Editorial Alaire

" Helos ahí: entre taciturnos y atónitos, doblegados bajo la lluvia de su propia sangre y con el guijarro de un ¿por qué? en la garganta."Jorge Zalamea.



La Poesía sangra versos


No soy quien duele, es Ella: álgida.
Moribunda reniega de sus hijos
muere de metáfora virulenta
sin la delicia sarcástica de Rimbaud
los artificios de Baudelaire
el hermético pulso de Perse.

La Poesía sangra versos
en un país que se contamina sin smog
en el soporífero movimiento de las olas
en el combustible que detiene al automóvil en la acera.

La pléyade con pies descalzos
exige el desangre del poema: ¡Acuchíllenle
en la piedad de la Oda
en el estético cuerpo del Haiku
en el límite sagrado de la métrica!

¿Cuánta sangre corre
por el que sufre de eyaculaciones sin cólera
cuerpo levitado
serenidad de palabra?
Poeta: El verso muere en la lectura
y resucita en la conciencia.



Samantha.
(Marina Centeno)

LO MEJOR: La poesía formulada como algo que te llega, que te elige, no algo que se pueda elegir, escoger, examinar. La adjetivación álgida, después de los dos puntos. Los dos versos finales, rematadores, paradojales. La sangre/desangre que corre por el poema, que lo inunda, que lo calienta. La elección de tres nombres de poetas, muy buena, porque son tres poetas hermanos, de versos alucinados, potentes.

LO PEOR: El adjetivo soporífero, demasiado pedestre para este poema.

Abrazo.

Hasta pronto.

Querido Alberto:

Las apreciaciones "mejor" y "peor" son un halago para este texto. Me agrada tu voz señaladora. Haré caso a tu comentario referente al adjetivo.

Me ennaltece saber que pasas por mis letras y más aún que dejas la huella de tu paso.

Mi enhorabuena para ti. Un abrazo.

Saludos cordiales desde Progreso, Yucatán, México.

Samantha
(Marina Centeno)