Editorial Alaire

Tú no sabías de la caída, solo escuchabas el eco
que una piedra deja sobre el agua.

Te divertía tocar los muros, tan húmedos,
y la oscuridad como un manto de liquen.

Arriba el brocal resplandeciente,
el cubo que tapa la luna y un ave rondando
el excremento de las ratas.

La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca.

Muy bello poema Ramón, excelente alegoría. Conciso y oportuna reflexión. Enorme sensibilidad la tuya que nos compartes para nuestra satisfacción.
Un abrazo

Me ha encantado el poema donde muestras un lirismo pleno de sensibilidad.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Me ha encantado el poema donde muestras un lirismo pleno de sensibilidad.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Un poema que subraya la voz que te es propia y con un cierre para enmarcar:

"La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca"

Unha aperta, Ramón, e saúde máis que nunca.

Armilo Brotón escribió:Muy bello poema Ramón, excelente alegoría. Conciso y oportuna reflexión. Enorme sensibilidad la tuya que nos compartes para nuestra satisfacción.
Un abrazo

Gracias por tu generoso comentario. Un abrazo, Armilo.

Pilar Morte escribió:Me ha encantado el poema donde muestras un lirismo pleno de sensibilidad.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Un poema que subraya la voz que te es propia y con un cierre para enmarcar:

"La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca"

Unha aperta, Ramón, e saúde máis que nunca.

Gracias, J.J. por leer y comentar. Forte aperta, amigo.

Muy bello y profundo poema, Ramón.
Un placer haberlo leído.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Ramón Carballal escribió:Tú no sabías de la caída, solo escuchabas el eco
que una piedra deja sobre el agua.

Te divertía tocar los muros, tan húmedos,
y la oscuridad como un manto de liquen.

Arriba el brocal resplandeciente,
el cubo que tapa la luna y un ave rondando
el excremento de las ratas.

La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca.

Hermoso y diciente, Ramon. Abrazos, Roxane

Sube para deleite de todos.

Me uno a los acertados reflejos de los compañeros, querido amigo.

Abrazos.

Ramón Carballal escribió:Tú no sabías de la caída, solo escuchabas el eco
que una piedra deja sobre el agua.

Te divertía tocar los muros, tan húmedos,
y la oscuridad como un manto de liquen.

Arriba el brocal resplandeciente,
el cubo que tapa la luna y un ave rondando
el excremento de las ratas.

La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca.

Maestro

Me gusta tu estilo... cualquier tema
nace con calidad y las palabras se convierten
parte del mismo, suavemente acarician la mente
de tu humilde lector.....y los disfruta


Un abrazo fuerte

Tu hermoso poema, me ha hecho recordar un pozo que teníamos en el huerto y la atracción que sentíamos, y a la vez miedo, cuando éramos pequeños... y sí, las piedras parecían nunca llegar abajo, a tocar el agua. Su sonido era como el eco lejano de unos barcos.
Como siempre, un placer pasar por tus letras.

Un fuerte abrazo.

Ricardo López Castro escribió:Muy bello y profundo poema, Ramón.
Un placer haberlo leído.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Gracias, Ricardo, por leer y comentar. Un abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Tú no sabías de la caída, solo escuchabas el eco
que una piedra deja sobre el agua.

Te divertía tocar los muros, tan húmedos,
y la oscuridad como un manto de liquen.

Arriba el brocal resplandeciente,
el cubo que tapa la luna y un ave rondando
el excremento de las ratas.

La cuerda es un hilo, broma de Ariadna
en este laberinto vertical,
agujero donde levemente caemos,
con tu cabo de vela en la testuz
que nos permite ver los jeroglíficos
que alguien escribió sobre la roca.

Hermoso y diciente, Ramon. Abrazos, Roxane

Gracias, Roxane, por el comentario que dejas. Un abrazo.