Editorial Alaire

Porque la tuya, periplo de auroras y ocasos,
lenguas y arenas, me refiero a las madres,
late, bate, gotea, danza, raya, enloquece, es más feral.

De regreso al canto, dócil, suscita la súplica,
lo aprendió de los labios, nada más rozar el fruto.

Recuerdo su pecho en la mano del hombre, forma inacabada.

Cada cual reclama y recuerda lo que puede
al otro lado de la duda, el cielo y el árbol.

Manuel Alonso escribió:Porque la tuya, periplo de auroras y ocasos,
lenguas y arenas, me refiero a las madres,
late, bate, gotea, danza, raya, enloquece, es más feral.

De regreso al canto, dócil, suscita la súplica,
lo aprendió de los labios, nada más rozar el fruto.

Recuerdo su pecho en la mano del hombre, forma inacabada.

Cada cual reclama y recuerda lo que puede
al otro lado de la duda, el cielo y el árbol.

Buen trabajo con tu hermoso breve.
Saludos,

Simon

Vibrante ejercicio que abre puentes y ventanas del silencio...
Un gusto leerte querido amigo...espero te encuentres bien tú y tu familia...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchas gracias por vuestros comentarios, os deseo salud. Abrazos.

Ha sido grato leerte, compañero. Un poema logrado. Enhorabuena.

Un saludo de amistad.
Óscar

Todo él una maravilla, amigo Manuel.

pero me quedo con este impagable verso:

"Recuerdo su pecho en la mano del hombre, forma inacabada"

Una gran alegría ese resultado favorable de tus pruebas.

Un abrazo, y salud más que nunca.

Gracias amigos, por los comentarios a mi poema, un abrazo a todos. Salud.

Hermoso trabajo, amigo Manuel.
Abrazos.

Gracias Rafel, salud, un abrazo.