ocupas de las células de humanos,
pretenden nos llevemos como hermanos
y luego nos devoran cual felinos.
Acortan nuestras sendas y caminos,
se valen de estornudos y de manos
y campan a sus anchas tan ufanos
después de masacrar a tantos chinos.
Les tratan como virus con corona,
monarca cabalgando sin las bridas,
pandemia que la ciencia no destrona.
Callado nos llegó segando vidas
la espada más temible que Tizona
con ánimo traidor y fratricida.