Son como dos poemas buenos que se tiran besos a la distancia, el remarcado en negrita y el resto. Es una opción original que utilizas con frecuencia, unas veces remarcando en color más intenso y otras reparándolas en el espacio. Son como dos personajes de la misma película en un fecundo diálogo, en este caso con voltaje lírico y buen ritmo.
No siento acorde a la semántica general, y para apuntalar más la simbiosis del el lector con el mensaje del poema, la palabra "despunta", me lleva por afinidad a la palabra deshacer; cuando lo que se está pretendiendo, según mi punto de vista, es tejer un sueño en la mente del viejo con el que se ilusiona.
Creo que es alegato optimista, pícaro y risueño, por lo que la segunda parte del título no la entiendo.
Un besazo

Pretendo sacar instantáneas que nunca haré o nadie hará para que se fijen los momentos en los versos. Que sea un flash intenso y corto.
Me alegra verte por aquí, Antonia.
Un gran abrazo para que vuelvas una y otra, otra, otra vez.

Voy a comenzar por el final que a veces es más divertido.
Despuntar tiene otros significados y en este caso he usado el de: buena disposición, comenzar a hacer algo con su puntito de agudeza. La mujer sabe que el hombre necesita ese regalo y de forma pícara se lo da.
El segundo título pertenece a los versos en negrita. En el poema hay cuatro personajes y una nebulosa que se lo pasa de miedo observando el paisaje. Los tres personajes no hablan, el crupier miente en el silencio cuando no dice que cartas lleva. El tanguista muere porque canta temas de amor que seguro son falsos.
El viejecito y la mujer son los protas de la foto que nunca llegará a hacerse. Y fijo que al hombre le hubiera gustado conservar.

Quería hacer algo simpático con su pizca de drama. Un sol y sombra que tomaba mi abuelo.
Genial tu comentario, Miguel.
Un besazo.

Tus versos son como una viñeta que retrata un suceso cotidiano en un parque como un intervalo entre dos escenas que enmarcan el principio y el fin de tus versos.

Me ha gustado pasar por tus letras, un saludo, compañera.

Javier

Muchas gracias por tus palabras, Javier. Y puede que sea como tú dices: viñetas de la vida.
Un abrazo.

Un poema de una exquisita sensualidad, no exento de entrañable ternura.

Todo un placer de lectura, amiga Ana.

Creo que se te ha ido la tilde de "náufrago"

Un bico y salud.

Pues menos mal que me has traído la tilde de vuelta, Ferreiro. Gracias a ti ya está en su sitio.
Me alegra saber que te ha gustado la propuesta.
Un beso y cuídate mucho.

La fotografía suele tener un efecto de crónica. Los parpadeos, como el obturador de la cámara, retienen la luz y sus consecuencias imperceptibles. A veces lo visto no es lo captado y solo cuando se revelan las luces ocultas aparece el sentido.

Enmarcada la instantánea, que el poema alarga como una sucesión entre dos acotaciones de referencia, se revelan las luces esenciales con toda la carga dramática del momento.

Felicidades Ana. Un abrazo.
Ignacio