Lapidación (Ídolo y teléfono estropeado)
Publicado: Lun, 23 Mar 2020 17:33
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El hombre sin creencias no ocupa lugar en los planes de nada ni de nadie.
Eso debo tenerlo claro.
Nadie va a rescatarme del mundo que he creado.
No miro hacia atrás.
Esquivo ilusiones.
El "universo" no gira en torno a los "valores humanos".
Mi mundo está atascado.
Ello no es ninguna sorpresa.
Sin quererlo forman parte de mí.
No hay planes ni augurios aquí.
No me cambia la suerte, ni una canita al aire.
Siempre lo hago a mi modo.
Lo que perciben mis sentidos me la trae cada vez más al pairo.
No soy premonitorio.
Ni me ha sorprendido nada de lo que brota de sus mentes.
Se ha propagado la opinión sobre mí.
Pero yo no soy un debate.
No tengo preguntas para nada ni nadie.
Prueben a incluirme en su retórica.
Sabrán a qué me refiero.
Soy un abanico de posibilidades.
A mí no se me comprende.
Tampoco se me halaga.
Sus palabras no copan mi ambición.
Mi ambición es efímera.
No he resuelto ninguna de sus dudas.
Soy un manipulador y un acaparador.
He identificado ya las intenciones de mi universo:
Derrotarme.
Pero yo no entiendo de derrotas y victorias.
Estoy cegado por mis versos.
No me regodeo en mis poemas.
Lo que hago es abandonar el bucle del tiempo.
Yo elaboro teorías solo por principios.
Y mis teorías son ciertas y aleatorias.
Quieren todo en bandeja.
Eso solo sucede en su "mundo".
Al fin y al cabo, ¿quién querría enterrar a Dios?
¿El caos?
¿La primera piedra de mi religión?