Editorial Alaire

Un espacio de sol brota en la nube
en el tiempo sin tiempo de los astros.
En aquellos instantes
cuando mirábamos el mundo con asombro,
como dando por hecho
la libertad hiriente de la luz.
La bruma silenciosa
del mar con sus mareas.
El árbol solitario
atrapado entre cables telefónicos.
Dulce la primavera nos brindaba
la savia de la tierra
y su sabiduría mineral.

Luna que nos convoca a convertirnos
en los seres que reciben en su piel
el código de arena.

Las piedras que se esconden en la noche
esperan de nosotros las sílabas y nombres
para revertir
el horizonte de sucesos.

El gato de Schrödinger
que está vivo y muerto
en el mismo nodo atemporal.

Es una paradoja muy curiosa
que puede explicarnos sin excusas
nuestras contradicciones más atávicas.

Suena el sonido tenue de la brisa
y la lluvia del numen
que atraviesa sin grandes subterfugios
los columpios que lloran en la noche
y los toboganes adheridos
al sueño de la infancia.

En mitad de las sombras
un gato que no guarda cuarentena
nos mira con sus ojos luminosos.

Y luego recordamos que hubo un tiempo
de belleza perdida en el crepúsculo
y sin alteraciones en la línea.

Ahora estamos dentro de una caja
como el gato de Schrödinger.


Ana Muela Sopeña

Extraordinario poema, Ana. Ritmo trepidante y versos muy logrados en su mayor parte. Me encantó.
Mi felicitación más sincera y un fuerte abrazo

Miauuu !!! que magnífico poema, Ana. Ya leyendo solo la primera estrofa uno se siente impulsado a seguir con la lectura. Maravillosas y preciosas imágenes.
Enhorabuena por tan lograda inspiración.

Salud y un gran abrazo, compañera.

Me ha gustado Ana.
El final lo encuentro, para mi gusto, un poco fuera de contexto.
De todas formas el poema merece más de una lectura.
Abrazos y felicidad, amiga mía.

Hermoso poema, Ana. Actual y con un delicado dejo de tristeza. Y mas lo noto en estos versos:

Y luego recordamos que hubo un tiempo
de belleza perdida en el crepúsculo
y sin alteraciones en la línea.

Un abrazo y cuídate mucho.

Hermoso trabajo, amiga Ana.
Abrazos.

Excelente trabajo poético con trazos científicos cuánticos. Leí tu poema con mucho placer, pero no abriría la caja, pese a mi curiosidad científica, por nada del mundo; dejemos la incógnita al 50 por ciento y aplaudamos al cien por cien.
Enhorabuena.

¡Qué bella coincidencia Ana! Estaba trabajando este mismo concepto para publicar un poema y te has adelantado con esta bella obra. Ya no sé que hacer, pues tus palabras son tan ajustadas que es difícil encontrar algo que merezca la pena compartir.
Un abrazo

Hermoso poema, Ana, en el que describes con acierto y profundidad este tiempo difícil. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Gracias, Jorge, por tus efusivas palabras.

Un placer encontrarte en mi espacio...

Un beso grande
Ana

Muchas gracias, Ramón, por tus palabras.

Abrazos en la distancia.
Ana

Gracias, Ricardo, por brindarme tu opinión. El poema fue escrito durante el confinamiento. Salir de casa estaba prohibido. Solo se podía salir para trabajar, comprar cosas básicas o ir al médico...

De ahí viene el final...

Un beso grande
Ana

Me topo contigo en mi paseo por el foro, me topo contigo y no me queda más que despamelarme. Tienes madera, coraje y palabras.
Te lo he dicho tantas veces...
Abrazos mediterráneos.

Hermoso poema! Imágenes muy bien hilvanadas y una fuerza envidiable!

Un abrazo!

Un entrañable alegoría de la infancia, con la paradoja del gato de Schrödinger, como centro generador de todas nuestras contradicciones.

Como dice Ramón, me parece magnífica la estrofa que abre el poema:

"Un espacio de sol brota en la nube
en el tiempo sin tiempo de los astros.
En aquellos instantes
cuando mirábamos el mundo con asombro,
como dando por hecho
la libertad hiriente de la luz.
La bruma silenciosa
del mar con sus mareas.
El árbol solitario
atrapado entre cables telefónicos.
Dulce la primavera nos brindaba
la savia de la tierra
y su sabiduría mineral"

Todo un placer de lectura, amiga Ana.

Un bico.