Editorial Alaire

Me ha tocado a mí,

las desgracias parecen siempre ajenas

el número premiado

empieza por uno y acaba en 9

mil, miles y miles de muertos, por ahora

tengo síntomas

febriles como la tierra

décimas, décimos, decimales,

escalofríos por la gestión de los políticos

respiro el aire todavía de un hombre

que tiene aires de torpeza

por los pasillos, los renglones

me ha tocado la lotería

vaya papeleta

se me atragantan las palabras

los versos no me salen

se me escapan de las manos

como el jabón del lavabo

de los pies, no sé cuántos, ni te cuento,

el forzado y el quebrado, por lo menos

la mirada todavía no la tengo perdida

sé por dónde van los tiros

y la cabeza, amueblada

me da vueltas y más vueltas

mira por dónde

no sé dónde va a parar esto

mi mujer está igual, pero me ama

los dos aislados

guardando la distancia social

de bienes gananciales

aislados

bebiendo mucho agua

mirándonos de reojo

viendo la tele

tomando provisionalmente

lo que nos recetó José

un amigo médico de urgencias

que parece un astronauta

la doctora Ibis

una amiga cubana, un cielo de mujer

su novio nos saca el perro

el doctor Miguel Angel, el que me lleva

no sé si al huerto,

y mi preferida, Yolanda, mañana

me hará una radiografía de tórax

aislados

esperando diagnósticos oficiales

la Seguridad Social acelera trámites

pero Muface y las aseguradoras son lentas

hoy, por fin, me han asignado un médico de seguimiento

pero a mi mujer, el suyo, le llama todos los días

y firma recetas electrónicas

cuántos profesionales abnegados,

afectados, algunos muertos, verdaderos héroes,

pero cuánta burocracia y cuánto burro

anda suelto, sin confinar

aislados

tomando medicinas mientras llueve, hoy llueve

en las cabezas de las farolas,

es más bella, oblicua, la lluvia,

de noche, en las lámparas

tomando nota

tomando la temperatura

no quiero ni mirar el termómetro

lo tenemos a mano

aislados

perdiendo el tiempo

escribiendo poemas

o ganándolo

compartiéndolo con vosotros

compañeros de Alaire

la vida es bella, la noche, la lluvia,

mi mujer, asmática, asturiana, trabajadora,

espléndida, bondadosa, aún joven

con mucho carácter, del concejo de Aller

a mí ya me había tocado

ahora que lo pienso

la lotería, claro,

no la China,

por lo que se ve,

no sé cómo va a acabar esto.

Que privilegio de testimonio querido Manuel. Poner en primera persona lo que estamos viviendo nos acerca a todos, aún más.
Me ha encantado amigo. Y más allá de eso... sabes que te queremos, que rezaremos por tu pronta recuperación y que esto quede atrás cuanto antes.
La lotería seguro os tocó a los dos por cierto. Cuánto me alegro por eso.
Cuídate mucho, un abrazo enorme

Muy bueno el poema que nos acerca una vivencia real del virus. Está escrito con maestría y en algún momento cierta ironía que lo hace liviano para no dejarnos arrastrar por el miedo.
Que os recupereis rápidamente, querido amigo. Seguiremos la evolución. Solo podemos desearos mucho ánimo.
Un abrazo grande
Pilar

Siento que el maldito virus te haya tocado a ti y a tu mujer, pero he de decirte, que tengo la convicción de que ambos vais a salir pronto y reforzados de ese túnel, no olvides que en la inmensa mayoría de los casos, queda en un susto.
No dejes de escribir.

¡Manuel! ¡Manuel! Esto te acompañara toda la vida, aunque con el tiempo comprobarás que tan solo ha sido
un sueño, un triste y descolocado sueño, del que despertarás, despertaréis, con más fuerza, más alegres y más
felices que hoy. Tras de los "hoy" vienen los "mañanas" los "pasado mañanas", y por todos ellos seguiréis
paseando, con el azul más limpio del cielo, el sol más radiante y las estrellas mas brillantes.

Dentro de mucho tiempo, escribirás un poema con los recuerdos de vida, y éste no figurará en él, porque
será algo tan simple que no dejará huella.

Un buen poema.

Mis deseos y mi abrazo os den calor.

Como bien dice Antonio, no dejes de escribir.

Amigo Manuel, lamento enterarme de esta noticia. Tres parientes míos han pasado por lo mismo que vosotros y lo han superado. Os envío mucho ánimo y fuerza, vosotros también lo superaréis y todo quedará en una anécdota.

Un abrazo enorme para ambos.

Muchas gracias compañeros, a todos, en estos momentos difíciles de futuro incierto, de desconcierto social, de desaciertos, de muertes crueles de mayores y profesionales y de los demás, todos ellos indefensos, ante este ataque imprevisto de un bicho identificado, pero que, hasta ahora, es imposible abatir. Esperemos que todo vaya bien para la humanidad. No hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Un abrazo a todos.